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Esperan que se integren las 2 nuevas fiscalías para aliviar los Tribunales

Fueron creadas por la Ley de Seguridad Pública provincial y ahora deben asignarles recurso material y humano. El fiscal de Instrucción Pablo Jávega indicó que la estructura judicial quedó atrasada al lado de la demanda social

En los Tribunales locales esperan la conformación de dos nuevas fiscalías para aliviar la sobrecarga de trabajo. Ambas fueron creadas por la Ley de Seguridad Pública provincial y ahora deben integrarse con personal. El fiscal de Instrucción Pablo Jávega indicó que la estructura judicial, la misma hace alrededor de 20 años, quedó atrasada respecto a las demandas de la sociedad.

En su artículo 68, la Ley de Seguridad Pública de la Provincia, aprobada en diciembre del año pasado, creó dos fiscalías de Instrucción de competencia múltiple para la circunscripción judicial Río Cuarto.

“La estructura judicial del Ministerio Público Fiscal, que se ha visto reforzada recientemente, precisa una ampliación; los núcleos urbanos que integran la sede Río Cuarto llegan hacia el sur hasta Mackenna, hacia el norte pasando Berrotarán, hacia el oeste al límite con la provincia de San Luis y al este hasta General Deheza. Todos los núcleos urbanos, en los últimos 20 años, han tenido un crecimiento demográfico importante”, señaló el fiscal de Instrucción de Primera Nominación, Pablo Jávega.

Además, llamó la atención sobre otro punto que desde hace tiempo le agrega presión a la demanda del servicio de justicia: “Hay una mayor conflictividad, que hace que la estructura haya quedado reducida, porque es la misma que hace 20 años”, indicó el magistrado.

“Hay una recarga”

-¿Faltan más fiscalías?

-Hacen falta más fiscalías. Existe la voluntad de la Legislatura, que instituye para lo que es la sede Río Cuarto dos fiscalías. Está autorizada por la Legislatura la creación de dos fiscalías más. De ahí en adelante, como siempre, lo que corresponde ahora es ver desde el Poder Ejecutivo cómo se puede implementar la creación de esas dos fiscalías. Sin duda, permitiría un avance y dar respuesta a lo que muchas veces plantean los vecinos: que la gestión del conflicto sea eficaz y célere.

-¿La Justicia es lenta o está sobrepasada de trabajo?

-Hay una recarga. En parte, se deriva de una estructura de recursos humanos, principalmente los recursos materiales han sido reforzados; hay una estructura judicial renovada y tenemos el segundo polo judicial más grande de la provincia, luego del que está en barrio Observatorio en la ciudad de Córdoba. Pero hay una mayor demanda, en virtud de la crisis, de la expansión demográfica y también por una cuestión sociológica que se plantea en la interacción humana. Cuando se da un conflicto, hoy se lo lleva a la Justicia mucho más seguido. Antes, por ahí se solucionaba a través de asociación intermedia, un club, una sociedad, una iglesia o una vecinal. No podría precisar si es porque se ha debilitado ese entramado de contención, o porque la gente tiene una mayor conciencia de que tiene derecho a exigir ante la autoridad una resolución de un conflicto. Se plantea mucho más a nivel judicial y por eso tenemos más demanda y seguramente demora.

Las dos nuevas fiscalías para RíoCuarto serán de competencia múltiple. Tras la creación por ley, ahora es tarea del Ejecutivo integrarlas.

-¿Se viene trabajando para mejorar esto?

-Todos quienes trabajamos como operadores judiciales estamos llamados a hacer un permanente diagnóstico de los procesos de trabajo para optimizarlos. A veces, vamos encontrando soluciones que hay que tener en cuenta teniendo en atención al ámbito en el que trabajamos, que requiere mucha estructura legal de soporte. Muchas veces son lentos esos cambios, pero otros tantos no; por ejemplo, el fuero penal se regula con el Código Procesal Penal. Este código estipulaba una determinada forma de tratamiento de la prisión preventiva, que históricamente -se decía- era muy lento. Ahora se está trabajando con procesos de oralidad, pero antes todo eso era escrito; hojas y hojas escritas. Y en eso pasaban meses con una persona -constitucionalmente inocente, sospechada gravemente de haber cometido un delito- privada de su libertad. Finalmente, por ahí pasaba todo ese tiempo para saber que la cámara decidía recuperar la libertad. ¿Y esos meses, a quién se los devolvemos? Hoy se articulan algunas cosas para poder hacer esto más rápido. Siempre la palabra es un medio mucho más fluido, más célere que la escritura. Que consolida, pero demora más. Por eso es que vía reforma legislativa, vía autorización Ministerio Público Fiscal, Fiscalía General y Tribunal Superior de Justicia, se articuló un sistema de audiencias orales que progresivamente se van ampliando a otras cuestiones del proceso penal.

-Si tuviera que hacer una estimación, ¿en qué porcentaje ya se implementó este sistema de oralidad?

-En un porcentaje elevado, porque se trabaja en lo que se denominan causas de flagrancia delictiva, cuando al delincuente lo agarran con las manos en la masa o huyendo con elementos que permiten sospechar que hace muy poquito ha estado en una actividad ilícita. Todos esos supuestos en los que se solicite prisión preventiva se tienen que hacer ante el juez bajo esta modalidad, lo cual conlleva, que estoy intentando hacer un número rápido, pero en las últimas 20 prisiones preventivas que se pueden haber puesto en la Fiscalía de Primer Turno, 16 de a través de este mecanismo.