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La construcción, golpeada por los costos en dólares y la incertidumbre

El metro cuadrado pasó de 500 o 600 dólares a más de 1.000;además, la falta de definición con respecto al valor que tendrá la divisa norteamericana tras la salida del cepo dificulta la puesta en marcha de proyectos nuevos

La construcción es el único sector de la industria riocuartense que continúa en rojo. A pesar de que los demás rubros se han ido reactivando, ese termómetro de la actividad económica sigue en caída:según el último relevamiento del Centro Empresario, en febrero bajó otro 5,51 por ciento.

¿Por qué ocurre? ¿Por qué la construcción sigue en declive, incluso cuando se la compara con un año malo como el 2024?

Hay varios factores pero dos son los principales. El primero es que, medidos en dólares, los costos se han disparado en los últimos tiempos. El segundo es que la incertidumbre económica, sobre todo por la política cambiaria, sigue impidiendo que proyectos de envergadura, que requieren grandes inversiones, se pongan en marcha.

Hoy, cuesta vender departamentos en pozo por el alto costo de construir.

Atilio Lunardi, expresidente del Cecis y empresario de la construcción, detalló su visión de lo que está ocurriendo en el rubro.

“Uno de los temas que afectan es el costo de los materiales que, a pesar de que algunos bajaron y se fueron acomodando, en la relación con el dólar están altos. En otras épocas podías tener un costo de construcción de 500 a 600 dólares el metro cuadrado y ahora hay que pensar en más de 1.000. Esto hace que, frente a todas las incertidumbres que todavía hoy existen, como por ejemplo el valor definitivo del dólar una vez que se abra el cepo, entonces por ahí no se quiera recurrir a los ahorros que normalmente son en dólares. Eso hace que no se definan muchas inversiones en construcción”, indicó Lunardi.

- Además de los proyectos privados, ¿también afecta a la construcción de torres?

- En el caso de los edificios nuevos también está el problema de que hay mucho edificio existente terminado que compite con los proyectos nuevos. El terminado muchas veces se compró en un valor que estaba relativamente bajo, 50 mil o 60 mil dólares por un departamento de un dormitorio, incluso se llegaron a vender a 40 mil. Entonces, a quien compró a ese precio por ahí le sirve venderlo ahora en 50 o 60 pero no sirve para reponer el departamento porque una unidad nueva de esas características debería estar mínimanente en 80 mil dólares. Esa situación deja fuera de escala a los departamentos que están por construirse. Cuesta vender los departamentos en pozo o nuevos que se están ejecutando y eso limita el flujo de fondos.

En cuanto a la decisión de la Nación de frenar la obra pública, Lunardi dijo que acotó el mercado: “Hay empresas constructoras de nuestra ciudad que hacen obra pública no sólo en Río Cuarto sino en otros lugares. Al haber menos obra pública, hay menos actividad pero además empresas que trabajaban sólo con obra pública deben volver a la obra privada y compiten con las que antes tenían ese nicho de mercado”.