Está acusado de haber captado -junto a su padre, separado del proceso por incapacidad sobreviniente- a una mujer y su hermana menor de edad para someterlas a extenuantes jornadas laborales en un campo que alquilaban cerca de la localidad cordobesa de Ucacha. Las víctimas contaron que durante casi seis meses trabajaron 19 horas por día, que dormían en el piso y que casi no tenían alimentos, y que permanecían encerradas en el lugar