Las estaciones de servicio aseguran que el faltante de combustible las sumergió en la peor crisis en muchos años, pero en paralelo afirman que lo peor está por delante.
Con un abastecimiento muy limitado de combustible, especialmente gasoil en sus versiones regular y premium, y una entrega de naftas con cupos por parte de las petroleras, muchos de los surtidores pasan parte de la semana vacíos. Especialmente en el interior, en las rutas y pueblos. Allí es donde más se nota, además porque la presión de la demanda creció con fuerza en las últimas semanas cuando la cosecha gruesa empezó a abrir su ventana y el campo se puso en movimiento. Pero esa etapa de recolección de granos está comenzando y es lo que lleva a imaginar a los estacioneros que todo puede agravarse en las próximas semanas.
“Genera algo de tristeza porque es algo que nosotros creemos que se podría haber evitado”, advierte Gabriel Bornoroni, presidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (CECHA) en diálogo con Puntal.
El empresario cordobés describió la situación actual como de “desabastecimiento de todas las compañías y cupos en todas las marcas. Si uno va a la ciudad hay producto, pero si uno va al interior se ve a los mayoristas y las estaciones de servicio blancas especialmente desabastecidos. Y esto a medida que vaya la cosecha intensificándose habrá más faltante”, advirtió Bornoroni.
Para el dirigente, no hay dudas de que “hay más faltante en las rutas y en los pueblos y pequeñas ciudades del interior”.
-Además de gasoil, ¿falta nafta?
-El faltante de nafta es imperceptible para el consumidor por el momento porque nos están poniendo cupos para la entrega, pero por ahora alcanza.
-¿Pero creen que también puede faltar?
-Si uno tiene cupos es porque no puede vender más que ese límite puesto por la compañía, y si en algún momento una estación tiene la posibilidad de vender más no va a poder porque no va a tener combustible disponible. En ese momento vamos a ver faltante.
-¿Por qué falta combustible?
-No hay suficiente porque el 20% de lo que consumimos lo importamos y mientras acá tenemos un barril de petróleo en 58 dólares, en el mundo vale el doble. Cuando alguien tiene que importar ese 20% lo tiene que comercializar en el país a pérdida; son 38 pesos de diferencia por litro; eso es lo que perderían las petroleras si hacen eso. Entonces las compañías no están interesadas en importar y hay desabastecimiento.
-No cierran los números...
-Hace un año y medio que tenemos precios congelados y el aumento fue de un 34%, cuando la inflación en un año fue más del 50%. Y el barril de petróleo subió mucho más en el mundo. Entonces hay un problema de desabastecimiento porque no compran ese 20% de importación.
-Si hubiera más precio, ¿habría combustible?
-Infiero que las petroleras quieren vender más, hacer negocios, por lo tanto si hay más precio y dejan de perder con la importación, probablemente la cosa mejoraría.
-¿Cómo están las estaciones de servicio frente a esto?
-El negocio está en la peor crisis en muchos años. Ahora se abrió nuevamente paritarias y el año pasado dimos 55% de aumento cuando nosotros tuvimos una actualización de un 20%. Entonces estamos totalmente descalzados y las compañías petroleras no nos dan más comisiones que las que tenemos desde hace 10 años y se genera un malestar importante.
¿Y qué avizoran hacia adelante?
-No quiero ser pesimista, pero no lo veo positivo, lo veo negativo. Creo que se va a ir agravando especialmente en el invierno.
Según el Centro de Almaceneros, los alimentos subieron 9,73% en marzo
La canasta de alimentos en la provincia de Córdoba aumentó 3,45% en enero, 6,14% en febrero y alcanzó los 9,73% en marzo, según el Centro de Almaceneros, lo que muestra un ascenso vertiginoso y sin pausa de los artículos esenciales.
Por este salto, una familia tipo requiere de poco más de 46 mil pesos por mes para alimentarse, lo que representa a unos 14 mil por persona, según la misma entidad. En los tres primeros meses del año ese valor aumetó 22%.
Por su parte, el conjunto de bienes y servicios tuvieron un alza promedio del 6,35%. Ese nivel inflacionario consolida el repunte iniciado en septiembre, cuando comenzó una tendencia alcista. Esto implica que la curva hacia arriba lleva ya siete meses sin pausa.
Por eso, para cubrir la canasta total, una familia de cuatro integrantes necesita de 94.578 pesos; mientras que una persona requiere de 30 mil pesos.
Hay allí otro dato preocupante: la suba interanual fue superior en la canasta de alimentos que en la total. En la primera hay mayor impacto en los sectores más vulnerables, y son los que se llevan la peor parte ya que sufrieron un alza de precios del 57,16% frente al 53,58% de la segunda.
Vale recordar que el Salario Mínimo Vital y Móvil tuvo un alza a partir del 1° de abril -tendrá otras tres hasta fin de año- y alcanzó los $ 38.940. Mientras que en el caso de la jubilación mínima, que cobra el grueso de los pasivos en el país, es de $ 32.630,40 desde marzo. Ahora, el Gobierno anunció que pagará este mes un bono por única vez de 6 mil pesos para intentar compensar el desajuste inflacionario.
Lo cierto es que la escalada de precios también generó severas dificultades en los cordobeses para comprar los alimentos. El Centro de Almaceneros realizó una consulta para conocer quiénes habían tenido dificultades para poder comprar alimentos: el 40% admitió que no pudieron acceder totalmente a la canasta básica. De allí se desprende otro dato sintomático: el 72% cubrió el costo de alimentos con ayuda del Estado, a través de algún plan o programa.
Gonzalo Dal Bianco. Redacción Puntal