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Empresa cordobesa introduce una materia prima de biodegradación acelerada para potes de helado y packaging industrial

A diferencia del telgopor tradicional, esta nueva generación de producto logra descomponerse en menos de 4 años. Este packaging sostenible fue primeramente introducido para heladerías pero ya realizan pruebas para impulsarlo en el embalaje de la industria de línea blanca y farmacéutica

Enpolex es una fábrica cordobesa concentrada en la producción de packaging para productos de consumo y embalajes industriales. Nació en 1989 y le debe su nombre a Envases de Poliestireno Expandido. Hoy la conducción de la empresa está en manos de la segunda generación, que no sólo tomó la posta de la primera etapa de la fábrica sino que acaba de lanzar una innovación en línea con las crecientes demandas vinculadas a la sustentabilidad: migraron toda su producción destinada a la industria de heladerías a una nueva materia prima de biodegradación acelerada. Y ahora van por más, porque el mismo material será llevado a los embalajes industriales de línea blanca y farmacéutica, para lo cual ya están haciendo las primeras pruebas.

Mariano Comba, segunda generación y hoy cabeza de Enpolex, cuenta a I+I CBA que la firma tiene “tres unidades de negocio: la de construcción, la de embalajes industriales y de embalaje de consumo o packaging de consumo. La parte de packaging es donde este material Biopek aplica”.

Con más de tres décadas de trayectoria, Enpolex tiene un camino de compromiso con la innovación y la sostenibilidad. Por eso, en conjunto con Styropek y la Asociación Argentina de Poliestireno Expandido (AAPE), desarrollaron Biopek, una materia prima biodegradable que combina las propiedades técnicas del EPS tradicional con una capacidad de biodegradación acelerada. Este material revolucionario cumple con los más altos estándares internacionales, garantizando su descomposición en vertederos activos, lo que lo convierte en una solución pionera en el ámbito del packaging sostenible.

“Este avance representa para nosotros un logro significativo. Biopek no solo es un producto innovador, sino que también refuerza la estrategia de la empresa para diversificar el alcance en mercados clave y otras industrias de alta demanda. Además, este desarrollo reafirma nuestro compromiso con la sostenibilidad, ofreciendo soluciones que reducen el impacto ambiental y promueven prácticas responsables en toda la cadena de valor.” expresó Mariano Comba, CEO de Enpolex, a I+I CBA.

Este nuevo desarrollo de Enpolex, además de ser un producto biodegradable en aproximadamente cuatro años en condiciones de vertederos activos, mantiene la eficiencia térmica y mecánica del EPS tradicional, lo que lo hace ideal para conservar productos sensibles como alimentos y medicamentos. Este material cuenta con la aprobación del SENASA, es seguro para aplicaciones alimenticias y médicas y está libre de BPA y ftalatos, garantizando la protección de la salud y el medio ambiente.

Enpolex ya está produciendo toda su línea de productos para heladerías en Argentina con esta nueva materia prima -Biopek- con planes de expansión hacia otros mercados y asegura que las alianzas estratégicas con actores relevantes en la cadena de valor han sido fundamentales para acelerar la adopción de este material. A nivel nacional, la empresa busca consolidarse como un referente en la producción y comercialización de soluciones biodegradables, destacando su liderazgo en innovación sustentable.

A largo plazo, Enpolex planea explorar nuevas aplicaciones para esta materia prima en sectores aún no explotados. “Si bien hemos enfocado nuestros esfuerzos en primer lugar en la industria de la heladería, destacando cómo este material puede transformar el sector, que es uno de los principales consumidores de envases térmicos; el objetivo a mediano plazo es la adopción de este material a gran escala. En este sentido su versatilidad y adaptabilidad nos permite explorar también sectores como el transporte de medicamentos y el embalaje industrial”, dijo Comba.

¿Cómo es el proceso de reciclado de este nuevo material?

Generalmente se recicla moliéndolo y volviéndolo a usar en la construcción como aislante o alivianador. Si no se recicla el producto, que sabemos que a veces por distintos motivos esto ocurre, y termina en un enterramiento, se biodegrada. No se va a biodegradar en una estantería, ni en un envase de helado, ni en un embalaje, sino que cuando el producto está en condiciones de vertedero activo que se llama, que es cuando el producto está con los microorganismos y demás que hay en un enterramiento municipal, ahí se biodegrada sin generar microplástico. Básicamente vuelve a ser oxígeno y biomasa. En un 98% es aire, entonces lo que ocurre es que los microbios se comen todas las paredes y en un plazo de 4 años desaparece del ambiente.

¿También aparece en respuesta a una demanda que cada vez exige más sustentabilidad?

Sí, claramente hoy creo que en todas las industrias estamos buscando mejorar la sustentabilidad de los productos que fabricamos y eso va en sintonía con este desarrollo.

¿Qué clientes tiene este producto de Enpolex hoy?

Hoy lo estamos comercializando para heladerías. El 100% de todo lo que fabricamos para heladería ya se está haciendo con este material. Pero en el futuro, y quiero decir este año, la idea es migrarlo para todo lo que son embalajes industriales también. Hoy heladerías, en el futuro cercano todo lo que son embalajes industriales.

O sea que saltaría a la otra unidad de negocios…

Exactamente, sí, estamos en proceso de migración hacia la unidad de embalajes industriales.

¿Cómo está organizada la producción de Enpolex?

Tenemos la planta cerca de FIAT en Córdoba. Es una nave de unos 22.000, casi 23.000 metros cuadrados, sumando las tres unidades de negocio en galpones distintos. Allí tenemos la parte de construcción, la parte de packaging o consumo y la parte de embalajes industriales.

¿Cuánta gente trabaja en la empresa?

Somos más de 200 personas.

Y es de origen familiar…

Sí, así es. Nació en el ’89 y es una empresa que viene de familia; la arranca mi viejo durante ese año y hoy la estoy siguiendo yo.

¿Qué desafíos imaginan hacia adelante?

Lo próximo que tenemos como gran desafío es masificar esta nueva materia prima para embalajes industriales. Y con ese objetivo, ya estamos haciendo pruebas y en el transcurso del año la idea es migrar todo lo que es embalajes industriales a esta nueva materia prima biodegradable.

¿Esto es todo para mercado interno?

Sí, básicamente es todo mercado interno. Hay algo de exportación, pero es mínimo porque el material tiene mucho aire, entonces es muy difícil de transportar lejos. En algunos países limítrofes estamos exportando algo.

Con raíz en el departamento Río Cuarto

El fundador de Enpolex en 1989 es oriundo de Berrotarán. De allí se mudó a Córdoba y montó su empresa de producción de envases de poliestireno expandido. Somos originalmente de Berrotarán. Mi viejo nació en Berrotarán y toda mi familia del lado de mi padre es de ahí.

Un mercado que crece con la sustentabilidad

De acuerdo con un informe publicado por la empresa de investigación de mercado Mordor Intelligence, la industria de envases biodegradables se estima en 105,26 mil millones de dólares en 2024, y se espera que alcance los 140,66 mil millones de dólares en 2029 creciendo a una tasa compuesta anual del 5,97% impulsado por la creciente conciencia ambiental y las demandas de sostenibilidad actuales.

En este escenario, Enpolex marca un hito al migrar el 100% de su producción para la industria de heladerías a esta nueva materia prima con biodegradación acelerada. Este avance no solo transformará este sector, sino que también ofrecerá soluciones innovadoras para aplicaciones en industrias como las del embalaje industrial, farmacéutica y alimentaria.