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"Con el modelo Milei, la industria de Córdoba será muy afectada"

El actual secretario de Industria de la Nación, José Ignacio De Mendiguren, pasó ayer por Córdoba y compartió la tarde con directivos y trabajadores de las fábricas automotrices. Antes de tomar el avión de regreso a Buenos Aires, habló con I+I CBA sobre lo que se elige en materia productiva el domingo, cuestionó la propuesta libertaria y le pidió a Schiaretti que advierta los riesgos que implica para las fábricas de la provincia

José Ignacio De Mendiguren fue presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) y ministro de la Producción durante el gobierno de Eduardo Duhalde en la salida de la crisis de 2001. Ahora regresó a la función pública de la mano de Sergio Massa y conduce la Secretaría de Industria de la Nación. Desde allí alertó que “el modelo económico que propone Javier Milei, que niega las relaciones comerciales con Brasil y China, es un riesgo severo para el aparato productivo cordobés”. “El Vasco”, como lo conocen mayoritariamente, pidió además al gobernador Schiaretti “que se manifieste y advierta los riesgos que ocasionarían las políticas del candidato libertario para las industrias cordobesas”. En diálogo con I+I CBA, insistió en que “a Schiaretti lo conozco desde hace mucho tiempo, sé que es un industrialista nato y por eso me llama la atención que no haya dicho nada sobre esas propuestas que no se aplican en ningún lugar del mundo”.

De Mendiguren recorrió las plantas automotrices de la provincia ayer y remarcó que pudo ver “una vez más la gran potencia industrial de Córdoba, donde la producción de camiones y vehículos en general está siendo muy importante, con inversiones fuertes de Volkswagen, Iveco, Stellantis. Y lo que vimos fue que hay una preocupación muy grande de estas empresas por las declaraciones del candidato Milei, que volvió a repetir el domingo en el debate, con respecto a las relaciones comerciales con Brasil y China”.

¿Las automotrices están preocupadas por esas declaraciones?

Claro! Es que toda la industria automotriz argentina tiene un acuerdo con el Mercosur, lo que permitió reacomodar la industria automotriz de la región, mejorar la productividad, y vemos cómo Stellantis, por ejemplo, el mes pasado tuvo récord en la producción del Fiat Cronos y su exportación a Brasil alcanza casi el 50% de los autos que salen de la fábrica de Córdoba. Hoy el Cronos en Brasil es el segundo sedan en ventas. Es el éxito de la industria cordobesa! Igual que la inversión de Volkswagen e Iveco, con sus camiones, están pensando en la región. Y el domingo vieron cómo Milei insistió con el tema del comercio con Brasil, que no iba a negociar con Lula porque era comunista, ni con China, y la industria automotriz de Córdoba y todas las autopartistas están muy preocupadas, porque si se cae eso desaparecen. Y cuando Massa le pregunta cómo iba a romper las relaciones con los países, Milei pidió que negocien entre privados, cómo va a plantear eso!

¿Es imposible imaginar ese esquema en la práctica?

Es una locura, y cuando se dio cuenta, lejos de corregir, dijo que deberían triangular. Es decir, que si Iveco quiere vender un camión a Brasil, antes lo tiene que comercializar a otro país para que desde ahí llegue a Brasil; no es serio. Por eso, también la industria mira hacia el gobernador Schiaretti y su neutralidad ante este panorama. ¿Le da lo mismo que triunfe un candidato que diga abiertamente que vamos a anular el Mercosur? La verdad que hay mucha preocupación. Vamos a esperar a ver si al menos el gobernador pide explicaciones al candidato que viene sosteniendo esto, porque ser prescindente frente a la propuesta de romper los dos principales mercados que tiene Córdoba en comercio exterior, como China y Brasil, no es lógico.

Esos dos mercados para Córdoba no son solo relevantes por los autos, sino por buena parte de la agroindustria, carne incluida…

Pero claro, igual que Mendoza con el vino, todas las economías regionales. Pensemos lo que sería para todas ellas. Pero además, pensemos que el gobernador Schiaretti es un especialista en la industria automotriz. Y José Manuel De la Sota como embajador en Brasil fue uno de los que más apuntaló la relación del Mercosur. Y pensemos en los radicales que con Alfonsín y José Sarney inauguraron el proceso de integración. Por eso resulta extraño que Schiaretti sea indiferente porque parece que le da lo mismo votar a uno que a otro; eso es no entender lo que puede implicar para los puestos de trabajo de los cordobeses. Por lo menos pedir explicaciones al candidato que lo propone. Que diga qué piensa. Porque insisto que la preocupación en Volkswagen, en Iveco, de sus casas matrices y pensar que están invirtiendo en proyectos para un mercado de 5 millones de autos; si esto se cae… Y Argentina no tiene escala suficiente para justificar grandes inversiones en la industria automotriz; necesita de Brasil.

¿Se puede abrir la economía y apostar al libre comercio, como plantea Milei?

Lo primero es que se observa en eso nuevamente un desconocimiento muy profundo de lo que está pasando en el mundo moderno. Estados Unidos, Inglaterra, Italia, China, van al proceso de reindustrialización más importante de los últimos 50 años. Se abandonó aquella teoría, a la que se ve que Milei quedó pegado, de la globalización donde Estados Unidos e Inglaterra que la fundaron, ya se bajaron. Hoy la ley de alta inflación de Estados Unidos, lo que plantea como síntesis es que la producción vuelva a los Estados Unidos. Entonces, cuando el mundo va en esa dirección, que se plantee lo contrario por lo menos es un desconocimiento muy fuerte. Entonces, que a los industriales argentinos nos asuste competir no es cierto. Lo que necesitamos son las normas iguales a los que tienen otros industriales. El esquema que siempre aplicó el modelo de Milei, que es un modelo de ingreso y egreso irrestricto de capitales, de retraso cambiario y alta tasa de interés, para lo único que sirve es para la especulación financiera y destruir el aparato productivo argentino. Entonces, repetir ese modelo sólo puede conducir al mismo camino que la Argentina recorrió en su momento. Y vuelvo a la industria automotriz, que mostró un ejemplo de reconversión durante estos años, junto a los trabajadores, con las autopartistas, las terminales y el Gobierno. Hubo una política industrial tan exitosa que hoy el 60% de la producción de la industria automotriz argentina se exporta porque tiene los más altos índices de calidad y productividad del mundo. El mundo va por ahí, por políticas activas. Por eso decimos que Milei plantea un esquema absolutamente teórico que no es aplicable a la realidad ni es posible encontrar en ninguna parte del mundo.

Eso último dijo Schiaretti en reiteradas oportunidades durante la campaña, que las ideas de Milei no se aplicaban en ningún país…

Pero claro, es que yo sé que Schiaretti lo tiene muy claro, piensa muy bien, porque es un industrialista nato. Lo conozco de hace muchos años y tengo un gran respeto por él. Y es por eso mismo que me sorprende que ante semejantes declaraciones, tan claras, de un candidato que puede ser presidente de la Nación, no diga nada.

¿Qué le reclaman los industriales de su gestión?, porque hay temas como importaciones y dólares que seguramente encabezan los planteos…

Sí, claro. Pero primero que nada reconocen las medidas que fuimos tomando durante la crisis para bajar la presión tributaria a la pyme, el financiamiento récord al sector, con tasas promocionadas a la exportación. Hemos permitido que el 30% del impuesto al Cheque lo puedan descontar de cargas sociales o los bonos de bienes de capital que para Córdoba son muy importantes y los pusimos por decreto. Las cosas que el Gobierno pudo hacer, a pesar de tener impacto fiscal, lo hemos hecho. Pero claramente tenemos un problema concreto que lo conocemos y es la escasez de dólares. Estamos muy preocupados en poder resolverlo. Tuvimos la sequía brutal que fue como la caída de un meteorito y nos quitó la cuarta parte de todas las exportaciones. Y cuando el país no tiene dólares, tiene un grado de vulnerabilidad alta. Y la forma de resolver esto es reforzando las reservas y para eso hay que generar los dólares. Y ya sabemos que el año que viene los 21 mil millones menos que tuvimos este año desde el sector agropecuario lo vamos a superar con una mayor producción y exportación; que la crisis energética que nos dejó 5 mil millones de dólares de déficit, con el gasoducto terminado estamos en equilibrio y el próximo año vamos a tener US$ 10 mil millones de superávit; que la economía del conocimiento, que es tan importante para Córdoba y que es la cuarta exportadora de la Argentina, suma US$ 8.900 millones de exportaciones este año y vamos a 11 mil millones en 2024. Con esto quiero decir que Argentina va a entrar en un círculo virtuoso, que el año próximo tendremos un saldo de la balanza comercial importante y favorable, pero que ahora estamos pasando una situación difícil por esa falta de dólares.

Por lo que acaba de describir, hasta marzo o abril, y gane quien gane, ¿vendrán meses complejos?

Sí, pero creo que con Sergio Massa tuvimos la experiencia de la salida de la crisis de 2001. Fue muy difícil, con 18 monedas, 5 presidentes en 10 días, y lo que sucedió fue un acuerdo político entre radicales y peronistas para mirar hacia adelante, no se pelearon para atrás. Se mejoraron los precios para que haya inversión, porque con el 1 a 1 se fundían criando vacas en la Pampa Húmeda, no había negocio posible. Y con ese escenario, los argentinos, en 4 meses, desatesoraron 17.500 millones de dólares. Argentina es un país atípico, y los argentinos tienen un PBI entero fuera del sistema. Al ver un clima de confianza y de negocios, ahora podría ser aún mayor la cifra que se inyectaría por la cantidad de negocios posibles que ofrece el país. Entonces, en aquel momento convertimos la crisis en el período más largo de crecimiento de la historia.

¿Qué cree que harán los industriales el domingo?

Espero que actúen en función de los intereses industriales. Sabemos, los industriales, porque lo vimos en 2002 que con tres patas como tipo de cambio competitivo, baja inflación y superávit, Argentina encaró un gran período de crecimiento y hacia eso tenemos que apuntar. No a magias económicas o recetas que sabemos que terminan siempre de dos formas: mal o peor.