Según las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA), el Índice de pobreza aumentó al término del primer semestre del año al 55,5% de la población y la indigencia al 17,5% en el mismo período.
Este cálculo pone las cifras por arriba de finales de 2023 cuando, según el INDEC, la pobreza alcanzaba al 41,7% de los habitantes, entre los cuales 11,9% eran indigentes, es decir sus ingresos no alcanzaban para comprar la cantidad mínima de comida para la subsistencia.
Entre finales de 2023 y junio de este año la inflación alcanzó al 79,8% y, si bien el Índice de salarios aumentó 84,3% en el primer semestre del año, no todos los empleados tuvieron el mismo incremento.
Solo los trabajadores registrados del sector privado tuvieron un aumento por encima de la inflación, al registrar un alza del 93,6%, mientras que los ingresos de los empleados públicos subieron 73,3% y lo de los trabajadores "en negro" apenas el 69,8%, informó el INDEC.
Además, durante el primer semestre se registró caída en el nivel de la actividad económica del 3,2%, y la tasa de desocupación pasó del 5,7% de finales del 2023, al 7,6% al terminar a finales de junio, según datos del INDEC.
Florencia Iragui, integrante de la consultora Labour Capital & Growth (LCG), advirtió que "no es novedad que las tasas de pobreza e indigencia están en niveles estructuralmente altos. Tampoco lo es el hecho de que las políticas de encuadramiento económico para encontrar equilibrios (suba del tipo de cambio, ajuste fiscal) suelan tener impactos negativos en el corto plazo".
"El año 2024 comienza sin ser una excepción, con un nivel de pobreza que trepó al 55% en el primer trimestre, afectando a más de 25 millones de personas", añadió en declaraciones publicadas por el sitio El Economista.