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Dalmasso y García Belsunce, los puntos en común de dos casos conmocionantes

El periodista y escritor Hernán Vaca Narvaja presenta su nuevo libro, Crímenes en Espejo, en el que retrata y compara minuciosamente las coincidencias entre dos asesinatos que marcaron el principio de siglo en el país

“Son dos homicidios que tuvieron una enorme repercusión y que marcaron de alguna manera el principio de siglo. Son casos que pusieron en crisis lo que era hasta ese momento el modelo neoliberal en Argentina”. Hernán Vaca Narvaja, periodista y escritor, habla de los crímenes de Nora Dalmasso y María Marta García Belsunce, que son analizados minuciosamente en su nuevo libro “Crímenes en Espejo”.

La presentación del libro se hará el próximo jueves, 30 de noviembre, a las 19 en la Biblioteca Popular Mariano Moreno.

“Se trata de una mirada muy abarcativa de los dos homicidios que marcaron de alguna manera el principio de siglo. Dos homicidios que tuvieron una enorme repercusión mediática y que de alguna manera pusieron en crisis lo que era hasta ese momento el modelo neoliberal en Argentina, con el tema de la seguridad, de los barrios cerrados, los countries, del poder financiero como herramienta de ascenso social. El libro reconstruye estos crímenes pero además analiza el contexto político y económico, pero fundamentalmente la actuación del Poder Judicial en los dos casos. Han sido dos casos en los que me ha tocado intervenir como periodista. En el caso Dalmasso, incluso involuntariamente he sido parte porque fui demandado por Macarrón y sus hijos. Llegué hasta la Corte Suprema y actualmente estoy esperando el fallo. Al caso García Belsunce lo estudié muy a fondo cuando cursé mi maestría de Periodismo en la Universidad Nacional de La Plata, donde tenía un profesor en el taller de investigación periodística, que nos pidió que examináramos un caso judicial y lo desmenuzamos y encontré una cantidad de paralelismos y coincidencias que me llevó a plantear este libro que se llama Crímenes en Espejo y de alguna forma interpela al Poder Judicial de Argentina a través de estos crímenes tan emblemáticos.

- Son crímenes que han tenido mucho en común no sólo por los casos en sí sino por el contexto social y económico que rodea a ambos.

- Sí, incluso hay personajes que se repiten en ambas causas, por ejemplo, los afamados forenses Osvaldo Raffo y Raúl Torre. Afamados, muy mediáticos, muy reconocidos y con oscuros vínculos durante la última dictadura cívico militar. Coincidentemente hay nexos también en la corporación judicial, una corporación que nunca se depuró, nunca se democratizó. También hay coincidencia en que esa corporación judicial no se autoexaminó porque el caso García Belsunce llevó casi 20 años y el caso Dalmasso un poco más de 15. La Corte, cuando tuvo la oportunidad de revisar todo el zafarrando que había ocurrido en el caso García Belsunce, donde a Carrascosa se lo condenó por encubrimiento, después se lo condenó por homicidio, después se lo absolvió, y cuando la Corte tenía la oportunidad de poner un poco de sensatez en este sinsentido judicial aplicó el artículo 280 y no lo revisó. En Córdoba fue todavía peor porque en Córdoba el único condenado al día hoy por el caso Dalmasso soy yo, un periodista, y cuando al Tribunal Superior le planteamos que era un tema que afectaba la libertad de prensa, interpretó que era un tema entre particulares y me obligó a ir en queja a la Corte, donde el procurador general, en un rapto de sensatez, dijo este ‘periodista lo único que hizo fue cumplir con su trabajo, cubrir un hecho de enorme repercusión pública, de enormes consecuencias institucionales y políticas’. Ahora estoy esperando el fallo de la Corte. Pero en ambos casos la Justicia pretendió clausurar la discusión con fallos absolutamente arbitrarios.

- ¿Pretendió clausurar la discusión por inoperancia o por connivencia?

- Creo que hay una manifiesta incapacidad y falta de voluntad del Poder Judicial de perseguir y castigar a los poderosos. Esto queda claro en ambos casos. Con una diferencia muy importante. Si hubiésemos tenido un fiscal como Diego Molina Pico en Río Cuarto hacía un desparramo. Molina Pico tuvo un error grave inicial de confiar en sus superiores, en el procurador general que le dijo que era un accidente, y pasar superficialmente por la escena del crimen hasta que ordenó la exhumación del cuerpo y se dio cuenta de que María Marta tenía 5 balazos en la cabeza. Entonces si ese fiscal, una vez ue adoptó la actitud persecutoria, llevó y provocó la condena de Carrascosa y de todo su entorno de financistas del Carmel, imaginate qué hubiera pasado en Río Cuarto. Acá tuvimos un Ministerio Público Fiscal que jamás acusó al poder, que fue capaz de encarcerlar a un perejil como era Gastón Zárate, sin ninguna prueba, con el testimonio de una persona con retraso madurativo y, en cambio, cuando tuvo la prueba genética acusó por sospecha leve tanto a Facundo Macarrón como Marcelo Macarrón pero jamás pasaron media hora presos. Ahí hay una diferencia muy notoria. Es muy impresionante cuando uno ve los procesos judiciales y la actuación de los operadores judiciales y policiales porque aparecen contrastes sumamente notorios.