El período del receso por las vacaciones de invierno hasta la fecha, al menos 19 establecimientos educativos de la ciudad fueron objeto de ataques vandálicos o hechos de robo que motivaron la intervención de la delegación local de Infraestructura provincial para atender la urgencia y garantizar el normal funcionamiento edilicio.
En los últimos 2 meses, 19 escuelas fueron objeto de distintos ataques
El delegado de Infraestructura de la Provincia, Alberto Garavaglia, dijo que en su mayoría se trató de hechos vandálicos, aunque también hubo casos en los que se perpetraron robos. Algunos edificios registraron más de un evento en ese lapso
Así lo explicó a Puntal el delegado de Infraestructura de la Provincia en Río Cuarto, Alberto Garavaglia, quien precisó que la mayoría de esos eventos estuvieron representados por hechos de vandalismo que en principio tendrían por finalidad interrumpir las actividades escolares en las instituciones afectadas. El funcionario consideró que, si bien estos siniestros han tomado estado público particular en las últimas semanas, no son eventos que se registran exclusivamente por estos meses.
“Lamentablemente, esto no es algo extraño ni ajeno a todo lo que está registrándose a nivel de infraestructura pública. Equipamiento urbano de plazas, de parques y de la costanera es dañado periódicamente, o instituciones religiosas, públicas y de otro carácter, que también son objeto de este tipo de ataques. El vandalismo es algo que existe y que a veces está acompañado de robo y toma otro carácter, porque hay hechos que, además de vandalizar, roban elementos, por ejemplo, lo sucedido en la escuela Fotheringham, donde, además de producir daños, robaron una bomba”, señala Garavaglia.
Para agregar: “Lo que sigue teniendo en particular esta situación es que hay más hechos de vandalismo que de robos. O acciones de daño por el simple hecho de romper e inhabilitar una escuela para el dictado de clases. Por ejemplo, rompen la tapa de un tanque de agua, dañan el flotante y vuelven a taparlo, lo hacen todo ante el mero hecho de dejar a la escuela sin agua”.
El funcionario consideró también que el contexto sociopolítico que transitamos tiene marcada incidencia en el incremento de ataques a instituciones públicas.
“Siempre que se está cerca de estos procesos sociopolíticos, crecen estos ataques en un ciento por ciento. Si hubiera que medir, tenemos el doble de situaciones que las que venimos teniendo desde el comienzo del año”, sostuvo Garavaglia, para añadir: “El contexto electoral y el socioeconómico se potencian entre sí. Hay una manifestación que está ligada al proceso electoral y que de todos modos está también abrevando en lo que es la situación socioeconómica, que es un caldo de cultivo para situaciones de este tipo”.
Más urgencias, menos
mantenimiento
Consultado respecto de la inversión que le representa al Estado provincial atender cada siniestro registrado en las escuelas, el funcionario explica que en sí no constituyen grandes erogaciones por tratarse de roturas de vidrios, cerraduras o algunas aberturas, entre otras, pero que el inconveniente mayor está supeditado a la alteración del normal funcionamiento edilicio.
“Lo que sí representa un costo importante es en la prevención de nuevos eventos. Por ejemplo, el hecho de tener que instalar sistemas de alarma o prever un sistema de seguridad para resguardar el sistema de provisión de agua en las llamadas escuelas amarillas, en donde tenemos grandes cisternas, ha significado una inversión importante y por sobre todo nos ha llevado a parar lo que es mantenimiento preventivo”, indica. Para continuar: “Toda esta situación nos ha sacado de algo que era frecuente, propio del mantenimiento, y nos ha llevado a atender la urgencia en la mayoría de los casos. Hoy por hoy, prima la urgencia por sobre el mantenimiento tanto por lo que ocurre como por lo que se quiere prevenir para que no ocurra. Y en esto quiero destacar el rol de las cooperadoras escolares, que junto al cuerpo docente y a los alumnos, son las que también cuidan a sus instituciones”.