Las imágenes son difíciles de olvidar. Una camioneta blanca que avanza como un animal desbocado, un pequeño auto que intenta resistir el embate y, en medio de ese duelo desigual, el llanto desesperado de una madre que suplica por su hijo. La secuencia quedó registrada por cámaras de seguridad y condensa, en pocos segundos, la locura de una madrugada cordobesa que pudo terminar en tragedia irreparable