El presente del elenco de Dorival Júnior ilusionaba al conjunto incaico, que venía envalentonado después de conseguir tres puntos claves ante Uruguay, con el sueño de repetir la historia frente a la Verdeamarela, que en los primeros minutos de partido rápidamente se adueñó de la pelota. Sin embargo, su dominio no fue suficiente para marcar la diferencia en el resultado contra el combinado de Jorge Fossatti, que no se sentía cómodo en el desarrollo del juego.
Hasta que la mano de Carlos Zambrano se interpuso en el área y el árbitro uruguayo Esteban Ostojich sancionó un penal que Raphinha cambió por gol. Esta mínima ventaja le permitió al equipo local profundizar sus ataques, aunque le faltó precisión en el último cuarto de la cancha para ampliar el marcador.
El inicio de la segunda parte parecía una mera repetición de los últimos minutos del primer tiempo, incluyendo a los protagonistas: el ex jugador de Boca protagonizó por segunda vez en la noche una jugada que derivó en una nueva chance desde los doce pasos para Brasil, que otra vez bien aprovechó Raphinha.
A partir del doblete, la Verdeamarela recuperó tramos de buen fútbol y fue así como llegaron el tercero y el cuarto, con el reciente ingresado Andreas Pereira y un golazo de Luis Henrique, respectivamente, para coronar la vuelta del tan ansiado jogo bonito.