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Entre la herencia y la diferenciación

De Rivas afronta el déficit que recibió de Llamosas. Diseñó una suba de impuestos para 2025 que, por ahora, la oposición no cuestiona. El transporte, una oportunidad para construir un perfil propio

Demoró más de lo que el gobierno nacional había prometido al principio. No hubo rebote en v ni la actividad económica explotó de un día para otro, como vaticinó Javier Milei. Sin embargo, tímidamente, la economía está dando indicios de recuperación.

Todavía no puede hablarse de un proceso pero sí de algunos datos que marcan un cambio de tendencia. En Río Cuarto, por ejemplo, las ventas, que en el relevamiento del Centro Empresario cayeron durante 28 meses consecutivos y que este año llegaron a padecer derrumbes del 20 por ciento, en octubre estuvieron por encima del mismo mes del año anterior. Fue apenas el 1,81 por ciento pero más que la cifra en sí lo interesante será observar si es el inicio de una reversión o apenas una excepción. En el Cecis creen que no se trata de un veranito sino de la entrada a una época de mayor consumo.

Las explicaciones son dos:hay sectores que están recuperando poder adquisitivo y el crédito está comenzando a resucitar. Es un escenario dispar, con algunos rubros que no levantan y con grandes franjas de la población que están casi vedadas de acceder a un consumo que trascienda lo alimentario;sin embargo, alcanzó para quebrar un declive en la actividad comercial que se sostuvo durante más de dos años.

Esas mejoras, que también empiezan a registrarse a nivel provincial y nacional, pueden tener, como siempre, impacto político. Para Milei, indudablemente, porque ha recuperado en los últimos dos meses el nivel de imagen positiva que había perdido. Justo, además, cuando el país ingresa en el período preelectoral para las legislativas de 2025. El Presidente necesita que haya una reacción en la economía, aunque sea menos vigorosa de la que esperó, para sostener sus chances de incrementar la tropa legislativa y, sobre todo, para disminuir el riesgo de que el malhumor social alimente a una oposición que hoy continúa desorientada y dispersa.

Pero no sólo Milei repasa los números de la economía. Cada gobernante se encuentra en la misma situación. Martín Llaryora, por ejemplo, se enfrenta a un escenario de dos caras:si la economía crece, podrá sostener su plan, pagar sueldos y jubilaciones sin sofocones y avanzar en las obras públicas;pero, a la vez, una recuperación reforzará la imagen del Presidente y hará más complejo construir una opción electoral, sobre todo en Córdoba, que adopte algunos conceptos del libertario pero se diferencie en otros. Se le facilitará el gobierno, pero se le complicará la política.

En Río Cuarto, en el Palacio Municipal, la gestión de Guillermo De Rivas, que lleva algo más de cuatro meses, también asienta sus previsiones para 2025 en una salida de la recesión. Si así fuera, le permitirá transitar su primer año completo, y su primer presupuesto, con menos estrecheces que con las que comenzó. El actual intendente, sin poder decirlo, heredó una caja exhausta y un déficit que arrancó en los últimos tres meses de Juan Manuel Llamosas y se profundizó en el primer trimestre de la actual gestión.

De Rivas aplicó un ajuste de gastos de 300 millones de pesos mensuales pero el impacto nunca es inmediato. Con suerte, el resultado empezará a reflejarse en los informes de ejecución presupuestaria recién en el último trimestre de este año.

Las señales de alarma que se encendieron entre abril y junio, cuando la Municipalidad acumuló un déficit corriente de 1.900 millones de pesos, se mantuvieron y se acrecentaron en el trimestre posterior: en julio, agosto y septiembre, el rojo saltó a 2.383 millones de pesos; es decir, 794 millones por mes.

Esa cifra evidencia la complejidad del cuadro económico-financiero que De Rivas tiene entre manos. Con un agravante: desde la Provincia le ratificaron que no hay que esperar fondos del gobierno nacional para el año próximo y que la propia gobernación será selectiva a la hora de gastar. De ahí que el intendente haya planteado un presupuesto para 2025 basado en la autonomía financiera. Esto es, la Municipalidad debe equilibrar lo que recauda con lo que gasta, lo que pagan los contribuyentes debe solventar los servicios que se prestan.

¿Qué implica en la práctica?Un aumento de impuestos;en algunos casos considerable. Los técnicos de Economía fueron al Concejo Deliberante a explicar el presupuesto y admitieron que habrá subas de hasta el 500 por ciento.

De Rivas se encuentra ante una situación de doble sentido. Por un lado está obligado a ordenar las cuentas porque, de lo contrario, al menos en su primera etapa tendrá una gestión sumamente condicionada. El intendente parece tenerlo claro y por eso decidió avanzar en la suba de impuestos, aunque contenga el riesgo de pagar un costo ante la población.

Pero, además, políticamente el inicio de un mandato parece ser, como siempre se dice, el momento adecuado para tomar las decisiones más antipáticas. Porque es un gobierno que recién asume y todavía tiene crédito por gastar y, además, porque las elecciones están convenientemente lejos.

Para De Rivas, el proyecto de presupuesto, que se tratará en primera lectura el jueves, tiene relevancia económica y política. Porque le definirá de ahora en más el perfil como gestión, ya sea en el manejo de los recursos como en la capacidad de concretar programas y proyectos, y, en lo político, porque le permitirá terminar de convertirse en algo propio, en una concepción de gobierno y de liderazgo centrada en sí mismo y no como continuidad de la gestión que pasó.

En ese plano, en el político, De Rivas tiene una ventaja similar a la que goza Milei: tiene a una oposición disgregada, sin una conducción definida y sin un perfil de liderazgo y discursivo que se posicione coherentemente ante el gobierno.

La discusión sobre el presupuesto será un momento importante. Porque mostrará dónde está parada la oposición. Por el momento, medio por convicción, medio por la asunción de debilidades propias, no surge desde el Concejo una voluntad de confrontar con De Rivas ni de hacerle pagar discursivamente el aumento de impuestos. En Primero Río Cuarto, por ejemplo, no surgen demasiados reproches al criterio que está establecido en la rezonificación del Inmobiliario. “Si te ponés a ver, que alguien pase de pagar 800 pesos a 6.000 es, porcentualmente, una barbaridad. Pero son 6.000 pesos por todos los servicios;no te comprás ni una pizza con esa plata”, deslizaron en el bloque.

Es decir, en la bancada donde predomina el radicalismo no se percibe, al menos por ahora, un discurso combativo ni especialmente crítico. Si es así, ¿qué puede hacer el segundo bloque opositor, referenciado en Adriana Nazario? ¿Va a tener, desde el peronismo, una posición más dura que el radicalismo? La Fuerza del Imperio del Sur tiene problemas para contener a sus cuatro concejales pero, además, aparece en una posición política incómoda. Su líder, que salió tercera en la elección y que carga con el lastre de haber quebrado al peronismo, parece casi haber abandonado la política. No conduce a su agrupación al menos públicamente y apenas si tiene alguna aparición esporádica. Su actividad más visible en el último mes fue participar en una caminata perruna. Es difícil imaginarla protagonizando desde ese lugar un nuevo proyecto para dentro de cuatro años. ¿Pero qué va a hacer? ¿Tratar de volver al peronismo o sostener su proyecto personal hasta donde pueda?La diagramación de la estrategia parece haber quedado para sus sucesores.

De Rivas tiene, en ese plano, en la amenaza potencial que suele representar la oposición, un primer tramo de gestión sin mayores inconvenientes ni sobresaltos. Los desafíos le llegan más desde adentro que desde afuera. Uno es, como ya se dijo, el ordenamiento de las cuentas. Otro es el proceso de diferenciación.

Y el intendente está usando algunos temas estructuralmente trascendentes para construir su propia personalidad como gobernante. Un eje que está tratando de instalar como contrapuesto al estilo de Llamosas es la voluntad de decisión. Lo hizo, por ejemplo, en el transporte. El gobierno municipal eliminó, por ahora sólo en Banda Norte, una de las innovaciones más antipáticas que había incorporado el nuevo sistema:los trasbordos. Y no lo hizo solamente por las quejas de los usuarios sino con la intención política de marcar una separación con respecto al gobierno anterior, aunque en otros aspectos haya líneas de continuidad. “No nos va a temblar el pulso para cambiar lo que haya que cambiar”, suele decir De Rivas.

Los funcionarios remarcan además otro aspecto en la negociación por el transporte:la empresa se comprometió a incorporar 15 colectivos cero kilómetro. “Antes nadie se lo había exigido a pesar de que está en el pliego”, señalan.

Políticamente, a De Rivas no parece preocuparle tanto la oposición como mostrar que la anterior versión del peronismo quedó atrás.