Es lo primero que ves al empezar tu día y lo último que tus ojos ven antes de cerrarse. El dormitorio es ese espacio del hogar encargado de resguardar nuestro descanso. Es tu templo, el lugar en el que más seguro te sentís del mundo y se merece que prestes especial cuidado a la hora de diseñarlo. ¿Sabías que la deco de tu dormitorio puede ser en gran parte responsable de que tengas un buen o mal descanso? Leé esta nota en la que te dejo varios tips para hacer de tu dormitorio un oasis donde puedas desconectar del estrés diario.
Color
Existe la falsa creencia de que pintar de blanco el dormitorio es la mejor opción porque “combina con todo”. El blanco en exceso puede resultar frío. En cambio, te propongo usar colores como los azules, algunos verdes o un lavanda suave, colores serenos que propician el descanso.
No olvides los tonos pastel, son más fáciles de combinar gracias a la cantidad de blanco que incluyen en su composición y que les aporta luminosidad.
Si te gustan los colores más intensos, te recomiendo usarlos en poca proporción, en la pared del cabecero, por ejemplo, o en pequeños detalles decorativos.
Mobiliario
Aún quedan en muchas casas los famosos muebles “wengue” que supieron ser la estrella de alguna temporada pasada. Las maderas oscuras no están recomendadas en dormitorios, ya que pueden resultar agresivas visualmente y dan la sensación de reducir el espacio.
Si sos dueño de uno de estos ejemplares y quisieras cambiarlo, podrías recurrir a una intervención de los mismos, pintándolos, por ejemplo. Si en cambio estás pensando en adquirir nuevos muebles, lo recomendable es que elijas maderas o materiales en colores claros.
Cama
La cama es la protagonista del dormitorio y, si bien en los últimos años no ha parado de crecer, más grande no significa mejor. Si tu dormitorio es pequeño, una cama demasiado grande saturará el espacio y además dará la sensación de que la habitación es aún más pequeña.
Antes de ir a comprarla medí tu cuarto e incluso podés probar cómo quedaría dibujando su silueta en el suelo. Te recomiendo dejar un paso alrededor de al menos 70 centímetros.
Ojo con las proporciones
Si estás pensando en redecorar tu dormitorio, siempre es preferible adaptarse a lo existente y no comprar por impulso muebles que nos encantan o que están de moda. Un dormitorio pequeño con muebles demasiado grandes no solo resultará incomodo, sino que dará una sensación de encierro, contraproducente para el descanso.
Lo mismo ocurre cuando tenemos una habitación de grandes dimensiones, pero despojada de muebles o con mobiliario que “baila en el espacio”. Comprar a conciencia es la clave, te recomiendo armar listas y tableros de inspiración, que tengas a mano a la hora de hacer tus compras.
Textiles
A veces rezagados, pero de suma importancia. Los textiles son las vestiduras de tu dormitorio, no los subestimes. Te recomiendo utilizar como base colores neutros: para cortinas, alfombras y cubrecamas. Podés jugar y dar impacto con accesorios más pequeños, por ejemplo, almohadones, que pueden tener fundas intercambiables para que varíes los colores de temporada.
Evita comprar los juegos de dormitorio
Si bien parece una fórmula que nunca falla, caemos en el error de comprar muebles estandarizados que no siempre son los adecuados para nuestros espacios. Al fin y al cabo, decorar tu dormitorio es un acto muy personal y es necesario pensar en todos los detalles que querés incluir o no en esta habitación tan importante.
Si sentís que te excede siempre podés recurrir a un profesional que te ayude a encontrar tu propio estilo y a darte ideas que se amolden perfectamente al espacio que tengas disponible.
POR: ARQ. ANTONELA VARRONI - Mat. 1-11936
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