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EntreNuts: pasta de maní para el país y el mundo

Tres amigos entrerrianos comenzaron un emprendimiento con materia prima cordobesa que se transformó rápidamente en una empresa que ocupa ya a unas 50 personas. El 20 de marzo de 2020 llenaron el primer pote, cuando el país se cerraba por la pandemia. Empezaron vendiendo por redes sociales y llevando los frascos casa por casa. Hoy los envían a Estados Unidos, Uruguay, Chile y Brasil, pero construyen una nueva planta para llegar a Europa y Medio Oriente. Un viaje veloz surgido de un gusto personal

EntreNuts nació del gusto de un joven estudiante por la pasta de maní. Oriundo de Colón, Entre Ríos, renegaba a menudo porque en su ciudad no conseguía ese producto que tanto le gustaba y se juró entonces que cuando terminara de estudiar en la universidad comenzaría su propio emprendimiento para empezar a producirla. Lo habló con un amigo, al que luego se sumaría un tercero, y juntos iniciaron un camino que originalmente, con manga en mano, les permitió llenar unos 30 frascos diarios. Su primer día de elaboración lo tienen marcado a fuego: el 20 de marzo de 2020, el primer día en que se decretó el aislamiento por la llegada del Covid-19, el poderoso virus que se extendería rápidamente por todo el mundo y que obligó a reconfigurar las vidas, algunas para siempre. En la pequeña sala de producción en Colón, de unos 50 metros cuadrados, habían terminado su primer día de trabajo y se aprestaban a comercializar la pasta de maní cuando todo se cerró. No fue fácil. Pero al poco tiempo vieron que en realidad la pandemia resultó una oportunidad para su producto, cuya demanda comenzó a crecer fuertemente de la mano de una comida más saludable que comenzaba a imponerse y a un hábito mucho más marcado de cocinar en las familias. El crecimiento nunca se detuvo hasta hoy, cuando los tres amigos están construyendo su segunda planta de elaboración automatizada y de los 30 frascos diarios ya pasaron a 3.500 por hora y esperan duplicar esa marca cuando la nueva fábrica esté terminada. Exportan a Estados Unidos y países limítrofes, pero con la segunda planta apuntan a Europa y oriente, mercados mucho más potentes y de mayor demanda del producto.

Emanuel Fellay, uno de los tres emprendedores, habló con I+I Córdoba y repasó el viaje que les permitió unir a un producto estrella del sur cordobés como el maní, con cientos de lugares en la Argentina y el mundo. Pero ahora van por más.

¿Cómo fue el inicio, cómo surgió la idea?

En realidad comienza por un amigo que era gran consumidor de pasta de maní y cada vez que venía para Entre Ríos no conseguía el producto y siempre decía que cuando terminara la facultad iba a abrir una fábrica de pastas. Y tanto lo decía que una compañera de banco de la facultad un día le pasó una tesis de una universidad de Colombia sobre la elaboración y se lo acercó para que lo leyera y viera si le gustaba. Y ahí fue el puntapié inicial.

¿Y qué estudiaba en ese momento?

Estudiaba Licenciatura en Administración de Empresas en Rosario.

¿Y vos?

Yo estudiaba la Licenciatura en Comercialización en Colón, Entre Ríos. Gabriel y Joaquín estudiaban en Rosario.

Gabriel es el de la idea, el fanático de la pasta de maní, ¿y Joaquín cuándo se suma?

Se incorpora casi cuando estaba por comenzar el proyecto, en diciembre de 2019. Joaquín era mi compañero en la facultad porque al principio empecé a estudiar en Rosario y después regresé a Colón. Cuando avanzamos en el proyecto nos faltaba una parte del financiamiento y entonces lo invitamos, le contamos sobre la idea, y se sumó.

¿Y cómo pasaron de la idea a la realización?

Después de un año de estudio del proyecto, porque arrancamos a través de un programa del Banco Nación que se llama Empretec y que apunta a potenciar el emprendedurismo. El primer día de trabajo fue el 20 de marzo de 2020, que fue el primer día del aislamiento.

¿Ese día comenzaron a producir?

Exacto. Hicimos el primer frasquito a las 12 del mediodía aproximadamente, y a las 15, 15:30 salió el presidente Alberto Fernández salió en cadena nacional y lanzó los famosos primeros 15 días.

¿Dónde montaron aquella primera producción?

Era una sala chiquita de unos 50 metros cuadrados donde teníamos una oficina y un pequeño depósito. Arrancamos con una manga pastelera y hacíamos unos 20 o 30 frasquitos por día que salíamos a vender por WhatsApp, Facebook o Instagram y los entregábamos casa por casa, todo en Colón.

¿Y la materia prima?

Siempre de Córdoba.

¿Cómo llegaron al proveedor?

A través de redes sociales y también nos contactamos con la Cámara del Maní para encontrar proveedores. Dimos con un maní que desde Córdoba llegaba a Colón y contactamos al proveedor y ahí comenzamos.

¿De qué lugar de Córdoba era aquel primer proveedor?

Era de Luca. Pero después comenzamos a comprar en otros lugares como General Cabrera, General Deheza, Villa María y otros lugares. Trabajamos con varios proveedores.

¿Y volviendo al comienzo, cómo los afectó el aislamiento que comenzó con el día 1 de producción?

Y, al comienzo pensamos que sería un gran problema, pero finalmente fue todo lo contrario porque terminó potenciando un producto saludable como el que hacemos. En tres meses nos encontramos haciendo entre 15 mil y 17 mil frascos por mes y ya teníamos 10 empleados y trabajábamos 15 horas. Fue un crecimiento muy grande en muy poco tiempo.

También muchos se arrimaron a la cocina en el encierro…

Claro! La gente tuvo también más tiempo libre y empezó a darle más importancia a lo que consumía, a leer las etiquetas, a cocinarse, a hacerse su desayuno, su merienda, y el producto tomó preponderancia.

¿Cómo está la producción hoy?

Hoy estamos en unos 3 mil o 3.500 frascos por hora.

¿Y qué sucedió en el medio de ese camino?

Nos mudamos a una planta que hoy tiene 700 metros cuadrados y estamos armando nuestra tercera planta con unos 3.500 metros cuadrados. Crecimos en automatización, en gente, trabajamos las 24 horas y tenemos un equipo de casi 50 personas. Y decidimos invertir cada peso que entró en todo este tiempo.

¿Las plantas están todas en Colón?

Sí, todas en Colón.

¿La nueva planta reemplaza a la que tienen actualmente o se suma?

Se suma. La que tenemos actualmente se va a quedar con determinados procesos productivos y llevaremos a la nueva algunos otros.

¿Hoy producen exclusivamente productos a base de pasta de maní o sumaron otras líneas?

Hacemos lo que es pasta de maní con 7 productos diferentes, pero también tenemos aceite de coco, miel, manteca clarificada y estamos trabajando en otras opciones para sumar al porfolio. Siempre todo por el camino saludable, pero como teníamos una gran cartera de clientes fuimos agregando otros.

¿Dónde se pueden encontrar los productos en Argentina?

En todo el país. Actualmente tenemos más de 200 distribuidores en las 24 provincias y también vendemos en Estados Unidos, Uruguay, Chile y Brasil.

¿Cuánto exportan actualmente?

Estimo que entre el 5 y el 10 por ciento, no es significativo todavía. Pero queremos que en los próximos años esa relación sea 50% y 50%.

Sumando mercados…

Exactamente, incorporando mercados nuevos y por eso estamos armando la planta nueva sobre la base de determinadas certificaciones y normas de calidad que exigen esos nuevos destinos.

¿Europa?

Sí, Europa, pero también Medio Oriente, América del Norte, porque el producto es consumido en todo el mundo, incluso más que en Argentina. Aunque actualmente está creciendo mucho y nosotros estamos ya en las principales cadenas como Carrefour, Día, Cencosud. Las grandes cadenas tienen góndolas para estos productos porque el consumo aumenta y la gente va incorporando a la dieta este producto. Y creemos que tiene mucho potencial.

Cuando la planta nueva esté concluida, ¿qué capacidad de producción van a tener?

Esperamos alcanzar como mínimo el doble de la capacidad productiva que tenemos actualmente. Y después va a depender de la maquinaria que vayamos incorporando.

¿Cuánto maní consumen?

Estamos en torno de las 100 o 120 toneladas mensuales.

Y eso crecería al doble con la planta nueva terminada…

Exactamente. Esa es la idea. Y vamos a apuntar a otros productos que estamos analizando como a pasta de maní a granel. Pero está claro que este año no hubo una buena cosecha de maní y por eso estamos esperando que se acomode un poquito todo.

Sobre eso, ¿cómo conjugan su crecimiento con lo que ocurre en el país en general?

La verdad que estamos en un proceso de ver qué va a pasar en este tiempo, qué ocurre con el dólar, porque tenemos grandes posibilidades a nivel de mercados externos y estamos a la espera. Que haya reglas más claras, nuevas propuestas y más certidumbre sobre todo.

¿Cuánto juega la calidad de la materia prima del maní argentino?

Sin dudas que es el pilar fundamental pensando en el comercio exterior. Es sabido que el maní argentino es el mejor del mundo y eso marca una diferencia.

Hoy compiten con grandes jugadores dentro del mercado, incluso algunos que están integrados desde el lote de maní…

Sí, exacto. Por eso también tenemos pensado en los próximos años avanzar sobre el eslabón primario y poder sembrar nuestro propio maní para bajar la dependencia sobre los proveedores. Estamos analizando eso también. Vamos a tener que ir para el lado de Córdoba sin dudas para dar ese paso.