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"Mi papá quería ver lo que decían en la tele y yo subía al techo para cortarle el cable"

El hermano de Nora criticó la investigación. Dijo que desde un principio el rumbo estuvo equivocado y avanzaban por el método de "ensayo y error". También cargó contra los medios y, desde que se inició el juicio, dijo: "No leo ni veo nada"

Juan Dalmasso, el testigo que se llevó toda la atención de la jornada de ayer en Tribunales, criticó con énfasis la investigación de la muerte de su hermana.

-De arranque estuvieron equivocados cuando el médico policial dijo que mi hermana se había suicidado. A partir de ahí, todo fue ensayo y error.

“No creo que nadie pudiera atarse un nudo para ahorcarse”, explicó el testigo.

Se partió del prejuicio del acto sexual consentido y de los supuestos amantes. Se partió del prejuicio del acto sexual consentido y de los supuestos amantes.

Recordó que cuando el fiscal Javier Di Santo imputó a su sobrino Facundo, lo llamaron a declarar. “Sentía que el fiscal me estaba pidiendo la venia para acusarlo, por eso es que dije la frase de Serrat, “nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”. Lo que quería decir es que por doloroso que fuera tenía que triunfar la verdad”.

Señaló que los investigadores se equivocaron muchas veces. “Se partió del prejuicio del acto sexual consentido, de los supuestos amantes y eso hizo que se perdiera el norte. Después de todo eso, no sé si se pudo enderezar la investigación”, dijo.

Cuando Julio Rivero le preguntó a quién no se investigó, según su opinión, Dalmasso no dudó: “A Lacase no se lo investigó”.

Más allá de sus reparos, expresó que como familia siempre mantuvieron una línea de conducta: “Jamás atacamos a ningún fiscal, siempre dije que la única herramienta era la Justicia, y me defraudó”.

Dalmasso no se mostró esperanzado en que la verdad pueda aflorar en el juicio que se está desarrollando en los Tribunales de Río Cuarto. “No creo que se haga justicia porque el tiempo que transcurrió no habla bien del sistema. Quince años es mucho tiempo”.

Tan poca es la expectativa que le despierta el proceso que confió que desde que se inició, no sigue ninguna noticia relacionada con la causa. “Por norma, no leo ni veo nada”, remarcó.

Agregó que una manera de mantener la salud mental de su familia fue preservarlos de lo que se reproducía en la prensa. “Mi papá quería ver qué decían en la tele y yo subía al techo y le cortaba el cable”, comentó con una media sonrisa.

Afirmó que al inicio de la investigación este diario publicó el resultado de la autopsia del cuerpo, antes de que esa información llegara a manos del fiscal, y cargó contra el periodista local Hernán Vaca Narvaja por conceder una entrevista a un medio de alcance nacional difundiendo información que, luego reconoció el propio Dalmasso, estaba dentro del expediente.

La ocasión fue aprovechada por Marcelo Brito para emplear una desafortunada chicana contra el periodista: “Se refiere a la persona que se enriqueció por su desempeño en la causa Dalmasso”, acotó con soltura y confiado en que ningún miembro del tribunal lo advertiría por el exabrupto.

El testigo insinuó que Lacase mandó sacar fotos de la escena

Tras concluir su largo testimonio de ayer, Dalmasso debió quedarse en una repartición de los Tribunales, sin contacto con nadie, ante la eventualidad de que tuviese que volver a ser llamado a declarar.

Es que durante su intervención contó que su primo Jorge Grassi fue una de las primeras personas a las que vio cuando acudió a la escena del crimen y hubo un detalle que le llamó la atención.

“Vi que estaba con una cámara de fotos y le pregunté qué estaba haciendo con eso; me dijo que se la había dado Silvia Magallanes, porque su pareja Lacase le había pedido que fotografiaran todo lo que pudieran del lugar. Frente a eso, no recuerdo si mi primo dijo que no quería o no pudo sacar ninguna foto”.

A continuación, y ya cerca del mediodía, atestiguó Grassi, una de las primeras personas en llegar a la escena del crimen el 26 de noviembre de 2006.

Comentó lo que recordaba quince años después del episodio y sobre el episodio concreto de la cámara fotográfica señaló que no recordaba haber tenido una cámara en sus manos.

Frente a esa situación, el fiscal de Cámara solicitó un careo entre los dos primos aclarando que el motivo no era una contradicción sino el hecho de que Dalmasso le contara algún detalle sobre la cámara tal vez podría refrescarle la memoria a su primo.

Después de pasar a deliberar sobre el pedido, los integrantes del tribunal no hicieron lugar al careo, y Dalmasso pudo regresar a su casa tras su largo peregrinaje judicial.

Alejandro Fara. Especial para Puntal