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El verano se despide y las plantas lo saben

Por Ing. Agr. Ana Lund Petersen

Empezamos a despedirnos del verano. Todavía falta más de un mes y medio para que sea oficial el cambio de estación, pero en la atmósfera se huele la sensación de cierre. Gente volviendo de vacaciones, otros saliendo; y el comienzo del ciclo lectivo que marca los tiempos de todos, incluidos los que no tienen niños. Pero de esos ritmos que son nuestros, las plantas ni se enteran. Ellas son más sensibles a los días que de a poco se han ido acortando. Casi imperceptible, el sol restringe su recorrido en el cielo azul de verano. Lleva sus rayos hacia el hemisferio norte y nos prepara para el invierno.

El jardín sí hace caso a esos tiempos y se predispone naturalmente. Los ritmos de crecimiento comienzan a reducirse, las floraciones a entregarse a su destino de fruto y para acompañar esa cadencia podemos hacer algunas tareas que ayuden a que el esplendor del espacio dure por más tiempo.

Si las lluvias de diciembre y enero le dieron un gran empuje al jardín, es muy esperable en nuestra zona que febrero venga con un período corto de sequía. Esos días sin agua pueden acelerar algunos procesos de cierre de ciclo de las plantas, terminando con floraciones y crecimiento. Podemos estirar un poco los ciclos si suplementamos con algo de agua que puede ser de lluvia recolectada de los techos o de riego.

Plantear objetivos

Cuando pensamos en el manejo de los espacios verdes, tenemos que centrarnos en los objetivos de manejo. ¿Qué esperamos obtener del espacio?, ¿frutos de variados frutales?, ¿semillas de flores de estación?, ¿plantas de huerta?, ¿canteros diversos?

Las exigencias de manejo van a depender de eso. Cuando la demanda es muy alta, como en el caso de los frutales, no se debe desatender el ritmo y etapa en la que la planta se encuentra. El riego en este caso no puede faltar y debe hacerse de la forma más eficiente para maximizar la producción de fruta y el uso del agua que es un recurso escaso.

En el caso de frutales, cercos, canteros y huerta, la forma más adecuada es el riego por goteo. Con este método se aprovecha al máximo el agua, ya que se aplica directamente a las raíces y por ende, al área de absorción.

En el jardín de casa es útil pensar en las zonas según la exigencia hídrica y así definir bien de qué manera vamos a tratar cada área y con qué recursos. Canteros con muchas flores o huertos son espacios de alta demanda, tanto de agua como de nutrientes. Al comienzo del ciclo de crecimiento nos dedicamos a mejorar la nutrición de la tierra, a finales del verano es importante concentrarnos en que no falte humedad para que las plantas no necesiten cerrar sus ciclos antes de tiempo.

Otra cosa que es importante atender en febrero es prepararnos para hacer cambios planificados en canteros y jardín en general.

Marzo viene con el mejor momento para hacer plantaciones y multiplicaciones de muchas de nuestras herbáceas. Y es una etapa tan activa en el jardín que puede no alcanzarnos el tiempo si no lo pensamos bien antes de que empiece esta época, por lo que aprovechar este tiempo de febrero para observar, anotar y planificar puede ser una buena idea.

Compost

Durante los meses de gran producción de materia verde como son los de verano, es muy bueno poder aprovechar los desechos del jardín y cocina para hacer un compost. La tierra orgánica que se obtiene a partir de ese material suele ser muy rica en nutrientes y, por consiguiente, una excelente fuente de alimento para canteros, plantas en maceta y jardín en general.

Para esto es bueno usar las plantas que sacamos de los canteros cuando hacemos el desmalezado. A tener en cuenta es que las plantas que compostemos, no estén semillando o tengan alguna enfermedad, porque los órganos reproductivos de las malezas, hongos y bacterias suelen ser resistentes al proceso de compostaje y cuando lo utilicemos, vamos a sumar malezas y enfermedades junto con esa tierra.

Si aún no tenemos el espacio para el compost establecido dentro del jardín, es bueno tener en cuenta que el lugar óptimo para armarlo debe ser húmedo y algo sombrío. Podemos aprovechar espacios residuales del jardín como huecos debajo de los arbustos, o cercanos a la huerta, o algún sitio de baja circulación dentro del jardín. También es bueno considerar que tenga alguna fuente de agua cerca, ya que, para acelerar los procesos de descomposición, la humedad es fundamental. Cuando empiece marzo con multiplicaciones y podas por delante, es muy bueno poder aprovechar todo ese material para el compost.

Y así nos vamos metiendo con fuerza dentro del 2021. Con expectativas por el año que vendrá, viviendo el día a día más que nunca, planificando a corto plazo todas nuestras acciones. Dentro de ese marco en lo estructural, la naturaleza sigue estable en sus ritmos, bálsamo entre tanta inestabilidad.

Que eso nos inspire y colabore en nuestro bienestar.

Por ing. agr. Ana Lund Petersen

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