Durante el fin de semana hubo en total 30 intervenciones de inspectores municipales, en el marco de la “nueva normalidad”, a los fines de desactivar fiestas clandestinas, partidos de bochas y de fútbol, juntadas para tomar mate y también reuniones de amigos para comer asados.
La inconducta social frente a las medidas sanitarias solicitadas para evitar un rebrote de coronavirus en la ciudad preocupa sobremanera a las autoridades locales.
Tras la habilitación de bares, restaurantes, gimnasios y cultos en los seis departamentos que estaban restringidos, la ciudad de Río Cuarto sigue igual, es decir con la misma modalidad que venía desarrollando hasta el momento.
Esto es: desarrollo de las actividades entre las 6 y las 20 (salvo los restaurantes que pueden cerrar a las 23) y restricción en la circulación de 20 a 6 (a excepción de lo esencial como clínicas, farmacias y estaciones de servicio).
Al respecto, no se han producido problemas en cuanto a los controles referidos al cumplimiento de lo anteriormente mencionado.
Sin embargo, el mayor problema está en las reuniones sociales que están prohibidas.
En los fines de semana, el Edecom viene detectando fiestas clandestinas como también partidos de bochas en distintos sectores de la ciudad.
“Lamentablemente se tuvo que desactivar fiestas clandestinas. Es una pena que exista esta falta de empatía y solidaridad en la ciudad. En su mayoría son fiestas impulsadas por jóvenes”, expresó ayer el secretario de Control, Guillermo Natali.
Según se informó, las fiestas clandestinas fueron clausuradas no sólo en barrios sino también en countries de la ciudad, en tanto que los partidos de bochas y de fútbol fueron desactivados, pero a la hora vuelven a armarse, se manifestó.
Pero también se hacen juntadas para tomar mate o reuniones para comer asados que tuvieron que ser intervenidas.
Como dijo Puntal, rigen multas que van de 5 mil a 500 mil pesos para las personas que violen la cuarentena.
Las sanciones fueron establecidas por la Provincia pero el Municipio adhirió a ellas mediante una norma municipal.
En caso de reincidencia se duplica el importe de los montos prefijados.