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Recibió una única carta estando en Malvinas y ahora clama por recuperarla

El excombatiente de General Levalle Luis Miguel Formini quiere encontrar el escrito que le envió un amigo mientras él estaba en la guerra. "Fue mi sostén, me alimentó el alma. La presté y quiero volver a tenerla", implora

“La única carta que recibí en Malvinas fue de un amigo de acá, que ya falleció. Hace unos años la presté y no recuerdo a quién. Quiero recuperarla. Sólo pido si alguien sabe de la carta, espero poder tenerla nuevamente conmigo”.

Luis Miguel Formini es oriundo de General Levalle y tenía apenas 19 años cuando fue convocado a la guerra. Estuvo en las Islas durante 67 días y fue la carta de un amigo levallense la que lo mantuvo con fortaleza y alimentó su alma en los momentos más difíciles que debió soportar.

Este excombatiente clama hoy por poder encontrarse nuevamente con esta única carta que llegó a sus manos estando en la guerra. “Todos mis compañeros recibían cartas de sus familiares y yo no. Ni de mi mamá ni de mis hermanos. Y eso me entristecía. La única que recibí fue la de este amigo”, comenta Palomo, tal el apodo con el que es conocido en su pueblo y entre los excombatientes.

Es que entre los hechos tristes que dejó este conflicto bélico, se encuentran las cartas, mensajes o regalos que desde el continente familiares, amigos y hasta desconocidos enviaban a los valientes soldados. Pero nunca llegaron a destino.

Así ocurrió con las cartas que la madre y los hermanos de Formini le enviaron y que, paradójicamente, recibió cuando estaba ya de regreso en su hogar. “Yo creía que ellos no me escribían, pero cuando llegué acá llegaron también esas cartas. Me sentía mal porque mis compañeros tenían noticias de su familia y yo no. Inclusive le mandé una carta a mi mamá que ella sí recibió”, asume Palomo.

“Esa única carta que me envió mi amigo fue mi sostén. No recuerdo mucho lo que me decía, pero me daba fuerzas. Él (Girolimini) era mucho más grande que yo, pero éramos amigos. Ya falleció y hoy quiero volver a tener la carta. Me voy a reunir con la mujer, que creo se acuerda, o por ahí existe alguna copia”, se ilusiona Palomo.

“Cuando regresé de las Islas, y después de estar 7 días prisionero de los ingleses, la traje conmigo. La guardé con mucho cariño, pero algunas veces me la pedían; yo la presté y ahora no recuerdo quién la tiene”.

Recuerda este vecino que el sobre que contenía la carta lo cedió para colocarlo en una cápsula de tiempo que se encuentra enterrada en una plaza de Levalle que se hizo en homenaje a los tres excombatientes locales.

Una ayuda especial

Conocido su deseo, un grupo de vecinas de Levalle que integran la Biblioteca Popular “Florentino Ameghino” se propusieron ayudarlo y a través de las redes sociales difundieron un escrito con el pedido de Formini por esa carta. Inmediatamente, el mensaje se multiplicó entre cientos de vecinos de la localidad y así también de otros excombatientes que forman parte de esta cruzada para encontrar el escrito.

Este excombatiente agradece y resalta el gesto de Silvana Berra, Mónica Dutto y María Elena Brizuela, quienes lo acompañan en la búsqueda. “Si alguien sabe algo, que se acerque a la biblioteca”, pide Formini.

Recuerdos de guerra

En el patio de su casa, y sobre un gran paredón, un dibujo realizado por Jorge Luis Sánchez, un vecino de Levalle, procura recrear un pasaje de aquella guerra. Pero resaltando la hermandad de los soldados y el reconocimiento de las Islas Malvinas como territorio argentino.

Además de Formini, otros dos vecinos de Levalle fueron convocados como soldados en este conflicto. “Los tres volvimos. Estábamos en distintos lados. Fue duro, pero volvimos. Yo por suerte lo superé. Pasamos frío, hambre y mucho miedo. El miedo es imposible de no tenerlo. Estuve 67 días. El 13 de junio caí prisionero hasta el 21 de junio. Me llevaron al aeropuerto de Malvinas que estaba destruido”, recuerda.

Este vecino levallense había sido convocado para hacer el servicio militar, allá por el año ’83. De pronto, de estar en un cuartel haciendo instrucción lo llevaron a la guerra. “Nos fuimos adaptando. Éramos jóvenes y tampoco teníamos noción de lo que pasaba. Yo estaba en la Policía Militar de Puerto Belgrano. Nos hicieron unas prácticas con ametralladoras y después nos sumaron al Batallón de Río Grande. Muchos de mis compañeros cayeron en combate”, dice.

En permanente contacto con otros excombatientes de toda la provincia, Palomo admite que están aquellos que superaron la guerra y otros que aún sufren. “En mi caso ya lo superé, pero la recordaré siempre”.

Hoy su inmediato anhelo es recuperar la carta que le envió su amigo levallense y que fue su “escudo” de protección en plena guerra. “Quiero tenerla, releerla, es muy importante para mí”, insiste.

Pero, a su vez, tiene otro sueño: volver a Malvinas. “Siempre digo que quiero ir a las Islas, visitar el cementerio, estar en el pozo en que estuve. Sería como un alivio, como cerrar una historia. Después, si Dios me quiere llevar, que me lleve”, finaliza Palomo.

Patricia Rossia. Redacción Puntal