El ministro de Economía Luis Caputo anticipó que ese cambio en el IVA incluirá una alícuota de base que corresponderá a la tajada de reparto primario de coparticipación que se llevará el fisco nacional, que sería de 9%, y que luego las provincias deberán determinar qué alícuota “adicional” necesitará cada una según su estructura de gasto público.
La modificación es importante y requerirá el visto bueno del Congreso porque modificaría de cuajo una parte relevante del entramado tributario vigente. Es por eso que se trata de un cambio que estará integrado a un proyecto más amplio que abarcará otros impuestos. El impuesto al cheque (1,2% sobre transferencias bancarias) está en la mira para darle una fecha cierta de finalización, que podría ser el fin de este año.
En la Casa Rosada entienden que sería difícil plantear un intento nuevo de pacto fiscal con los gobernadores como intentaron gobiernos anteriores en los últimos años para acordar un sendero de caída de la presión impositiva. La Nación, por definición, no tiene potestad para obligar a ninguna provincia a bajar Ingresos Brutos ni ningún otro tributo que dependa de los fiscos provinciales.
De todas formas ya tomó alguna medida relacionada a ese tipo de impuestos y creó un portal unificado tributario para que las empresas puedan tener acceso a todas las jurisdicciones en un mismo sitio y de esa forma evitar que haya distintos esquemas diferenciados de cobro de percepciones en cada provincia. Es un problema habitual para empresas que tienen actividad en distintas gobernaciones, con sus propios esquemas de retenciones o alícuotas de Ingresos Brutos.
Sobre el nuevo esquema para el IVA, según pudo saber Infobae, la idea es “partir” al impuesto en dos. La Nación continuará con un alícuota de base del 9%, del 21% que tiene hoy ese gravamen como tasa, más allá de alícuotas recortadas y excepciones que tienen algunos bienes o servicios. Ese 9% tiene sentido al entender cómo es la coparticipación “primaria” del IVA.
De todo lo que se recauda por ese concepto, el 42% del total queda en la Nación y el resto es repartido hacia el conjunto de provincias y una parte menor para fondear los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) que administra la cartera de Interior, hoy denominado en el gabinete como Vicejefatura de Gabinete del Interior. Ese 42% implicaría, de manera lineal, que a la Casa Rosada le corresponden eso 9 puntos porcentuales del 21% total.
La parte más novedosa llegará para los 12 puntos porcentuales restantes: la idea que sobrevuela en los despachos oficiales y que buscará ser plasmado en el proyecto de ley de reforma tributario es establecer un esquema con “criterios objetivos”, según definió una fuente con conocimiento de ese tema. Ese criterio estaría determinado por el nivel de gasto que cada provincia necesite cubrir.
“Aún no hay texto ni aclaraciones acerca de la forma de funcionamiento, aunque queda claro que la Nación va a recaudar lo suyo y luego las provincias. Van a fijar una tasa propia en base al ingreso que se genere en cada provincia”, aseguró a Infobae Fernanda Laiún, fundadora del estudio Laiún, Fernández Sabella & Smudt.
“Eso va a obligarlos rendir cuenta y competir entre ellas porque la que necesite menos dinero puede poner una tasa más baja y entonces se haría transparente lo que hoy no vemos que es el subsidio a los gastos provinciales”, comentó.
Por su parte, el asesor financiero Federico Domínguez planteó que no se necesitaría un cambio en el régimen de coparticipación general, sino que “perfectamente con una ley aprobada por mayoría simple en cada cámara, se podría eliminar el IVA y, al mismo tiempo, reemplazarlo por un IVA no coparticipable con una alícuota menor, permitiendo luego que cada provincia fije su propia alícuota de IVA provincial”.
FUENTE: INFOBAE