Especial para Puntal
Julia Rotondi: "El objetivo es darle visibilidad al trabajo de las mujeres en el cine"
La realizadora local cuenta del ciclo de directoras de Río Cuarto que comienza esta noche en el Favio y que se extenderá durante tres jueves
Esta noche a las 21hs. en el C.C. Leonardo Favio comienza el ciclo de cine Mujeres directoras de Río Cuarto, impulsado por la Agencia Córdoba Cultura, el Polo Audiovisual Córdoba, la Subsecretaría de Cultura de Río Cuarto, la Subsecretaría de la Mujer y la directora de cine riocuartense Julia Rotondi. El ciclo estará dedicado a 3 largometrajes estrenados recientemente (tanto ficcionales como documentales): Vestigio, de Guillermina Lanfranco, Mañana tal vez, de Florencia Wehbe, y Siete ritmos, de Julia Rotondi, y se desarrollará durante los jueves de marzo. Cabe destacar que se contará con la presencia de cada una de las directoras en la sala, el día de la proyección de su respectivo film. Entrada libre y gratuita.
La iniciativa surge para visibilizar, y despatriarcalizar, el trabajo de directoras mujeres de la ciudad de Río Cuarto en el marco de las actividades y eventos propuestos para el 8M, en que se conmemora el Día Internacional de la Mujer trabajadora. El objetivo radica en exhibir y explorar diferentes miradas, contribuyendo así a brindar espacio a la capacidad, constancia, resistencia y trabajo de las mujeres en el mundo audiovisual. Además, celebrar y acompanar todas las actividades que se realizan a lo largo y ancho del país.
Programación
Hoy. 21hs. Vestigio, de Guillermina Lanfranco
En un pequeño pueblo, un escritor y un lugareño se unen para averiguar qué pasó con sus familiares desaparecidos.
16/03. 21hs. Mañana tal vez, de Florencia Wehbe
Luis es un malhumorado compositor de música jubilado que ha perdido el optimismo. La visita de su nieta Elena, una joven estudiante, resulta en principio inquietante para él. Pero esta intromisión en su vida le hará ver las cosas desde otra perspectiva.
30/03. 21hs. Siete ritmos, de Julia Rotondi
La película protagonizada por las 7 mujeres de la familia de la directora, sigue el viaje de Ceci, una joven cineasta que visita a su familia para filmar y escuchar sus secretos y visiones en torno al deseo y el amor. Experiencias atravesadas por anhelos de mujeres de distintas generaciones. En el camino aparecen fotos y videos de archivo, cartas y poemas. También pistas sobre un recuerdo de la infancia, el puente silbador, un lugar en el mar donde mágicamente se acercan las ballenas.
Palabra de directora
Julia Rotondi cuenta del ciclo, de su película y de la actualidad del cine argentino:
-¿Cómo surge la idea del ciclo de cine Mujeres directoras de Río Cuarto?
-Hace casi 2 años que volví a vivir a Río Cuarto, después de estar muchos años en Buenos Aires. Desde que estoy acá, pienso ideas y proyectos para activar movidas en torno al cine en la ciudad, y una de esas ideas era hacer un ciclo de películas dirigidas por mujeres de Río Cuarto. Le conté la idea a Diego Formía, y nos pareció que el mejor momento era concretarlo en el marco de las actividades para el 8M. A partir de ahí, me puse en contacto con mis compañeras para convocarlas con sus películas, Guillermina Lanfranco directora de “Vestigio”, y Florencia Wehbe, directora de “Mañana tal vez”. Las 3 vamos a presentar nuestras óperas primas.
Gastón Molayoli programó el ciclo para los jueves de marzo en la sala 2 del querido Centro Cultural Leonardo Favio.
-¿Cuál es el objetivo general del ciclo?
-El objetivo es darle visibilidad al trabajo de las mujeres que nos dedicamos al mundo audiovisual, llevando nuevamente nuestras películas a la pantalla del cine de Río Cuarto, convocando a realizadoras locales. Muchas veces se piensa que acá no hay quienes nos dediquemos a esta profesión.
La idea es mostrar y explorar la diversidad de miradas, lo propio, contribuyendo a dar espacio a la constancia, resistencia y trabajo de las mujeres en el cine.
Creo que está bueno también como una manera de participación activa, o activismo artístico. No sólo nos manifestamos en las calles, en las marchas, sino que también lo hacemos en lo cotidiano con nuestros trabajos y la manera de concretarlos.
-¿La intención es darle continuidad al ciclo?
-Estaría buenísimo darle continuidad. A demás para poder incluir otras películas de compañeras colegas que nos hubiese gustado proyectar también.
- Una de las películas, Siete ritmos, la dirigiste vos. ¿Cómo fue la experiencia personal de realizar un largo protagonizado por 7 mujeres de tu familia y, en general, cómo fueron las devoluciones recibidas?
-La experiencia fue hermosa, difícil e intensa. Creo que para ellas también. Había una sensación de mayor responsabilidad, sobre todo por cuidarlas, ya que tan amorosamente se subieron a la aventura del cine. La película es una docuficción, y a través de esa forma fui buscando maneras de expresar lo que me conmueve no sólo de mi entorno cercano, sino también de lo que fui encontrando en el proceso, lo que se iba revelando aún en lo que yo suponía conocido, incluso respecto a ellas. Durante muchos años filmé a mi familia en distintos momentos, en reencuentros, celebraciones, viajes, ratos compartidos de nuestra intimidad, conversaciones y silencios. Había algo que me gustaba de ellas que salía a la superficie cuando las filmaba, y a la vez, ellas se iban acostumbrando a la presencia de la cámara. Algo de registrar lo inmediato y lo conocido al principio, se fue transformando en un interés concreto de hacer una película con las siete mujeres de mi familia, motivada y conectada también con las fantasías sobre los secretos y lo que se da por sobreentendido en los vínculos, y la tentación de seguir descubriéndonos en la búsqueda constante de la propia identidad.
La película siempre fue muy bien recibida y las devoluciones fueron positivas. Las protagonistas en la película cuentan lo que piensan y creen a cerca del deseo y el amor. En estos testimonios transgeneracionales encuentro un reflejo de los cambios sociales de las últimas décadas en torno a estos temas. Y creo que eso genera empatía y reflexión.
-Tanto en el cine como en otras artes, las mujeres tienen cada vez más protagonismo. Se avanzó mucho, pero todavía falta ¿verdad?
-Se viene avanzando pero todavía falta. Creo que estamos en un momento en que hay más mujeres y diversidades ocupando las actividades, pero el poder sigue siendo patriarcal, machista, mercantilista. Todavía molesta que las mujeres ocupemos lugares en donde tenemos el poder de decisión.
Desde el “Ni una menos”, la lucha por el aborto legal seguro y gratuito, los encuentros de mujeres en el país, por mencionar algunos hechos más recientes, se han producido cambios en las construcciones sociales.
En el caso del cine, las mujeres estamos generando un cambio en el panorama del cine nacional, pero creo que aún hay un largo camino por recorrer.
-En el estreno de Paula, Florencia Wehbe pedía que nos enamoremos del cine argentino. ¿Cuesta aún mucho que el público apoye las producciones argentinas?
-Por lo general el público mira más las películas protagonizadas por actrices y actores muy famosos. Pero existe un circuito de cine en salas alternativas que programan películas argentinas de cine más independiente o cine de autor, y que tienen su público y convocan.
También es cierto que hay un fenómeno que sucede, y que tiene que ver con una suerte de canon estético y narrativo de las series y películas de las grandes plataformas que son muy consumidas. Pero en esos formatos suele ser difícil encontrar indicios de lo identitario, de lo que nos es propio. Y eso genera un modelo a seguir que asegura el supuesto éxito y es una pena.
Creo que quienes queremos contar historias, tenemos que hacerlo desde lo que nos conmueve, nos interesa, desde nuestras maneras de ver y relacionarnos con el mundo que nos rodea. Ahí está lo particular. Las historias de algún modo pueden ser siempre las mismas. Pero la manera de contarlas y de particularizarlas es el desafío.