Fundado en 1988, Defensores de Alberdi se ha convertido en un ícono de lo que implica el valor social de los clubes. La institución presidida por Carlos Elías no cobra cuotas a los chicos para jugar y les brinda la posibilidad de formar parte de un colectivo identitario.
Elías: " Las crisis reafirman convicciones dentro de los clubes"
El presidente de Defensores de Alberdi remarcó el esfuerzo que hicieron las instituciones para mantenerse durante 2020
En el 2020, la crisis agudizó la complejidad de las tareas, pero no detuvo la marcha de la entidad. En diálogo con el Deportivo, Elías destacó que ha sido un año muy difícil para el club y agradeció la tarea de quienes lo acompañan en el día a día.
-¿Cómo han podido sobrellevar el 2020?
-De los 32 años que tiene Defensores de Alberdi éste fue el peor. Tuvimos el club cerrado por cinco meses. Un tramo en el que no entraba nadie a las instalaciones. La infraestructura se empieza a deteriorar porque no las usa nadie y eso se empieza a notar. Así que decidimos comenzar a refaccionar algunos sectores. La verdad es que fue un año nefasto en todo sentido. La pasamos mal en lo futbolístico y en lo económico. Los muchachos más jóvenes que están conmigo en la comisión directiva lo van a recordar de por vida, porque fue muy malo para todos. Todas las instituciones la pasaron mal. Si bien hay clubes que tienen un poco más de presupuesto, creo que todos lo pasamos mal. En el caso nuestro hay que recordar que en estos 32 años nunca se les ha cobrado cuota social a los chicos. Este año no hemos tenido ingresos debido a que dependemos de la recaudación, por ejemplo de las jornadas de los infanto-juveniles. Sí queremos destacar que estamos al día con la Liga y no tenemos deudas con nadie. Continuaremos en la espera de que esta pandemia nos dé una tregua. Queremos ser positivos de cara a lo que se viene. Nosotros tomamos la decisión de hacer fútbol, ya sea con público o sin público. Este es un club de fútbol, se fundó para eso. El de reserva y primera se va a hacer. Los de los más chicos, está más complicado porque son muchas categorías y hay que viajar.
-El deseo es que se pueda volver a jugar el 14 de febrero…
-Ojalá que el de arriba se apiade de nosotros y nos deje empezar. Yo creo que dos años sin jugar sería muy grave. Pienso que los jugadores van a entrar en una situación muy compleja, en la que muchos de ellos van a jugar campeonatos libres, porque si oficialmente no logramos empezar a funcionar va a ser muy difícil volver. No va a ser sencillo atraerlos de nuevo al club y a que se entusiasmen de nuevo con los entrenamientos.
-Usted ha estado en toda la historia de Defensores y ha vivido la hiperinflación de finales de los 80, la crisis del 2001 y ahora esto. ¿Cómo se hace para mantener a la gente enamorada del proyecto? ¿Para que el chico no se vaya?
-Justamente vos lo decís. El 2001 fue un año en el que la parte económica fue tremenda. En ese año nosotros empezamos a poner los primeros postes en lo que hoy es la cancha de Defensores de Alberdi. En 2005 inauguramos la cancha. En los peores años fue cuando más le pusimos el pecho. Para nosotros siempre es difícil, pero cuando hay voluntad, hay honestidad, cuando se juntan $ 10 y se invierten en obras, se puede seguir.
-¿En la crisis se aguza más el ingenio para encontrar la manera de salir adelante?
-Sí, porque por ahí vos te ponés más firme en tus convicciones. Las crisis reafirman convicciones dentro de los clubes. Por ahí te decís a vos mismo: “Esto lo vamos a hacer” y al hacerlo empujás a los otros. Yo gracias a Dios tengo un grupo de gente que colabora mucho y desinteresadamente. No voy a dar nombres porque por ahí me olvido de alguno. Pero es gente que está doce horas acá adentro del club. Yo a esas personas les deseo que la vida les dé lo mejor. Estoy agradecido con ellas y lo voy a estar de por vida. Si vos no tenés quien te acompañe al lado tuyo, que te sea fiel y trabaje, no conseguís las cosas.