¿Masciarelli tiene el gallinero en orden o se viene la serie ítalo-riocuartense para Netflix?
La Voz del Interior presentó la semana pasada una investigación sobre un hecho que tiene como protagonistas a reconocidos empresarios riocuartenses, con una trama a la que no le falta ningún condimento.
Se trata de la historia del “icónico” edificio de la calle Avenida Italia 1100, que cuando comenzó a construirse, hace ya varios años, iba a ser el más alto de la ciudad.
Según relata el periodista cordobés Federico Noguera en su nota, el edificio (denominado Torre Massei) se comenzó a construir por la firma Avenida Italia S.A. radicada en Buenos Aires.
El problema comenzó cuandola firma quedó bajo sospechas en una investigación de lavado de activos que tuvo su origen en Italia en 2011, en un complejo entramado de sobornos que tenían como protagonistas a funcionarios de la región de Lombardía (cuya capital es Milán) y un par de instituciones de salud privada.
Por este caso, fueron condenados varios empresarios y funcionarios italianos y la investigación desentramó una compleja red de transferencias a empresas extranjeras para realizar el lavado de ese dinero ilegal en diferentes emprendimientos comerciales (tema que PUNTAL ampliará en próximas eidciones).
En esa parte de la investigación, llegaron a supuestas transferencias que la firma Avenida Italia S.A. habría recibido para financiar sus proyectos.
Para desentramar esta modalidad, la justicia italiana le pidió colaboración a su par argentina y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) presentó una denuncia penal.
“La presunción es que María Massei (una de las titulares de la firma radicada en Buenos Aires) habría puesto Avenida a disposición de los integrantes de la organización criminal para blanquear beneficios ilícitos”, dice textualmente la nota de Federico Noguera.
Ante esta situación, el juez federal de Río Cuarto, el doctor Ochoa, ordenó la inhibición general de bienes y trabó un embargo preventivo sobre los bienes de los acusados. Luego, embargó todas las acciones, las cuentas bancarias, las participaciones y las obligaciones negociables de Avenida.
En 2017, en medio de la investigación, el Frigorífico Coronel Moldes (que ya había comprado desde el comienzo algunos departamentos del desarrollo y conocían todos los problemas que tenía el mismo) adquiere la totalidad del proyecto que estaba parado por la causa judicial de lavado de activos, realizando la compra siempre y cuando se solucione el “problemita judicial”.
Los años fueron pasando y ahora, con el edificio prácticamente terminado, el abogado del Frigorífico Coronel Moldes, Guillermo Masciarelli, pidió a la Cámara Federal el levantamiento del embargo sobre el edificio de la Avenida Italia, ya que según su criterio “el embargo sobre bienes de Avenida Italia era ilegítimo, porque es una persona (jurídica) distinta a las involucradas en la causa, de las cuales Alessandra Massei es socia. En ese sentido, dijo que, como tal, Massei tiene acciones y bienes que eventualmente podrían garantizar el resultado de la causa”, (textual de la nota publicada por la Voz del Interior).
La Cámara, mediante su fallo, le dio la razón al juez Ochoa manifestando que “el emprendimiento Torre Massei estaría íntimamente relacionado a los delitos que se investigan de lavado de activos” y no dio a lugar al pedido de Masciarelli.
En la últimas horas, el propio apoderado del Frigorífico Coronel Móldes, Guillermo Hugo Masciarelli (abogado, entusiasta golfista y fánatico de Boca), se sacó una foto dentro de un gallinero y la publicó en sus redes sociales con la leyenda #todocontrolado. ¿Habrá sido en alusión a la causa del edificio o habrá estado cargando a sus amigos de River por el superclásico?
“La verdad es que no sé si Masciarelli se refería a que tenía a la justicia federal controlada o a que ya había cerrado con Netflix el contrato para filmar la serie del edificio, porque a este culebrón no le falta un solo condimento”, le dijo al chasqui otro abogado del fuero local.