Bajo la premisa “Cuidar con mirada integral, un espacio para acompañar y construir redes de cuidado”, este viernes 4 de julio se desarrolló en el Instituto Médico Río Cuarto (Hipólito Yrigoyen 1074) la Jornada Interdisciplinaria de Atención al Paciente Oncológico. Se trató de un evento gratuito dirigido tanto a pacientes como a sus familias, profesionales de la salud y comunidad en general, interesados en comprender más sobre cómo se transita esta enfermedad y cómo se puede cuidar mejor, desde una perspectiva humana e integral.
“Más que una necesidad puntual que detectamos en la comunidad, lo que queremos es transmitir un mensaje claro de lo que hacemos y de la mirada con la que trabajamos desde la institución. Para nosotros, la persona es el centro, y eso incluye al paciente, su familia y al equipo de salud”, señala a Salud & Ciencia el doctor Mario Piastrellini (M.P. 25776/5), director médico del Instituto Médico Río Cuarto.
Para agregar: “En oncología, esto es paradigmático: hay una demanda muy alta de contención y cuidado. Por eso planteamos una jornada abierta donde podamos hablar no solo de avances científicos, sino también de aspectos emocionales, sociales y humanos”.
Abordaje integral
La convocatoria reunió a un equipo de profesionales que abordó distintos aspectos clave para mejorar la calidad de vida durante un tratamiento oncológico.
Entre ellos, encabezaron distintas charlas, el oncólogo Matías Farina, la médica Daniela Espenet, la licenciada Desiree Peralta (Enfermería), la licenciada Macarena Furneri (Psicooncología) y la licenciada Cecilia Riba (Nutrición).
El programa de la jornada reflejó la filosofía de trabajo de la institución: articular distintas disciplinas para ofrecer respuestas integrales. “El paciente oncológico es muy complejo y requiere una mirada amplia. Existe la idea de que el oncólogo ‘maneja’ la enfermedad solo, pero la realidad es que ningún profesional puede abarcar todas las dimensiones de este proceso sin un equipo interdisciplinario”, explica Matías Farina (M.P. 37969).
El encuentro contó con espacios para debatir dudas habituales de los consultorios, como la alimentación, el cuidado de la imagen corporal y la salud emocional. “Muchos pacientes llegan con preguntas sobre qué pueden comer, cómo manejar la pérdida de peso, la caída del cabello o cómo enfrentar el impacto psicológico. Estos temas siempre surgen en la consulta, pero a veces no alcanzamos a abordarlos en profundidad, por lo que queremos brindar herramientas prácticas”, describe Daniela Espenet (M.P. 44217/6).
Para la licenciada Desiree Peralta (M.P. 17.155), la clave está en abrir espacios de escucha y diálogo. “Esperamos que pacientes y familias se sientan más acompañados, escuchados e informados. Y que también los profesionales podamos reflexionar y compartir experiencias que enriquezcan nuestra práctica diaria”, indica Peralta.
Contención del paciente
El rol del entorno cercano es otro de los ejes de la jornada. Lejos de ser meros acompañantes, familiares y amigos forman parte del sostén emocional y práctico que muchas veces resulta determinante para la evolución del tratamiento. Al respecto, Farina describe que “La ‘mesa del cuidado’ tiene cuatro patas: está el paciente con sus ganas, con su voluntad, sus miedos; está el médico, con todo el equipo que lo acompaña; el psicólogo; y está el familiar. Entonces, esos son los cuatro pilares de la atención o del cuidado que requiere un paciente oncológico”.
En ese sentido, desde la institución se puso énfasis en diseñar contenidos accesibles, que contemplen la diversidad de públicos que participan. “Elegimos temas basados en lo que vemos todos los días en los consultorios. Además, contamos con un Comité de Capacitación y Docencia, y gabinetes de apoyo que nos ayudan a comunicar de forma clara y cercana, para que nadie se quede afuera de la información”, detalla Piastrellini.
Humanizar, para cuidar mejor
El director médico del IMRC señala que la jornada tiene por objetivos ser más eficientes y eficaces, lo que se traduce en aprender a escuchar, informar y educar de manera horizontal.
Y tal convicción también se refleja en la apuesta por equipos jóvenes y actualizados, pero por sobre todo, comprometidos y empáticos. “La calidad humana es fundamental. Si no fueran profesionales empáticos, no estarían impulsando esto (…) La buena medicina se basa en la evidencia, pero también en la calidez con la que se transmite”, enfatiza Piastrellini.
“El mensaje es perder el miedo. Animarse a preguntar, a participar. Mientras antes derribemos barreras, mejores resultados tendremos. Un paciente que entiende su enfermedad y sabe qué esperar, puede enfrentarla mejor y conservar su calidad de vida”, añade Farina.
Desde la institución, esperan que esta jornada marque un paso más en la construcción de vínculos sólidos entre profesionales, pacientes y comunidad.
“Queremos fortalecer redes de cuidado. Sabemos que juntos, informados y acompañados, podemos transitar mejor cada etapa del proceso oncológico”, sintetiza Peralta.