Un grupo de ocho jóvenes estaban reunidos en la vía pública, detrás del Cementerio de la Concepción, cuando una camioneta color gris irrumpió en el sector y uno de los dos ocupantes comenzó a dispararles. Uno de los damnificados y los investigadores aseguraron que el responsable de los disparos actuó por celos.
Según especificaron, pretendía balear al actual novio de su expareja. Sin embargo, el menor de 14 años que ayer brindó su testimonio dijo que el supuesto destinatario del ataque no estaba con ellos.
Como consecuencia del hecho registrado el jueves a la noche en Marcos Lloveras al 1000, a metros de la Plaza de la Paz, dos sospechosos fueron detenidos en la mañana de ayer.
Por otra parte, de los tres jóvenes heridos, uno presentaba un cuadro más grave. Se trata de un menor de 15 años que sufrió lesiones en la región de la médula.
En la balacera además resultaron lesionados un joven de 20 años y otro de 14, los cuales fueron dados de alta ayer.
En tanto, con los testimonios recogidos de los testigos del episodio, los investigadores consiguieron avanzar en el esclarecimiento de lo sucedido.
Mientras, la escena acontecida anteanoche acrecentó el temor de los vecinos del sector, que ya venían reclamando por la inseguridad en el lugar.
Detenciones
Dos detenciones realizó la Policía en la mañana de ayer, después de haber efectuado tres allanamientos en diferentes sectores.
Fuentes vinculadas con la investigación confirmaron a Puntal que uno de los presos es Gustavo González (37), al que consideran como autor de los disparos y que habría sido identificado por los mismos jóvenes atacados.
El otro detenido es un hombre de 34 años, de quien no trascendió la identidad. Ambos quedaron a disposición de la Fiscalía de Cuarta Nominación, imputados como supuestos coautores de homicidio calificado en grado de tentativa.
Qué les secuestraron
Durante el operativo para atrapar a los sopechosos, los efectivos policiales secuestraron herramientas, cubiertas y autopartes. Los objetos fueron puestos a resguardo de la Justicia, considerando que podrían ser robados.
Uno de los allanamientos se efectuó en una quinta cercana al Cementerio Parque Perpetual. En ese lugar localizaron a González, sobre quien ya pesaba a esa hora una orden de detención y además incautaron ocho cubiertas, herramientas y grupos electrógenos, describieron las fuentes.
El segundo arresto fue realizado en un domicilio de calle Urquiza, donde secuestraron autopartes.
Un joven de 15 años continúa internado tras haber sido afectado por un balazo en la médula.
También procedieron a secuestrar teléfonos y un televisor. Un tercer allanamiento lo desarrollaron en calle Arturo M. Bas, pero arrojó resultados negativos. En ninguno de estos lugares lograron encontrar la camioneta utilizada en el ataque.
Temor en el barrio
Los vecinos expresaron su temor ante el nuevo episodio de violencia, que se suma a los casos de inseguridad en la zona.
En las últimas semanas se registraron robos y disparos por peleas en el barrio.
“Le tiene bronca a un chico del barrio”
Uno de los jóvenes heridos el jueves a la noche en la balacera en la zona del Cementerio aseguró que los disparos fueron hacia a ellos por error.
“Le tiene bronca a uno de los chicos del barrio, pero él no estaba con nosotros”, declaró el adolescente de 14 años en una entrevista con Puntal AM.
Según relató, el conductor de la camioneta recorrió unos cincuenta metros -de ida y de vuelta- a los tiros. Sostuvo que los balazos iban al montón y a uno de los chicos que salió corriendo.
“La bala me pega y sale, por suerte no me quedó alojada porque, si no, no sé qué hubiera pasado”, expresó el menor que fue baleado en el abdomen.
En su declaración afirmó que el ataque se produjo cuando estaban en un grupo de ocho amigos con los que se reúnen todas las tardes.
Aseguraron que el supuesto destinatario de los disparos no estaba con ellos.
Preocupación
La mamá del menor baleado expresó su preocupación por lo acontecido. “El barrio es una cosa de locos, esperemos que la Justicia haga algo”, manifestó.
Hugo, un vecino que habita la zona, también compartió su inquietud por la violencia y la inseguridad en el sector.
“No podés mandar los chicos a jugar porque se sienten los tiros, hay peleas, robos, rompen los vidrios de los autos, a mí me robaron todas las herramientas de la chata”, denunció.
“La Policía anda, pero tenés que tener mucho cuidado. No podemos salir tranquilos”, dijo.