En el marco de la “Jornada abierta: salud mental en el actual contexto social”, que llevó a cabo ayer la Defensoría del Pueblo de Río Cuarto, encabezaron el panel de exposiciones la gerontóloga María Sol Rodríguez Maiztegui, quien además es comunicadora social y creadora de "El Club de la Porota"; Rosa Cattana, directora del Observatorio de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Río Cuarto; y Gustavo Rodríguez, licenciado en Psicología e instructor de mindfulness.
Entre los diversos temas abordados, se analizó la temática “Bienestar y envejecimiento, en el siglo de la longevidad”, en el que se realizó un llamado a la necesidad de interpelar ciertas ideas o prejuicios sobre la etapa de vida del adulto mayor.
Demográficamente, se estima que para el año 2050 habrá en el mundo más personas mayores de 60 años que menores de 15.
Y, en referencia a ello, Rodríguez Maiztegui trajo a colación el dato que indica que demográficamente, para el año 2050, en el mundo habrá más personas mayores de 60 que menores de 15 años y frente a ello abrió el debate: “¿Cómo nos estamos preparando para el boom de la longevidad? ¿Qué espacios estamos preparando para que las personas mayores sigan siendo protagonistas de su propia vida?”. Para la gerontóloga, en el siglo de la longevidad, debemos entender que “todos envejecemos y que, si queremos vivir muchos años, tenemos que empezar a jaquear esas ideas y representaciones que tenemos sobre el paso del tiempo que a veces no nos ayudan a envejecer conectados con nuestro propio proceso”.
“Asociamos el proceso de envejecimiento con el deterioro, con la soledad y con las pérdidas, por lo que tenemos que ir reconfigurando esas ideas, porque no son ciertas. Quienes envejecemos lo hacemos con sueños, con deseos y con proyectos. Somos sujetos de derechos y no deberíamos perderlos por envejecer”, consideró la comunicadora.
Para agregar: “Tenemos que saber que la realidad es otra y por eso en nuestro país el año pasado le otorgó rango constitucional a la Convención Interamericana de Protección de los Derechos Humanos de las personas mayores, porque había derechos que se vulneraban y porque en el siglo de la longevidad tenemos que empezar a poner sobre la mesa la temática de la vejez”.
“Aprender a envejecer”
Para Rodríguez Maiztegui, “si queremos vivir muchos años, tenemos que aprender a envejecer”.
“Trabajar hoy por una nueva mirada sobre el proceso de envejecimiento es también apostar a nuestro futuro y no solo por las personas que son mayores en la actualidad. Y a la vez, también, para los que hoy son más jóvenes que nosotros”, consideró.
Para añadir a continuación: “En general, las personas juzgamos en función de las corporalidades. Vemos al otro y lo juzgamos por si es gordo, flaco, viejo o joven. Deberíamos dejar de lado lo que el cuerpo representa, que el cuerpo no nos condicione como sujetos deseables, porque el hecho de que tenga que usar anteojos, andador o audífonos no me hace menos persona. Tenemos que hacer una lectura inversa y pensar: cuáles son las potencialidades que tengo y qué puedo impulsar desde allí en el presente que vivo”.
En ese marco, puso como ejemplo al científico Stephen Hawking, quien desde una silla de ruedas y apenas con la posibilidad de comunicarse moviendo los ojos hizo aportes significantes para la humanidad.
“Qué impiadosos somos cuando juzgamos al otro en función de lo que el cuerpo representa”, reflexionó.