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Guzmán se fue pidiendo un acuerdo político en la coalición gobernante

El ministro de Economía reseñó el impacto de la pandemia y la guerra en Ucrania. Destacó la firma del acuerdo con el FMI, que generó una crisis en el oficialismo. "La economía continúa creciendo y generando empleo", dijo

La defensa de su gestión y la sugerencia de alcanzar un "acuerdo político dentro de la coalición gobernante" para solucionar los problemas fueron algunos de los principales conceptos de la carta de renuncia del ministro de Economía, Martín Guzmán.

"Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana", señaló Guzmán.

En una carta de siete carillas, dijo que quería agradecerle profundamente al Presidente por "confiar en mí y en el equipo que hemos conformado en el ministerio por estos más de 30 meses de trabajo, los cuales estuvieron marcados por un escenario absolutamente singular".

Señaló que "al asumir nuestro Gobierno, Argentina se encontraba sumida en una profunda crisis económica, social y de deuda, y a ello se le agregó primero una pandemia global y luego la actual guerra en Ucrania, que han sido profundamente disruptivas del funcionamiento del sistema económico internacional".

Asimismo, hizo mención a las divisiones que se generaron en el Congreso cuando se propuso debatir el acuerdo con el FMI que finalmente se cerró en marzo de este año.

Ese acuerdo provocó la renuncia de Máximo Kirchner como jefe de bloque en la Cámara de Diputados, quien argumentó su salida con el desacuerdo con la negociación y responsabilizó a Fernández y a su gabinete económico.

Guzmán recordó que "en 2022, se llegó a un acuerdo con el FMI para poder refinanciar la deuda con el organismo tomada en 2018- 2019".

Dijo que "el acuerdo también tuvo características absolutamente excepcionales a la luz de la historia entre nuestra República y aquel organismo históricamente dominado por el poderoso establishment financiero internacional".

Y añadió que "por la nueva legislación que nuestro propio Gobierno había propuesto, por primera vez en la historia un acuerdo con el FMI tuvo que ser sometido a la consideración del Congreso de la Nación para su aprobación, que finalmente ocurrió con 80% de votos afirmativos".

"Más allá de las incertidumbres que generaron las divisiones en el Congreso, este proceso constituyó un paso histórico hacia adelante para nuestra República", destacó.

También recordó la implementación del ATP y el IFE y aseguró: "Hoy la economía continúa creciendo y generando empleo, habiendo pasado ya la primera revisión de aquel programa y habiendo logrado adaptarlo a las circunstancias globales cambiantes en el contexto de la guerra en Ucrania".

En este sentido, reconoció que desde la candidatura de Alberto Fernández como presidente, deseó ser su ministro.

"Desde el día en que los argentinos y las argentinas percibimos que usted podía llegar a ser el Presidente de la Nación, busqué ser su ministro de Economía. Eran tiempos muy difíciles, y sentía que mi responsabilidad con la Patria, con mi pueblo y con mi familia era aportar a la construcción de una salida a la crisis económica que vivía el país", subrayó.

Y añadió sobre el resto de los funcionarios: "El nivel de esfuerzo y concentración que observé en su gabinete y en los equipos de los distintos ministerios involucrados en dar respuesta a la situación fue conmovedor".

Sobre su posible sucesor, dijo: "Ha sido un verdadero honor acompañarlo en la tarea de poner a nuestro país de pie. Juntos hemos dado pasos para que la economía de nuestro país se recupere y crezca. La hora necesita que quien usted disponga tome las riendas del ministerio que hasta hoy tuve el honor de conducir".

Guzmán eligió difundir su carta de renuncia cuando la vicepresidenta, Cristina Kirchner, replicaba a Fernández en un acto en Ensenada. Guzmán eligió difundir su carta de renuncia cuando la vicepresidenta, Cristina Kirchner, replicaba a Fernández en un acto en Ensenada.

"Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace, que tendrá por delante esta alta responsabilidad, cuente con el manejo centralizado de los instrumentos de política macroeconómica necesarios para consolidar los avances descriptos y hacer frente a los desafíos por delante", señaló.

Los cuestionamientos más fuertes del ala kirchnerista

Los cuestionamientos del kirchnerismo al saliente ministro de Economía, Martín Guzmán, comenzaron a gestarse en el tramo final de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y se acentuaron luego de la firma del acuerdo cuando el ahora exfuncionario puso en práctica una serie de medidas para cumplir las metas firmadas.

Los términos del programa de facilidades extendidas, suscripto a las condicionalidades que imponía en materia de déficit fiscal y de manejo de la política monetaria y cambiaria, nunca fueron digeridos por el sector que responde a la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quien desde el primer instante lanzó críticas impiadosas.

Los primeros enfrentamientos salieron a la luz cuando en los primeros días de enero Guzmán convocó a la Casa de Gobierno a los gobernadores provinciales para explicarles por qué se demoraba la firma del convenio.

Luego de las explicaciones dadas por Guzmán, que además fueron respaldadas por el presidente Alberto Fernández, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, tomó la palabra y lo cruzó al pedir revisar la estrategia de negociación: "Un crédito excepcional, fallido y fracasado, una bomba atómica, necesita soluciones excepcionales", dijo, cacheteando la exposición del Poder Ejecutivo nacional.

Una vez encarrilado el acuerdo, el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Andrés Larroque, afirmó: "Kicillof hubiese negociado mejor".

El sendero de reducción del desequilibrio fiscal imponía una corrección de las tarifas energéticas y allí surgió el cruce con el subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo.

Guzmán pretendía un esquema más horizontal y de segmentación por ingresos, mientras que Basualdo lanzó una iniciativa con foco en la geolocalización.

Durante las audiencias públicas que definieron los nuevos cuadros tarifarios que comenzaron a regir a partir de este viernes, funcionarios que exponían por parte de la Secretaría de Energía fustigaban la visión del ahora exministro.

Otra polémica con fuerte exposición pública fue la que mantuvo con Roberto Feletti cuando este estaba al frente de la Secretaría de Comercio. Feletti le reclamó a Guzmán un aumento de las retenciones al agro como método para "desenganchar" el aumento de precios de las materias primas a nivel internacional de las locales.

Guzmán se negó en reiteradas oportunidades y en ese momento salió a pedir cohesión en el gabinete para que los discursos enfrentados no minen la confianza de los agentes económicos.

Esa batalla terminó a favor de Guzmán, ya que a las pocas semanas Feletti renunció a su cargo y Economía absorbió la Secretaría de Comercio que quedó en manos de Guillermo Hang.

Junto al pedido de aumento de retenciones, el kirchnerismo le reclamaba a Guzmán aumentar el gasto público para paliar la crisis. En cada comunicado de prensa sobre datos económicos, el ministro los enfrentaba remarcando el incremento en las erogaciones con destino social.

Uno de los últimos embates lo protagonizó la propia Cristina Kirchner, quien habló de un "festival de importaciones" que debilitaban las reservas del Banco Central.