“Soy como vos, ocupo el mismo mundo, compartimos una familia, ve en mí a la persona, una misma persona como vos, soy tu espejo, pisamos el mismo suelo, compartimos el mismo aire que nos mantiene vivos. Soy ese humano que camina los mismos lugares que vos... Si no me aceptás como persona que soy, no puedo entregarte las herramientas para que me ayudes, puedes abrazarme o ignorarme, verme invisible decimos nosotros, tienes todo el derecho de decidir cómo vivir tu vida, si no me tomás en cuenta, tus acciones determinarán el camino de tus generaciones, no las mías”, expresa Sergio Adrián Cena en una de sus publicaciones en el marco del Día Internacional de las Personas en situación de Discapacidad, quien es presidente de la Asociación Civil “Un Minuto para Ver”.
Desde estas palabras de la realidad de las personas con discapacidad en su vida diaria, Cena apunta a la importancia de la inclusión y de igualdad en la sociedad.
“Utilizás diferentes términos para dirigirte a mi persona; ciego, inválido, discapacitado, pobre ser, invidente, abandonado y toda terminología destructiva y obsoleta o relacionada a mi ausencia. Te invito a cambiar tu mirada, a permitirte ayudarme y ayudarte, no somos seres invisibles”, dijo el referente de “Un Minuto para Ver”, quien comenta que salir a las calles es una situación muy decepcionante para él y la falta de empatía que se encuentra día a día con algunos sectores de la sociedad.
Por esto, la asociación civil tiene como objetivo visibilizar cómo viven las personas con visión reducida, además del compromiso social que debe ser trabajado en cada una de las discapacidades, para construir una sociedad más inclusiva y adaptada para quienes padecen ciertas patologías.
Este año, con múltiples participaciones a eventos sociales en la ciudad, como lo fue la Feria del Libro, siendo el primer stand de escritura braille en dicho evento, los integrantes de “Un Minuto para Ver” han dado cátedra y conocimiento a quienes se han acercado a su espacio, donde allí expusieron cartas, libros, frases; todas escritos en sistema de braille.
“Regalábamos papeles con fragmentos o sus nombres en braille, así mostramos y difundimos la manera en la que nosotros leemos y escribimos. La sociedad tenía curiosidad para poder ayudarnos y avanzar ellos como persona como sociedad misma”, enfatizó Cena, quien también comentó que tuvieron la iniciativa de realizar un espacio en la Plaza Roca y enseñarles a aquellos que se acercaban con curiosidad sobre el sistema de cecografía.
A su vez, manifestó que las bibliotecas públicas de la ciudad no cuentan con materiales en sistema de braille, por lo que trabajarán de manera articulada con la Biblioteca Personal Juan Filloy C.C. Trapalanda.
Además con Apadim, quienes le ofrecieron compartir su espacio a la asociación “Un Minuto para Ver” y trabajar de manera conjunta en talleres de braille, manualidades y artesanías.
“Dentro de este proyecto amplíamos cada vez más el campo de acción de la asociación, sumamos ahora a una profesora de lenguaje de señas y estamos en búsqueda de un profesional que trabaje con personas con diferentes situaciones de discapacidad”, remarcó Cena.
El deporte lo cura todo
Desde la Asociación “Un Minuto para Ver”, los integrantes trabajan juntamente con la Escuela de Básquet Adaptado para personas ciegas de Río Cuarto; cabe destacar que sólo hay tres escuelas en todo el país.
“Hemos recorrido otras instituciones de pueblos cercanos, mostrando la práctica del deporte en la base mental, psicológica, social y personal de la persona con discapacidad, eso ayudó muchísimo y fue muy gratificante de ambas partes”, precisó Cena, quien hizo hincapié en que participan de los Córdoba Juega.
A su vez, han visibilizado los deportes adaptados en colegios y clubes deportivos de la ciudad y de la región, los que se interesaron en la formación de una persona en situación de discapacidad dentro de un deporte grupal.
Las personas en situación de discapacidad entienden su estado, la disfruta o la reniega pero lo acepta, señaló Cena apuntando al deporte o actividades extracurriculares, el deporte adaptado es salud, no sólo de manera física, sino también mental, ayudando a mejorar su estado de ánimo y genera un desarrollo social y personal en cada uno de ellos.
“Dentro de la inclusión, uno de los horizontes de la asociación es trabajar con las familias de cada uno y con la sociedad. No hace falta tener una discapacidad para saber de ella, compartir con todos genera una empatía en la comunidad y logra descubrir herramientas para poder compartir con las personas en situación de discapacidad”, expresó Cena, quien además remarcó que es un tema pendiente la modificación en el sistema educativo para que se abarque en estas instituciones la inclusión, las herramientas y la información sobre las personas en situación de discapacidad para poder construir una sociedad más amigable y comprensiva.