Frente al informe brindado por el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, remarcado que el primer trimestre la Argentina logró superávit primario, el presidente de Cartez cuestionó las políticas del gobierno.
De Raedemaeker: "No alcanza solo con una producción récord"
El presidente de Cartez cuestionó las políticas del Gobierno y reclamó por la carga impositivo que padecen los sectores productivos. Habló en Buen Día Río Cuarto después de una publicación realizada en las redes sociales.
"Nos ha tocado una vez más ponernos desde el campo sobre los hombres los intentos de recuperación del país, pero decimos que con esto solo no alcanza, no alcanza solo con una producción récord", expresó Gabriel De Raedemaeker en una entrevista con Buen Día Río Cuarto.
"La política parece que viene por el incremento de la carga impositiva y no por la racionalización del gasto", agregó el dirigente ruralista luego de una publicación realizada el lunes a través de Facebook.
De Raedemaeker, indicó ayer que “los productores agropecuarios argentinos lo hicieron de nuevo: pusieron a disposición del país la cosecha más grande de la historia, consecuencia pura y exclusiva de su tesón y capacidad de sobreponerse a la adversidad, con una profunda vocación por el cuidado del medioambiente en un contexto de producción sustentable”, remarcó en un escrito titulado “Pongamos punto final a la hipocresía demagógica”.
El dirigente cordobés agregó que, “a pesar de semejante logro, no se sienten cómodos en el papel de salvadores económicos de una Argentina que está sumida en una crisis profunda de incertidumbre política y financiera, dividida y lacerada por un índice de pobreza que golpea a más de un tercio de sus habitantes. Esta Argentina de las contradicciones, que produce comida para más de 400 millones de personas pero cuyos dirigentes no encuentran el modo de alimentar a la totalidad de su población. Los productores no pueden sentirse cómodos desempeñando el papel de mesías bajo las reglas de juego que les imponen para llevar adelante su actividad: cambio permanente de pautas económicas, presión fiscal asfixiante, tasas de interés usurarias, inflación indomable, dólar artificialmente atrasado, retenciones a las exportaciones y un largo etcétera que nos transporta a tiempos aún cercanos, pero pasados, que creíamos definitivamente superados”, cuestionó De Raedemaeker.
“En ese contexto, el gobierno nacional y buena parte de la sociedad ponen sus ojos en una producción agropecuaria salvadora, en un ciclo en el que el único aliado que tuvo el campo fue el clima. Porque ¿quién se acordó el año pasado de tantos productores agropecuarios golpeados por la sequía más tremenda del último medio siglo? Cuando miramos a un lado, en busca de algún apoyo que nos permitiera continuar en actividad, fuimos remitidos al Banco Nación, banco de fomento de la producción, adonde nos atendieron con tasas de refinanciamiento superiores al 60%, obviamente incompatibles con cualquier actividad productiva lícita”, disparó el presidente de Cartez. En otro párrafo, el dirigente precisó que no “parece sencillo sentirse cómodos debiendo desempeñar el papel de salvadores de un país que, en virtud del proyecto de reformas del Código Penal impulsado por el Poder Ejecutivo y que ya fue girado al Senado de la Nación, pretende equiparar las penas que eventualmente pudieran corresponderles a sus productores con las que les caben a ladrones, violadores o asesinos seriales”.
Por último, agregó: “Sin ánimo de defender ni reivindicar a ningún productor que no sea capaz de aplicar las Buenas Prácticas Agropecuarias para asegurar un sistema productivo sustentable y respetuoso de la salud de toda la población, cabe preguntarse si es cuerdo suponer que alguien esté dispuesto a arriesgar su capital, su trabajo, su tiempo, su futuro, y eventualmente su libertad, para producir los alimentos y energía que el país le pide a gritos, bajo el estricto cumplimiento de todo el marco legal e impositivo vigente”.
De Raedemaeker, indicó ayer que “los productores agropecuarios argentinos lo hicieron de nuevo: pusieron a disposición del país la cosecha más grande de la historia, consecuencia pura y exclusiva de su tesón y capacidad de sobreponerse a la adversidad, con una profunda vocación por el cuidado del medioambiente en un contexto de producción sustentable”, remarcó en un escrito titulado “Pongamos punto final a la hipocresía demagógica”.
El dirigente cordobés agregó que, “a pesar de semejante logro, no se sienten cómodos en el papel de salvadores económicos de una Argentina que está sumida en una crisis profunda de incertidumbre política y financiera, dividida y lacerada por un índice de pobreza que golpea a más de un tercio de sus habitantes. Esta Argentina de las contradicciones, que produce comida para más de 400 millones de personas pero cuyos dirigentes no encuentran el modo de alimentar a la totalidad de su población. Los productores no pueden sentirse cómodos desempeñando el papel de mesías bajo las reglas de juego que les imponen para llevar adelante su actividad: cambio permanente de pautas económicas, presión fiscal asfixiante, tasas de interés usurarias, inflación indomable, dólar artificialmente atrasado, retenciones a las exportaciones y un largo etcétera que nos transporta a tiempos aún cercanos, pero pasados, que creíamos definitivamente superados”, cuestionó De Raedemaeker.
“En ese contexto, el gobierno nacional y buena parte de la sociedad ponen sus ojos en una producción agropecuaria salvadora, en un ciclo en el que el único aliado que tuvo el campo fue el clima. Porque ¿quién se acordó el año pasado de tantos productores agropecuarios golpeados por la sequía más tremenda del último medio siglo? Cuando miramos a un lado, en busca de algún apoyo que nos permitiera continuar en actividad, fuimos remitidos al Banco Nación, banco de fomento de la producción, adonde nos atendieron con tasas de refinanciamiento superiores al 60%, obviamente incompatibles con cualquier actividad productiva lícita”, disparó el presidente de Cartez. En otro párrafo, el dirigente precisó que no “parece sencillo sentirse cómodos debiendo desempeñar el papel de salvadores de un país que, en virtud del proyecto de reformas del Código Penal impulsado por el Poder Ejecutivo y que ya fue girado al Senado de la Nación, pretende equiparar las penas que eventualmente pudieran corresponderles a sus productores con las que les caben a ladrones, violadores o asesinos seriales”.
Por último, agregó: “Sin ánimo de defender ni reivindicar a ningún productor que no sea capaz de aplicar las Buenas Prácticas Agropecuarias para asegurar un sistema productivo sustentable y respetuoso de la salud de toda la población, cabe preguntarse si es cuerdo suponer que alguien esté dispuesto a arriesgar su capital, su trabajo, su tiempo, su futuro, y eventualmente su libertad, para producir los alimentos y energía que el país le pide a gritos, bajo el estricto cumplimiento de todo el marco legal e impositivo vigente”.