"Terminamos un año difícil y esperamos el próximo con muchas expectativas"

“Nuestro presente es de mucha incertidumbre al igual que el que vive la mayoría de los sectores porque no se sabe lo que va a pasar, con el agravante de que en muchos casos no nos están entregando materiales y hay muchos proveedores que ni siquiera quieren cotizar, otros que aumentan ‘por las dudas’. Lo que dice la mayoría de los proveedores es que los productos que no se pueden reponer directamente no los venden”, reflejó Foglino, respecto de la situación actual.

En ese contexto, señala que solo una minoría de ellos entrega mercadería “a precio abierto” a quienes son clientes con precios a actualizarse en el momento de pago. Asimismo, reconoce que tal realidad tampoco es capricho de los proveedores, sino que advierte que muchos de ellos tienen problemas de importación y se topan con que tienen sus pedidos retenidos en Aduana, paralizados por la escasez de dólares.

“La construcción no es ajena a los inconvenientes que estamos atravesando en este período, pero si de algo estoy convencido, es de que las empresas constructoras nunca nos quedamos, siempre vamos avanzando. Somos animales de laburo, es muy raro que una empresa constructora cierre por complicaciones”, reflexionó el titular de la Cámara de la Construcción local.

Abocado mayoritariamente a la obra pública en su rol de empresario, Foglino sostiene que pese a los obstáculos que atraviesan no es tan fácil disminuir el ritmo de una obra, porque hacerlo puede implicar problemas a futuro al momento de conseguir personal para reactivarla, o bien, encarar nuevos proyectos. “Es complejo. Una vez que se para una obra se hace complicado retomarla pero también a su vez es otro problema mantener gente ociosa. Se debe mantener activo al personal para que en el momento en que nos convoquen para una obra, poder responder como se debe”, señaló.

Tipologías vigentes

Respecto de la realidad del sector en Río Cuarto, el presidente de la cámara consideró que tanto los edificios como las nuevas urbanizaciones son dos tipologías que se mantienen vigentes en la ciudad, alentados “por la permanente apuesta del sector al trabajo”.

“El constructor siempre va para adelante, siempre poniendo todo su esfuerzo”, dijo. Y reflexionó: “Creo que con las lluvias, hay mucha expectativa puesta en la cosecha que pueda venir. Ahora, el contexto político no es de lo mejor”.

-¿Tienen esperanza de que se adopten políticas favorables al sector?

-Sí. Las expectativas siempre están. Con uno o con otro candidato como presidente, siempre mantenemos las expectativas. Asimismo, sabemos que se vienen tres meses complicados para nosotros, principalmente los que estamos más abocados a la ejecución de obra pública, porque va a ser el lapso que lleve entre que asuman las nuevas autoridades, se instruyan en los distintos proyectos y hasta que se acomode la nueva administración, del color y del partido que sea, va a ser el tiempo que va a llevar para que se reactiven las obras. Incluso a nivel provincial, donde sigue el mismo color político, también deben renovarse las autoridades. Porque no pasa por quien gane, sino por la nueva administración. Quienes asuman en los ministerios tendrán primero que familiarizarse con todo lo que se viene haciendo. En cuanto a obra privada, asuma quien asuma, siempre estamos con expectativas de que se lancen créditos inmobiliarios para la construcción de viviendas, departamentos, etcétera.