“Para mí el lote es clave porque te devuelve casi todo. En él está el problema y la solución, y a partir de ello nace la originalidad de un proyecto”.
El "problema" del lote que fue la solución de un original proyecto
Una docena de ejemplares arbóreos de distintas especies yacían diseminados por un mismo terreno del country cordobés Las Marías. Lejos de su remoción, se integraron a la propuesta arquitectónica y trazaron sus directrices. Este año, la obra fue nominada a un premio internacional
Cuando el arquitecto Santiago Viale fue convocado para proyectar una casa para un cliente que desconocía, se encontraba con dos frentes de obra en ejecución que ocupaban casi la totalidad de su tiempo laboral, a lo que se le sumaba sur rol docente en el dictado de clases de la carrera Arquitectura.
En ese entonces, trabajaba en la remodelación de dos clínicas para inversores extranjeros, con todo las exigencias que ello implica, y en esos momentos se presentó un joven abogado que lo llamó porque junto a su mujer, artista plástica, querían que Viale les diseñara su futura vivienda en un terreno próximo a la avenida Valparaíso, de la capital provincial.
Y este arquitecto cordobés sabía que en esa zona antiguamente se ubicaba el cinturón verde de la ciudad, por lo que luego de mostrar cierta reticencia, accedió al menos a concertar una primera reunión con el comitente en el lote en cuestión, para conocer los requerimientos y analizar las cualidades topográficas.
“El terreno de mi cliente tiene que haber sido antes el lugar donde se instalaba el quintero del cinturón, porque todo el country está representado por tierras despejadas y justo en ese terreno había un pequeño bosque de árboles, con especies de todo tipo”, describió a Puntal ADC el arquitecto.
Y agregó: “Fue en esa elección del lote que empecé a notar que el cliente no quería una casa común a la del resto y a eso me lo decía el mismo terreno que había elegido. Incluso al lado había uno en desuso, pero él eligió este. Y la verdad, es que ahí empezó a interesarme la propuesta”.
El valor de la experiencia
El arquitecto sostiene que las características del lote en Las Marías le trajeron a la mente el recuerdo de un proyecto que su primo le había encomendado para la construcción de un quincho en un terreno cargado de vegetación, por lo que esa experiencia le sirvió de mucho para encarar el nuevo proceso.
En lo que consideró una continuidad de aquella primera experiencia, relevó uno a uno los ejemplares del arbolado existente, se instruyó en sus cualidades morfológicas con el asesoramiento de su hermano, el ingeniero agrónomo José Viale, y hasta trazó in situ una posible distribución de los ambientes de la casa para analizar en escala real la espacialidad y la circulación interna.
Así, todos los árboles se integraron al proyecto, incluso una gran palmera quedó dentro del patio central de la casa.
A la vez, definió un sistema constructivo combinado para que ni las fundaciones se cruzaran con las raíces, ni el techo se interpusiera a las copas de los árboles.
“Todas las vigas de fundación están sobre el nivel de tierra existente, para que no tuviésemos que cortar ni una raíz. A la vez, las columnas descargan sobre pilotes que fueron minuciosamente ubicados”, describe.
Viale es profesor de la cátedra de Construcciones y permanentemente se encuentra analizando sistemas constructivos. Sumado a su experiencia profesional de casi 30 años, se muestra avezado al momento de combinar vínculos estructurales.
“A veces decimos que la fundación nada tiene que ver con el diseño de una obra, pero a esa casa no la podría haber hecho si yo no hubiese sabido que existía este método constructivo que adopté. Por eso es que considero que el esfuerzo que uno hace para resolver determinadas cuestiones, ayuda a generar cosas nuevas que hacen del conjunto un proyecto único y que si bien al principio es incómodo tener un problema, cuando se le encuentra la solución, te termina brindando respuestas originales”, resalta.
Viale elige hablar de “sentido común con correctas decisiones proyectuales” al momento de justificar las acciones sustentables que adoptó en el proyecto y señala que el clima y las orientaciones también hacen al producto arquitectónico.
Admite que una de sus debilidades es definir qué colores tendrían que destinarse a cada parte de la obra y resalta que prefiere dejar que cada material otorgue su impronta en estado virgen.
En el caso de la casa en Las Marías, es el ladrillo, el hormigón y la madera, quienes adquieren especial protagonismo y combinados con el verde de la vegetación, logran una especial sinergia.
Las luceras en la losa constituyen otra característica que le aportan personalidad a la obra y que entregan parte de la naturaleza exterior a los principales ambientes de la casa.
“Cuando caminaba por este mini bosque imaginando el proyecto, miraba para arriba y pensaba: ‘cuando haga la losa, pierdo todas estas vistas’. Y allí nació la idea de incluir luceras, como una manera de echar mano a recursos que la arquitectura nos ofrece y de poder incluir a la iluminación natural en la casa”, sostiene.
Cabe agregar que esta obra, cuya administración y dirección técnica estuvo bajo responsabilidad de las arquitectas Daniella Beviglia y Daniela Iciksonas, fue nominada recientemente por la prestigiosa revista internacional ArchDaily para el premio “Edificio del Año 2023”, lo que fue recibido con satisfacción por sus promotores.
“Me gustó mucho esta nueva nominación de una obra del estudio que comparto con los arquitectos Salvador Viale y Juan Manuel Juárez, junto a nuestro principal colaborador Maximiliano ‘Tito’ Gonza, porque nos da la sensación de que seguimos vigentes”, destaca el profesional.
Javier Borghi
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