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Preocupación por la continuidad de un proyecto que contiene con el box

La escuela de Juan Engert recibe a decenas de grandes y chicos en el gimnasio del barrio Ex Matadero, pero aseguran que las restricciones para el uso del salón los pone en peligro

Desde hace más de 10 años, la escuela de boxeo de Juan Engert en el barrio Ex Matadero ha sido sinónimo de contención, de trabajo social y de calidad deportiva. Su labor con los sectores más vulnerables le ha significado numerosos reconocimientos en toda la provincia, y el nivel de sus boxeadores la llevó a que la destacaran a nivel internacional los especialistas en el pugilismo.

La pandemia dificultó notablemente el trabajo que Juan realiza junto a su familia y colaboradores, y de más de 120 deportistas el grupo se redujo a algo más de 30, pero con las mismas energías para seguir entrenando. No obstante, por las restricciones que se le han impuesto en el salón donde practican, en el centro integrador Ex Matadero, dependiente de la Municipalidad de Río Cuarto, temen por la continuidad del proyecto:“Yo sólo deseo que nos reciba el intendente Juan Manuel Llamosas para poder exponerle nuestras necesidades”, dijo Engert.

“Seguimos con problemas, porque nos sacaron la llave y cambiaron la alarma, y nos cortaron los horarios, no podemos entrenar después de las 19, ya que muchos de los chicos salen de trabajar a las 18.30, y por todo esto se nos ha complicado la participación en veladas, incluso se nos cayó una pelea por falta de entrenamiento”, comentó el director de la escuela.

“Yo sólo deseo que nos reciba el intendente Juan Manuel Llamosas para poder exponerle nuestras necesidades”, dijo Juan Engert.

Engert destaca que están trabajando con muy pocos recursos, necesitan guantes, vendas y un ring nuevo que desde hace tiempo esperan, incluso explica que desde comienzo de año no tienen dispenser ni acceso a la cocina donde podían sacar agua para hidratarse.

“Queremos que nos dejen trabajar tranquilos, que nos digan las cosas de manera clara para saber cómo organizarnos, porque tenemos a personas grandes, se ha formado un grupo de mujeres mayores, y también contamos con algunos deportistas con discapacidades, por lo que debemos tener todo más que claro”, explicó Juan Engert. Describió que este grupo de mujeres, mayores de 65 años, en otros espacios deportivos similares no han encontrado lugar para trabajar con la actividad física y no desean perder la oportunidad de seguir entrenando.

Por otra parte, sostuvo que muchos de los boxeadores dejaron de ir a entrenar porque no tienen otro horario para hacerlo que no sea el de la noche, después del horario de cierre, que han definido a las 19. “No pueden ir al gimnasio y me los terminaron corriendo”, consideró Juan.

Explicó que en el trabajo del día a día los participantes del barrio le manifiestan su descontento y la necesidad de contar con una continuidad en el trabajo, por lo que solicita la posibilidad de reunirse con el intendente para que le brinde respuestas y acompañamiento a esta labor que viene desarrollando desde hace más de una década.

“Todos los secretarios que trabajan en deporte o el trabajo social hacen más fuerza para el Centro 11 y no nos acompañan en acciones en el barrio, por eso queremos que nos reciba y nos escuche, que le podamos plantear en persona las cosas como son”, indicó Engert.

Finalmente, el referente de deporte social sostuvo que necesita más acompañamiento de los coordinadores de estos centros comunitarios en la periferia de la ciudad.