Al llegar a mitad de marzo hay al menos dos buenas noticias vinculadas al clima y la producción: por un lado se confirmó la semana pasada que La Niña llegó a su fin y que una mayor temperatura en el océano Pacífico abrió las puertas a un período neutro que sería el paso previo a un Niño que llegaría algunos meses más adelante. Por otro, las lluvias que fueron esquivas durante la primavera y el verano empezarían a llegar con más intensidad y frecuencia en lo que queda de marzo a la vez que las temperaturas comenzarían a descender en los próximos días.
El calor no da tregua: ahora fue Marcos Juárez el pico máximo de temperatura
Las máximas a nivel nacional se dieron mayormente en áreas productivas donde los cultivos que siguen en pie "se cocinaron". Esperan lluvias importantes antes de fin de mes. ¿Llegarán a tiempo?
Sin embargo, el daño ocasionado por un verano récord en temperaturas y con muy pocas lluvias ya es irreversible en muchos puntos del país y las consecuencias productivas y luego económicas serán inevitables.
Y este fin de semana fue una muestra más de esas características de La Niña que, aunque haya llegado a su fin, los cambios tardarán en observarse en la atmósfera. Por eso, sábado y domingo fue “un horno” el país, y en particular la zona central, que es justamente la de mayor relevancia productiva desde el punto de vista agrícola.
Entre las localidades de más temperaturas volvieron a aparecer las cordobesas de Marcos Juárez y Laboulaye, pero también Córdoba, Villa de María del Río Seco, Pilar, Villa Dolores y Río Cuarto. Todas alcanzaron valores entre los 35 y los 40 grados ayer, pero en realidad sumaron una jornada más en medio de la novena ola de calor de la temporada que se inició hace 10 días.
Sin embargo, la principal preocupación es el área que concentra los picos de temperatura en el país: mayormente la de más producción agrícola que atraviesa una campaña muy compleja que derivará en una de las menores cosechas de los últimos 15 años. Según el Servicio Meteorológico Nacional, ayer a las 15 las máximas se registraron en Gualeguaychú (Entre Ríos), Merlo (Buenos Aires), Santiago del Estero, Pehuajó (Buenos Aires), Sunchales (Santa Fe), Dolores (Buenos Aires), Ceres (Santa Fe), Venado Tuerto (Santa Fe) y Marcos Juárez (Córdoba), todos entre 38° y 40°. Esa temperatura es, para muchos lotes de soja y maíz, el certificado definitivo de defunción.
Por su parte, la ciudad de Buenos Aires (CABA) superó los 40 grados de sensación térmica, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y continuó bajo alerta roja por temperaturas extremas junto a varios municipios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), y localidades de Entre Ríos, Corrientes y la provincia de Santa Fe.
El AMBA y distritos de Entre Ríos, Corrientes y sur de Santa Fe siguieron bajo alerta roja por temperaturas extremas "muy peligrosas" que “pueden afectar a todas las personas, incluso a las saludables”.
En tanto, el SMN declaró alerta naranja para centro y oeste de la provincia de Buenos Aires, norte, oeste y centro de Entre Ríos, oeste, este y centro de Córdoba, este y norte de Santa Fe, Tucumán, este de Catamarca y oeste de Corrientes. “Esta ola de calor es una combinación de factores desafortunados. El efecto del cambio climático es producido por actividades humanas; además, cada vez que la atmósfera produce un período cálido hay más chances de que se tenga una ola de calor”, indicó Carolina Vera, doctora en Ciencias de la Atmósfera.