El primero en abrir las declaraciones, en el inicio de la séptima semana de comparecencias, fue el doctor Roberto Cagnolatti.
La 18va. audiencia del debate, iniciado el 14 de marzo último, comenzó poco después de las 9 en los tribunales riocuartenses con un jurado popular y el tribunal técnico de la Cámara 1ra. del Crimen local.
Hasta el momento ya declararon 47 testigos -hay citados unos 300 para todo el juicio- que tiene al médico traumatólogo acusado como presunto autor del delito de “homicidio calificado por el vínculo, por alevosía, y por precio o promesa remuneratoria en concurso ideal”.
El fiscal Luis Pizarro, el último que investigó y elevó a juicio la causa, consideró que el móvil podría haber sido motivado por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas”.
En esa línea investigativa resume que las circunstancias que rodearon la muerte “permite concluir que el homicidio fue realizado por alguien del entorno personal de la víctima, más precisamente el esposo” (por Macarrón).
Al respecto, el fiscal consideró que unos meses antes del asesinato, ocurrido en la madrugada del 25 de noviembre de 2006, Macarrón “con personas aún no identificadas planificó dar muerte a su esposa Nora Dalmasso, por desavenencias matrimoniales y con la intención por parte de su/s adlater/es de obtener una ventaja, probablemente política y/o económica”.
También sostuvo que el viudo proporcionó "al asesino las llaves o la inteligencia para ingresar sin forzar la cerradura de la casa, información y movimientos, y asegurando un espacio de tiempo en el que se hallaba sola, sin ningún otro integrante de la familia en la ciudad de Río Cuarto”, situación que permitió al homicida “actuar sobre seguro y sin que la víctima pudiera recibir auxilio de terceros.
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