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El Coro Universitario en Buenos Aires

La directora Verónica Baldassarre repasa lo vivido en Capital Federal.

El Coro Universitario dirigido por la profesora Verónica Baldassarre, dependiente del Departamento de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de Río Cuarto, realizó una serie de Conciertos en la ciudad autónoma de Buenos Aires los días 16 y 17 de noviembre. El primer Concierto, el sábado 16, tuvo lugar en el Salón Dorado del emblemático edificio histórico ubicado en la Avenida de Mayo al 500 donde funcionó el ex diario La Prensa, hoy Casa de la Cultura. Inaugurado en 1898 este edificio fue declarado Monumento histórico Nacional en el año 1985. Grandes figuras de las artes y las letras, tanto argentinas como extranjeras pasaron por este Salón Dorado como es el caso de Jorge Luis Borges, Ortega y Gasset y el tenor lírico Enrico Carusso entre otros. Actualmente se ofrecen Conciertos gratuitos y Ciclos corales como del que participó el Coro Universitario de Río Cuarto. En esta oportunidad el Concierto fue compartido con el Coro del Ministerio de Educación bajo la dirección de Mariano Manzanelli. Ante un numeroso público el Coro Universitario interpretó obras del repertorio coral universal como así también de música argentina y latinoamericana.

El domingo 17 el Coro realizó dos presentaciones en la Iglesia Presbiteriana ubicada en el Barrio de Belgrano al mediodía y en la Iglesia San Andrés del centro. Allí el Coro abordó obras sacras como Bogoroditse Devo de las vísperas de Sergei Rachmaninoff, Salmo 43 de Félix Mendelsohn, Lacrymosa de Calixto Álvarez, entre otras.

“La respuesta del público en cada uno de los Conciertos fue muy cálida quedando demostrada una vez más la capacidad del Coro para transmitir las emociones que la música de por sí presenta”, le aseguró a Puntal Baldassarre.

Además de los Conciertos realizados representando a la Universidad Nacional de Río Cuarto como verdadero embajador cultural, el elenco realizó visitas guiadas al CCK y al Teatro Colón. En este último se le permitió al Coro cantar una obra en la sala mayor para comprobar la acústica, lo cual fue una experiencia “muy emotiva e inolvidable para cada uno de los integrantes”, rememoró y agregó: “Cantar en lugares tan imponentes es una experiencia única para un grupo que trabaja todo el año ensayando y dedicando tiempo y esfuerzo para crecer como músicos y como artistas. Estos viajes son de vital importancia para un elenco porque brindan la posibilidad de vivir momentos inolvidables, permitiendo compartir tiempo juntos, lo que aporta al crecimiento de las relaciones humanas dentro grupo”.

Sobre cómo surgió la posibilidad de los conciertos, contó: “Estuve en Semana Santa en Buenos Aires y entré al hall de la Casa de la Cultura, hice una visita guiada y cuando me muestran el Salón Dorado quedé impactada con semejante sala. Es una sala majestuosa, tiene un piano de cola y me dije: ‘Quiero traer al Coro a cantar acá’. El mismo guía me dio el mail de la persona encargada que casualmente es de Córdoba. Me dijo que toda la programación del año ya estaba cubierta, pero como es de Córdoba y tiene un afecto especial por los cordobeses nos consiguió una fecha. Surgió por un sueño mío de llevar al Coro a cantar a ese lugar que es realmente mágico y conté en el concierto que a veces cuando uno sueña algo y se lo propone se puede lograr”.

“Estamos muy contentos con el Coro –completa- porque fuimos casi todos, más de 50 personas en este momento difícil económico y para muchos también fue conocer Buenos Aires. Los viajes tienen eso, que la gente pueda conectarse con lugares emblemáticos de nuestro país”.