Río Cuarto | José De Mendiguren |

Importaciones y neumáticos: "Venimos tapando un problema con otro más grande"

El presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba, Gustavo Del Boca, fue uno de los que participó de la reunión con el secretario de Producción de la Nación, José Ignacio De Mendiguren, la semana pasada. En tono de resignación, dijo que "nos acostumbramos a tener cada vez menos"

Cuando en la industria metalúrgica cordobesa las dificultades por las trabas a la importación configuraban un problema de tal envergadura que amenazaba con paralizar plantas, llegó otro más severo: la falta de neumáticos que afecta a una amplia gama de ramas como automotrices y maquinaria agrícola, pero también transporte y minería.

A las pocas horas de que una delegación de industriales cordobeses llegaran a Buenos Aires para hablar con el secretario de Industria nacional, José Ignacio De Mendiguren, y autoridades del Banco Central, para analizar alternativas que mejoren el flujo de importaciones, terminó de complicarse el panorama de los neumáticos y entonces aquel problema original fue superado por este último. En tono de resignación, Gustavo Del Boca, presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de la provincia y participante de la reunión con funcionarios nacionales, le dijo a I+I Córdoba: “Nos acostumbramos a tener cada vez menos”.

El empresario remarcó que “el problema de las cubiertas superó al de los dólares, da la sensación de que tapamos un problema grande con otro más grande. Acá apareció otra gran dificultad”, admitió, en línea con su par nacional de la maquinaria agrícola, el cordobés Eduardo Borri, quien señalo que “producir en la Argentina es una tortura: por la cuestión sindical, impositiva, el faltante de insumos y todo lo que estamos malacostumbrados”, relató.

Del Boca explicó a este suplemento que “un problema gremial derivó en una situación que se fue complicando. Ford está parada, ahora Toyota detiene el último turno de los tres que venía teniendo en marcha. Curiosamente son las dos empresas que utilizan neumáticos nacionales. Porque otras automotrices como Mercedes Benz, Renault, Nissan, General Motors, usan importados y tienen cupos de importación, y que también por eso no los ceden a las autopartistas para traer insumos porque los necesitan para ese fin. En su momento el Gobierno quería que las empresas cedieran parte de esos cupos a las autopartistas para importar insumos. Hoy tenemos una situación increíble porque los que apostaron por la industria nacional de los neumáticos están mucho más complicados que los que decidieron apostar a la importación”, explicó el presidente de la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Córdoba (CIMCC).

Por esa descripción es que pega menos en Córdoba el faltante de neumáticos…

Este tema puntual afecta menos en Córdoba que en Buenos Aires por la decisión de las automotrices. Decimos que Ford y Toyota son hoy las más perjudicadas. Sin embargo, el de las importaciones es también un problema que sigue. El tema es que la parálisis de la producción de cubiertas llegó a frenar la producción de autos en Ford y Toyota.

¿Cómo evalúa el punto al que llegó el conflicto?

Hay mucha preocupación por ese tema, por el lugar al que llegó el conflicto. Hay leyes que impiden estas situaciones pero no se las cumple. Y todo eso desalienta inversiones que podrían llegar desde afuera, pero también las nacionales, las inversiones de quienes estamos produciendo en el país y que necesitamos hacer para mantenernos competitivos y en permanente mejora. No es sólo el problema de la cubierta, sino hacia dónde vamos.

¿De todos modos algún impacto directo en Córdoba hay porque existen autopartistas que proveen a Toyota o Ford?

Sí, a Toyota hay autopartistas cordobesas que la provee y a Ford también hay alguna. Y si se frenan las plantas, habrá daños colaterales en la provincia más allá de que estas plantas de Ford y Toyota no están en nuestro territorio. Pero pensemos que esto de las cubiertas afecta también a muchos otros sectores en todo el país. Porque impacta claramente en el transporte, y en la maquinaria agrícola. Si bien la maquinaria trabaja de otra manera diferente a la industria automotriz, también la alcanza.

Ustedes venían de una reunión con De Mendiguren por las importaciones, ¿qué balance les dejó?

A la reunión con De Mendiguren y las autoridades del Banco Central fuimos representantes industriales y funcionarios del gobierno provincial y el Bancor. Es un apoyo a destacar y que logró algo inédito como fue que las autoridades del Banco Central reciban a industriales. Fue una reunión muy interesante buscando alternativas. Una que se analizó es financiar importaciones con garantías del Bancor, para lo que habría que tener una carpeta impecable, estar bien calificado. Pero la verdad es que se intentó buscar soluciones aunque sea sectoriales y generar un recorte de plazos de pago a los proveedores.

¿Cómo sigue el plazo de 180 días para cancelar facturas a proveedores externos?

Esta situación se revertía a partir del 1° de octubre pero tenemos una prórroga hasta fin de año. Entonces a los proveedores hay que hablarles de nuevo, hay que negociar otra vez, porque a los que les prometimos que les íbamos a pagar ahora les tenemos que decir que no, que van a tener que seguir esperando. Es una situación de default prácticamente por no poder asumir los compromisos pactados. No es por la incapacidad de las empresas, sino porque no consiguen dólares.

¿Cómo queda la relación con esos proveedores que en muchos casos tiene años?

Es que no existe este tipo de condiciones en el comercio en todo el mundo. Hoy estamos librando los pagos a 180 días desde la nacionalización de la mercadería. O sea que si hay un insumo de Brasil es una cosa, porque está más cerca; pero si es de Asia hay que tener en cuenta que se produce allá, se la embarca, hay que sumarle el viaje en barco de 30 o 40 días, llega al puerto y se nacionaliza y a partir de allí comienzan a correr 180 días.

¿Y los proveedores les siguen enviando mercadería pese a estas condiciones de pago?

Hay cesiones de algunas terminales, hay negociaciones, pagos hechos por algunos bancos con créditos y mientras tanto quedan deudas acá. Se intentan buscar alternativas, pero lo que ocurre es que también genera una incertidumbre total porque a 180 días nadie sabe cuál será el tipo de cambio, a cuánto habrá que pagar esos dólares. Y hoy eso es parte de los costos de producción, tenemos un costo abierto.

¿Se deterioró la producción a partir de estas medidas?

Nos acostumbramos a tener cada vez menos. Seguimos produciendo en la medida de lo posible, con las alternativas que encontramos; claramente no producimos todo lo que podríamos producir, pero hoy la cuestión es no parar. Hay rubros en donde se trabaja más y otros un poco menos.

¿Qué les dejó al reunión con De Mendiguren y el resto de los funcionarios?

Uno cuando va a las reuniones de este tipo generalmente no vuelve con soluciones sino con promesas. Bueno, tuvimos eso y esperamos que podamos ir solucionando esto de a poco, aunque se lo ve complejo.

Por lo que cuenta no esperan una medida que pueda revertir esto en lo inmediato, parece una situación que se extenderá en el tiempo…

Ojalá que exista el mago que con una varita solucione esto, porque la verdad que nos hace mucha falta. Creo que tenemos que seguir trabajando, y trabajar en serio en equilibrar las cuentas del Estado, en tener un país sustentable, con futuro y que incluya. Porque con mucha tristeza uno ve a los jóvenes que quieren emigrar y aunque sean pocos, son necesarios.