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La pesadilla de una madre

La niñera que contrató para cuidar a su bebé fue filmada maltratándolo

"Esa mañana sentí que me lo mataba", así resumió Georgina, madre de un bebé de siete meses, la angustia que vivió al descubrir, por medio de las cámaras de seguridad de su casa, cómo la niñera golpeaba a su hijo en un episodio que ha conmovido a toda la ciudad. La Justicia informó anoche que la mujer quedó detenida e imputada por el delito de lesiones leves reiteradas.

La escena, registrada por las cámaras de seguridad de la vivienda, muestra a la cuidadora, contratada a través de una agencia de niñeras, maltratando al pequeño mientras lo cambiaba en la habitación de los padres. En el video, se observa cómo la niñera le da una cachetada tan fuerte que la cara del bebé gira hacia el otro lado, lo lanza sobre el colchón y lo manipula con tal brusquedad que el niño parece más un muñeco de trapo que una criatura indefensa.

"No tengo palabras para describir lo que sentí", relata Georgina, cuya voz quebrada delata el dolor que todavía arrastra. "La vi darle una cachetada que lo dejó llorando más fuerte, y lo que vino después fue aún peor. Lo tiró sobre la cama como si no fuera más que un objeto. Esa mujer no está apta para cuidar niños. No sé cómo pudo hacerle eso a un ser tan indefenso".

El hecho ocurrió en un complejo cerrado de la zona sur de la ciudad, donde la familia, como tantas otras, confiaba en la tranquilidad que puede ofrecer la contratación de una niñera profesional. La mujer había sido seleccionada tras un proceso que Georgina había llevado a cabo con cuidado y meticulosidad. Entrevistas virtuales, verificación de referencias y revisión de antecedentes fueron parte del protocolo de selección, todo con la promesa de que la agencia que la contrataba ofrecía "confianza y seguridad" a las familias.

"Yo la elegí porque tenía experiencia previa, referencias laborales buenas… parecía una persona responsable", explica Georgina, quien, tras ver los videos, se sintió traicionada en lo más profundo de su ser. "Nunca imaginé que algo así pudiera pasar. Me confié en lo que la agencia prometía, en lo que mostraban como su sistema de selección de personal, y ahora me siento devastada."

La agencia, que anunciaba en sus redes sociales el “Examen Preocupacional para Niñeras”, garantizando a sus clientes que las personas contratadas para el cuidado de niños estaban “en óptimas condiciones de salud” y calificadas para la tarea, se encuentra en el ojo del huracán. En sus publicaciones, prometían seguridad, tranquilidad y confianza para las familias. Sin embargo, tras la denuncia de Georgina, la empresa se limitó a ofrecerse a realizar la búsqueda de otra niñera de manera gratuita, una propuesta que la madre rechazó.

“Lo único que quiero es que esta pesadilla termine. No quiero que nadie más pase por esto. No voy a permitir que alguien más entre a mi casa a cuidar a mis hijos. La confianza que me vendieron se ha roto de manera irreversible”, asegura con firmeza.

El abogado de la familia, Ramiro Bazán, ha solicitado que la imputación contra la niñera se agrave a "lesiones graves" y hasta "tentativa de homicidio", dada la violencia extrema de los videos que fueron presentados como prueba. "Lo que se ve en los videos es insoportable. No es solo un golpe aislado, sino un abuso reiterado. No sabemos qué ocurrió fuera de esas grabaciones, pero todo apunta a que la situación era aún peor de lo que hemos visto", señaló el letrado.

El fiscal Celeste Blasco, a cargo de la causa, ha iniciado la investigación para esclarecer los hechos y determinar la gravedad de las lesiones sufridas por el bebé. Aunque en principio la imputación es por “lesiones leves”, los padres y su abogado exigen una revalorización de los cargos, dado que los videos son de una dureza que va más allá del maltrato físico.

La situación de los padres es angustiante. Georgina confiesa que incluso antes de descubrir los videos, ya algo en su interior le decía que algo no estaba bien. "No me sentía tranquila, no me sentía bien. Mi cuerpo me avisaba, y no me equivoqué", dice.

El caso, que ha desbordado los límites de lo que una familia podría imaginar, deja también una reflexión sobre la confianza que, a veces, nos vemos obligados a depositar en terceros para el cuidado de lo más valioso: nuestros hijos. “Hay que poner en duda todo, confiar en el instinto de madre y padre, porque jamás falla”, subraya Georgina, afectada, pero decidida a que su denuncia no quede en la nada.

El caso que conmociona a todo Córdoba, abre paso a otra pregunta ¿qué tan segura es la contratación de estos servicios a través de agencias que prometen “tranquilidad”, y cuál es el verdadero control detrás de las empresas que cuidan a nuestros niños? La película de terror que vivió esta madre, con tintes de realidad tan crudos como los de una trama de suspenso, podría ser un reflejo de la vulnerabilidad en la que se encuentran muchas familias al abrir las puertas de sus casas a extraños, en la búsqueda de un cuidado que deberían poder confiar sin reservas.