Los profesionales de la kinesiología y fisioterapia de la ciudad y región también podrían implementar la medida de sumar un copago a la prestación de sus servicios como una manera de paliar la crisis que atraviesan en el contexto económico actual, en el que tras la devaluación pos-Paso sus aranceles se vieron notablemente relegados, al igual que lo sucedido con los profesionales médicos y bioquímicos, quienes también adoptaron iniciativas similares.
Patricia Losada, a cargo de la Regional VI del Colegio Profesional de Kinesiólogos y Fisioterapeutas de Córdoba, explicó a Puntal que en Río Cuarto la representación mantiene una serie de convenios propios con distintas prestadoras de salud. En ese marco, dijo que la primera medida asumida sobre estas prestadoras fue la de comunicar la necesidad de actualizar los aranceles, solicitando al menos un 35 por ciento de aumento excepcional y extraordinario.
Pero de la totalidad de representaciones con las que mantiene convenio la Regional local, solo dos accedieron a dar esa suba y una tercera, algo menor. Las restantes no dieron respuestas a la solicitud, en la que se dejó expresa a la vez la posibilidad de habilitar un copago como último recurso en caso de no encontrar acuerdos.
Una necesidad
“Es una realidad que se han devaluado mucho nuestros aranceles y no están acordes a las condiciones económicas que vivimos. Seguimos retrasados y con esta última devaluación, muchísimo más”, explicó Losada a este medio.
Si bien aún no fue habilitado el copago, al momento de consultarle qué monto podría alcanzar el incremento, Losada señaló que la idea es llegar a lo que se denomina el “mínimo ético”, un valor prefijado por la representación según el tipo de prestación que realicen los profesionales de la kinesiología y fisioterapia.
“Nosotros tenemos un mínimo ético de 2.800 pesos para la que se conoce como una atención común en kinesiología y de 5.600 pesos para lo que es la práctica especializada. Y el copago apuntaría a permitirnos cobrar para llegar al ético. Por ejemplo, si una obra social nos paga 2.000 pesos, que se nos permita cobrar 800 pesos más para llegar al mínimo ético”, precisó. Además, se refirió también a la necesidad de acortar los plazos de pago al señalar que en algunos casos se extienden hasta en 90 días. “Por ejemplo, una firma nos pagó en agosto servicios que prestamos en febrero, marzo y abril”, puntualizó.
Denuncias
Semanas atrás, Puntal daba cuenta de la tarea que el Colegio de Kinesiólogos llevaba a cabo a nivel provincial para denunciar la existencia de pseudoprofesionales que ejercían el servicio sin contar con matrículas habilitantes.
Consultada por Puntal, Losada explicó que en Río Cuarto también se hicieron relevamientos y que se elevaron las actas correspondientes al área legal de la institución para dar curso a las mismas.
Puntualmente, la representante local se refirió al desempeño de algunos esteticistas que ofrecen servicios tales como depilación definitiva o drenaje linfático manual, para lo cual no se encuentran habilitados y en los que existen riesgos que pueden ir en perjuicio del paciente.