El procedimiento se desarrolló alrededor de las 17 de ayer en la avenida Circunvalación a la altura del kilómetro 13, en cercanías del barrio Villa Bustos, cuando fue controlado un Peugeot 206 de color gris, con el secuestro de más de 10,6 kilogramos de clorhidrato de cocaína y la detención de dos hombres: uno de nacionalidad peruana de 41 años y el otro, con domicilio en Córdoba, de 21 años.
La droga incautada tiene un valor superior a los 500 mil dólares en el mercado, estimaron los especialistas.
Los investigadores estiman que la sustancia tenía como destino la ciudad de Córdoba, para luego ser distribuida en el interior de la provincia.
En el lugar del procedimiento estuvo el ministro de Seguridad, Juan Pablo Quinteros, y el jefe de la Policía de Córdoba, comisario general Leonardo Gutiérrez.
En el momento del operativo de rutina, los policías detectaron el nerviosismo del chófer y su acompañante. Al revisar el contenido de una mochila que estaba en la parte trasera del vehículo, los uniformados hallaron nueve ladrillos prensados y varias bolsas con una sustancia de tipo piedra.
De inmediato fue convocada la Fuerza Policial Antinarcotráfico, quienes confirmaron que en el interior del bolso había clorhidrato de cocaína.
Dentro del vehículo también se encontró una suma superior a los 10 mil dólares en efectivo y una balanza de precisión.
“Este es el resultado de un trabajo articulado y comprometido por parte de las fuerzas. Es una satisfacción enorme ver que el esfuerzo diario se traduce en golpes certeros al crimen organizado”, sostuvo Quinteros.
Los detenidos quedaron a disposición de la Justicia Federal, que ya tomó intervención en la causa.
La Policía Federal Argentina también participó del procedimiento, recibiendo el material secuestrado para continuar con las investigaciones.
La investigación busca ahora determinar la procedencia exacta de la sustancia, el destino que tenía y si los detenidos forman parte de una organización más grande.
“Estos procedimientos demuestran que el trabajo preventivo funciona. Cada control, por más rutinario que parezca, puede ser una oportunidad para frenar el avance del narcotráfico”, sostuvieron fuentes oficiales.