El trágico suceso ocurrió en la noche del domingo en la localidad de Brinkmann, cuando se descubrió que la niña había sido asesinada en su vivienda, y se había provocado un incendio que consumió parte de la casa había para ocultar el crimen. Los investigadores están trabajando en la reconstrucción de los hechos, ya que, según fuentes judiciales, la autopsia de la niña determinó que su deceso ocurrió antes de que las llamas arrasaran con el inmueble.
Junto a Rocío Milagros Rauch, permanecen detenidos Matías Ezequiel Simeone, de 33 años, padrastro de la niña, y Cristian Hernán Varela, de 40 años, amigo de Simeone. Ambos están acusados por homicidio simple, aunque no se descarta que las imputaciones puedan cambiar a homicidio criminis causae, una figura legal que implica que el crimen se haya cometido con la intención de lograr la impunidad.
La fiscalía también está evaluando si la niña era víctima de abusos o malos tratos previos al homicidio, especialmente considerando que el padrastro, Matías Simeone, había estado en libertad condicional tras haber sido condenado por violencia de género en 2023.
El domingo por la noche, más de un centenar de personas se congregaron en las calles de la localidad para exigir justicia por la pequeña Aralí, a la vez que manifestaron su preocupación por el estado de desprotección en el que, según aseguran algunos, vivían la niña y sus hermanos.