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Por segundo mes, se desacelera un indicador que ajusta los alquileres

Es el ICL, elaborado por el Banco Central, que marcó un aumento anual de 243, 16 por ciento en septiembre, pero bajó a 237, 9 por ciento para octubre próximo. La comparación intermensual sigue en alza, pero se va frenando

Por segundo mes consecutivo, se desacelera un indicador clave que se usa para ajustar el precio de los alquileres. Se trata del Índice de Contratos de Locación (ICL), elaborado por el Banco Central, que tuvo un aumento anual de 243,16 por ciento en septiembre pero bajó a 237, 9 por ciento para octubre próximo. La comparación intermensual sigue en alza, pero se desacelera lentamente, y en la previsión del mes que viene cae un punto porcentual.

Con este dato, algunos operadores inmobiliarios se muestran entusiastas y creen que podría marcar una mejora mayor a futuro.

“Este índice se creó en julio del 2020, en pandemia, y es la primera vez que baja en cuatro años. Bajó 7 puntos desde el último mes en que se actualizó, que es septiembre”, sostuvo al respecto el inmobiliario Fabio Luzcubir.

¿Por qué baja? El ICL está atado a dos variables, asegura el profesional: los salarios de los empleados estatales y el Indice de Precios al Consumidor. “Seguramente, debe tener que ver con que están más quietas esas dos variables”, señaló.

En enero de este año, el ICL estaba en 137 puntos porcentuales, pero saltó a 247 por ciento en agosto último. “Ese 100 por ciento de aumento hizo mucho daño en los alquileres y se debe al aumento de las variables salariales”, acotó Luzcubir.

Cómo se actualizan los contratos

El inmobiliario destacó que, por usos y costumbres, los contratos se establecen con una duración de dos años y ajustes cuatrimestrales sobre la base del Indice de Precios al Consumidor. “No por el ICL, que les hizo daño a todos estos últimos contratos porque aumentó demasiado en cuatro meses”, añadió Luzcubir.

Algunas ventas

En cuanto a las ventas de propiedades, Luzcubir indicó que ya se ve una cierta reactivación del mercado, con el resultado de algunas operaciones concretadas, sobre todo las de montos no tan abultados.

De enero a agosto, el índice que ajusta el alquiler pasó de 137 al 247% de suba.

“Está faltando que se termine de estabilizar el dólar y que saquen el cepo cambiario para que haya ventas normales en cualquier inmobiliaria. Algunos inmuebles relativamente baratos se están vendiendo”, apuntó el profesional inmobiliario.

Lo que dicen los números

La lectura de los indicadores muestra una baja en los porcentuales de ajuste cuando la medición es respecto a 2023. El cambio más evidente en la tendencia surge de la comparación anual, para lo cual hay que tener presentes los últimos números de la serie.

La suba estipulada para el mes en curso, septiembre, arrojó un incremento anual del 243,16 por ciento sobre el precio de los alquileres. Pese a lo abultado del porcentaje, marcó el final de una curva ascendente de ocho meses consecutivos, con pico en agosto pasado (247,56 por ciento).

Ahora, esa tendencia se consolida, dado que el aumento de los alquileres establecido por el ICL de octubre -siempre mirando la variación respecto de igual mes del 2023- es de cinco puntos porcentuales menos que la del mes pasado.

Los alquileres que se actualicen el primero de octubre, si toman como referencia el ICL del Banco Central, lo harán en 237,9 por ciento.

De un mes a otro, todavía se registran aumentos

La comparación mes a mes del aumento de los alquileres en base al ICL da cuenta de que -a diferencia de la comparación anual- se mantiene la tendencia alcista.

Abril evidenció un 2 por ciento de diferencia a favor de la fórmula de actualización de los contratos de locación: subió 10,80 por ciento respecto al mes anterior, mientras que la diferencia mensual de la inflación medida por el Indec fue del 8,80 por ciento.

Esa brecha alcanzó en mayo un diferencial de 8,19 por ciento, por el que los alquileres le ganaron a la inflación: del 12,39 por ciento de suba mensual del ICL versus 4,20 por ciento del IPC.

En junio, los alquileres subieron un 9,35 por ciento más que la inflación general: el índice de locación siguió creciendo hasta llegar al 13,95 por ciento mensual, mientras que el IPC del Índice cerró en 4,6 por ciento.

La brecha se profundizó todavía más en julio, cuando llegó al 11,67 por ciento, como consecuencia de que el ICL arrojó un 15,60 por ciento de incremento mensual y el IPC, apenas un 3,93 por ciento para el mismo período.

El Indice de Contratos de Locación (ICL) siguió a la suba: 17,10 por ciento en agosto y 18,05 por ciento para este mes.

Aunque todavía no se conocen los números de la inflación general para estos dos meses, todo indica que estaría por debajo de los registros anteriores.

Para octubre, en tanto, el aumento mensual del indicador del Banco Central para actualizar el alquiler de viviendas es del 18, 99 por ciento. Aunque la curva parece aplanarse, lo cierto es que sigue la tendencia a la suba.