Con la caída del gobierno afgano y la toma del poder por parte de movimientos talibanes, el mundo no para de hablar sobre lo que ocurrirá en el país asiático y cómo será el nuevo régimen tras 20 años de presencia de las tropas norteamericanas. Las duras imágenes reproducidas constantemente por los medios de comunicación con multitudes intentando huir de Kabul y personas colgadas de aviones terminan siendo sólo un aspecto en el análisis de lo que implica el contexto sociopolítico actual.
En diálogo con Puntal, el analista político Ignacio Liendo reflexionó sobre la situación actual en Afganistán y consideró que el dato más importante, en términos del sistema internacional, con la toma tan rápida de Kabul por parte de los movimientos talibanes en pocos días, “marca el inicio definitivo del siglo euroasiático”, indicó. Señaló que los medios globales se detienen en detalles, “con las imágenes truculentas de gente colgada en los aviones y cayendo del cielo, en cuestiones como qué pasarán las mujeres, pero, más allá de esa pirotecnia mediática global, que los medios en Argentina replican sin el más mínimo tamiz o conocimiento del caso, creo que este es un hito clave como puede haber sido el asesinato del archiduque Francisco Fernando para la primera Guerra Mundial o la quema del Reich en el nazismo o la foto del Ejército Rojo ingresando a Berlín y clavando una bandera comunista”, consideró Liendo.
En este sentido, precisó: “Estos hechos han marcado de aquí en adelante dos cosas que muchos analistas veníamos sosteniendo: la decadencia del imperio americano, que no puede proyectar más allá de sus capacidades, ni transmitir un orden global, y asistimos al fin del orden de Yalta, creado después de la Segunda Guerra Mundial, y al fin del orden creado con la caída de la Unión Soviética”, comentó Liendo.
- ¿Qué significa que se dé en Afganistán?
- Es simbólico que esto sea en Afganistán, porque el pueblo afgano, liderado en este caso por los talibanes, acostumbrado a la guerra y a un estilo de vida casi incomprensible para Occidente o las clases medias urbanas occidentales, el pueblo afgano se cargó a dos potencias como la URSS y a Estados Unidos; ambos caen en Kabul, el inicio de la caída de la Unión Soviética no sólo fue la caída del muro de Berlín, sino su fracaso en la capital afgana. Los norteamericanos contribuyeron fuertemente a eso, financiando la red Al Qaeda, a través de sus servicios de inteligencia, y alimentaron ese fantasma del integrismo, pero ahora se les vuelve en contra.
El analista se refirió a los aportes de Zbigniew Brzezinski, uno de los hombres de la política externa norteamericana, y su frase tras la caída de Estados Unidos en Vietnam, cuando dijo: “Los soviéticos tendrán en Afganistán su propio Vietnam”. “Allí apuntaron todos sus cañones a estos grupos y a la estética de ‘Rambo’, que claramente es esto, y, si bien Brzezinski falleció hace poco, influyó hasta el final, de hecho en uno de sus últimos libros, ‘El gran tablero mundial’, él dice que se debe contener a las potencias euroasiáticas y así beben de su propia medicina y deben retirarse de una manera escandalosa, perdiendo al igual que en Vietnam la guerra”, manifestó Liendo.
Sostuvo que ambos ejércitos, afgano y vietnamita, estuvieron fuertemente inspirados por cuestiones religiosas, identitarias y regionales, “es algo que siempre ocurrió en la historia de la humanidad, muchos imperios se expandieron mucho más allá de sus capacidades por su propio dinamismo y siempre encontraron un límite en los pueblos que, según la dialógica del siglo XIX de ‘civilización y barbarie’, son bárbaros, los que estuvieron dispuestos a morir por su tierra y su causa”, reflexionó, mientras aclaró que, más allá del poder bélico que tuvieran, una tropa motivada gana aunque fuera más débil.
- ¿Los temas que plantea como más de detalle, pero que se proponen constantemente en los medios que tratan los hechos de Kabul, pueden llegar como parte de una agenda impuesta desde Estados Unidos como un intento de presentar “otra historia”?
- Sí, es una agenda de cierta progresía urbana occidental que conmueve al que está mirando televisión y por supuesto tiende a deslegitimar lo que en realidad ha ocurrido para cambiar el eje de la información de la cuestión más importante, que ha sido que el imperio norteamericano ha sido derrotado, y creo que este es el fin del siglo XX. Desde el soft power, a través de los medios globales que controlan las elites norteamericanas, comienzan con esta cuestión pseudoprogresista, pero el eje está en otro lado y todo esto nada les interesa en Afganistán. De todas formas, sobre las cuestiones de fondo han tomado nota en las grandes cancillerías del mundo y claramente este es un signo de decadencia del imperio norteamericano. Donald Trump tenía claro esto, por lo que intentó firmar una paz con los talibanes para poder retirarse rápidamente, y la bomba le explotó en la cara a Joe Biden, pero en realidad detrás hay una cuestión perversa, que es que estas guerras se sostuvieron para sostener el aparato militar industrial, Wall Street y el Big State, ese conglomerado de poder que sostiene el imperio norteamericano.
Liendo puntualizó que, en este marco, la guerra contra el terrorismo que nunca se termina, “se volvió insostenible financiera, política y militarmente, porque, más allá de las grandes capacidades que tiene Estados Unidos y de que su presupuesto sea gigante en lo militar, Rusia está por delante y ha sido vencido en territorios adversos con combatientes fuertemente motivados como los afganos o los sirios”, dijo y resaltó: “La política de destrucción de Estados no ha prosperado más allá de la propia destrucción, sumado a cómo se ha desprestigiado, porque la credibilidad ante estas imágenes, aunque intenten dibujarlas, se pierde a la hora de intentar promover sus valores”.
- Incluso Estados Unidos venía con un poder y credibilidad golpeados por su gestión en pandemia.
- Sí, esto es muy importante porque al intentar sostener esto, sin poder resolver sus problemas internos, quedás expuesto ante la opinión pública que intentás manipular desde los conglomerados mediáticos. Es muy difícil sostener lo que es insostenible y está a la vista. Es muy interesante lo que está sucediendo, y asistimos al inicio del siglo XXI del orden euroasiático y a un verdadero orden multipolar donde hay actores que son determinantes como China y Rusia, Irán, y el dato de que no se puede sostener con tropas imperiales, tropas cipayas o con contratistas privados, un engendro de este tipo, porque tarde o temprano pasa esto.
- En esta línea, con el nuevo orden euroasiático, rápidamente Rusia se acercó a negociar con el nuevo gobierno talibán. ¿Ya se muestran las estrategias en el nuevo mapa?
- Es un dato muy importante. La embajada norteamericana y otras occidentales, al igual que delegaciones de la Otan, están siendo evacuadas, pero la china y la rusa siguen muy activas como si no hubiera ocurrido nada. Ya están negociando con el nuevo gobierno cómo articular las relaciones. Afganistán, que está en el corazón de Eurasia, es un país clave para muchos proyectos de infraestructura de gran alcance que tienen China y Rusia, por ejemplo gasoductos y la famosa iniciativa “Obor” (One Belt, One Road), la Nueva ruta de la Seda que promueve China y que es el proyecto estratégico fundamental para celebrar los 100 años de la revolución de 1949. Con esto, la posición geoestratégica de Afganistán es clave y ya está visto que no funciona una estrategia imperial como la de Estados Unidos, sino que se deben hacer acuerdos con este nuevo gobierno, porque son grandes inversiones que requieren acuerdos a largo plazo. Entonces, es posible que después de más de 40 años de guerra podamos ver en Afganistán cierta estabilidad que se dará en esta articulación con China y Rusia.
Luis Schlossberg. Redacción Puntal