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Inició el juicio del crimen del padre "Coqui": debaten si fue en un robo o por su prédica contra la droga

El fiscal Rivero sostuvo ayer que el homicidio se dio en un asalto. Para la defensa, fue una represalia de grupos vinculados al narcotráfico en Mackenna. Enrique Tedesco y Víctor Agüero son los dos acusados

Después de una varias postergaciones, comenzó ayer el juicio por jurados populares del crimen del padre Jorge “Coqui” Vaudagna, caratulado como homicidio en ocasión de robo. Enrique Antonio Tedesco (50), cuyo ADN apareció en la escena del hecho, y Víctor Agüero (48), localizado allí por su teléfono celular, están sentados en el banquillo de los acusados.

En la primera audiencia, declararon 9 testigos, entre ellos un hermano del sacerdote y un periodista cercano a él, que aportaron detalles de la personalidad y costumbres del fallecido, y de todo lo que pudieron ver y oír de primera mano.

El arranque del juicio, que estaba previsto para el 4 de septiembre, se postergó primero al día siguiente y luego hasta ayer por pedido de la Fiscalía de Cámara.

El homicidio se registró la noche del 27 de octubre de 2020 en la casa parroquial de Vicuña Mackenna, y la acusación es que lo mataron en medio de un asalto. Un dato significativo es que el primer imputado fue el trabajador rural Nicolás Arias, que estuvo detenido 11 meses y al final quedó desvinculado del proceso en 2021.

Víctor Agüero, puntano de 50 años de edad, fue el único de los dos acusados que declaró en la primera audiencia cuando le dieron la palabra. Dijo que no estaba en el lugar del hecho al momento del crimen, e incluso aseguró que “nunca” estuvo en Vicuña Mackenna.

Indicó además que siete meses antes del hecho había perdido su teléfono celular, por el que luego lo ubicaron cerca del lugar y en el momento del crimen.

Por su parte, Enrique Antonio Tedesco, de 48 años, incriminado por la presencia de su ADN en un barbijo secuestrado en la escena del crimen, no hizo ningún tipo de manifestaciones ante el tribunal.

Antes, en su alegato inicial, el fiscal de Cámara Julio Rivero abonó ayer la hipótesis del homicidio en ocasión de robo, con la que el caso fue elevado a juicio por su par de instrucción, Daniel Miralles.

Apuntó contra la acusación

Por su parte, el abogado defensor de ambos acusados, Cristian Falco, apuntó contra la acusación, para sostener que el hecho no fue en ocasión de robo, sino que al sacerdote lo mataron por su prédica contra el uso de drogas y de quienes vendían estupefacientes en Vicuña Mackenna.

Luego, durante la exposición de Fabián Vaudagna, hermano del fallecido y primer testigo del debate, el fiscal Rivero preguntó si el párroco habitualmente manejaba dinero y si, más allá de eso, estaba al tanto del rumor en ese mismo sentido que circulaba en Vicuña Mackenna.

Además, se interesó por el temperamento de su hermano, al que definió como “un gringo bravo”, que seguramente se habría resistido a un ataque como el que sufrió hace casi tres años.

También declaró Oscar Mana, periodista, amigo y colaborador del padre Vaudagna, quien estuvo con él hasta momentos antes del crimen y que, además, fue uno de los primeros en llegar a la casa parroquial al conocer que algo había pasado con el sacerdote.

El tribunal y los jurados populares escucharon además a varios de los testigos presenciales del hecho, como los vecinos del sector que escucharon las detonaciones de los disparos, los que vieron personas salir de la casa parroquial, los primeros en llegar allí y dos policías comisionados al lugar del homicidio.

Cómo sigue

En total, se tomaron 9 testimonios durante la audiencia de ayer, tras lo cual se pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, con la previsión de que expongan un número similar de testigos convocados por la fiscalía de cámara.

Mañana, en tanto, procederán a la lectura de la prueba obrante en el expediente a los jurados populares, para retomar los testimonios el jueves y llegar al viernes, según lo previsto, con los alegatos finales y el veredicto.

Padre Jorge Basso: Inicia el juicio del crimen del padre Coqui