La familia de Matías Chirino apeló el procesamiento a nueve militares que dictó el juez federal de Paso de los Libres, Gustavo Fresneda, y reclama que la carátula sea homicidio doloso agravado por la participación de más de dos personas.
La familia Chirino apeló el procesamiento y reclama la figura de homicidio agravado
El juez federal de Paso de los Libres entendió que el ritual que terminó con la vida del joven militar de Holmberg fue una imprudencia. La medida será revisada por la Cámara Federal de Corrientes
Para el juez que lleva adelante la causa, la muerte del subteniente de artillería nacido en Holmberg fue un hecho de imprudencia o negligencia por parte de los oficiales que participaron del ritual de iniciación al Ejército, por lo que fueron procesados por el delito de homicidio culposo.
El joven de Santa Catalina falleció en la madrugada del 19 de junio del año pasado en Paso de los Libres.
La resolución de Fresneda recayó sobre el capitán Claudio Andrés Luna (35), el capitán Rubén Darío Ruiz (35), el capitán Hugo Reclus Martínez Tarraga (34), el teniente Darío Emmanuel Martínez (31), el teniente Exequiel Emmanuel Aguilar (31), el teniente Franco Damián Grupico (26), el subteniente Facundo Luis Acosta (26), el subteniente Gerardo Sebastián Bautista (31) y la subteniente Claudia Daniela Cayata (34).
El procesamiento es sin prisión preventiva y el embargo sobre cada uno de los militares asciende a medio millón pesos.
Por todo ello, la familia Chirino apeló en la Cámara Federal de Corrientes y eventualmente ante la Corte Suprema de Justicia.
La querella “se ve agraviada en la calificación legal dada a los hechos y conductas probadas de los imputados”.
En la presentación de la familia Chirino se indica: “Si mi hijo falleció como consecuencia de conductas ilegales, abusivas y sádicas materializadas en una dependencia del Ejército y como consecuencia de un irregular ejercicio del mando militar, no puede el mismo Estado, a través de su Poder Judicial, procesar a los responsables no por esas conductas, sino por un delito menor (en base a un supuesto incumplimiento del deber de cuidado), surge claro el agravio que me causa la imposibilidad legal de recurrir el fallo ante una instancia superior para que modifique la calificación legal y así ajustar a derecho la decisión judicial”.
“La norma viola el principio de igualdad, ya que solamente el fiscal y el imputado se encuentran autorizados a recurrir el fallo a pesar de causarme un perjuicio, como padre de la víctima que reclamo justicia, solamente ésta podrá confiar en que el fiscal recurra la decisión y si no lo hace, la cuasi impunidad se consolida”, agrega en la presentación.
Desde la querella del joven fallecido en junio del año pasado se advirtió que se recurría a la Corte Suprema de Justicia y organismos supranacionales.
La causa
El hecho tuvo lugar en el interior del Casino de Oficiales del Grupo de Artillería de Monte 3, ubicado sobre el kilómetro 10 de la ruta 117 de la localidad de Paso de los Libres, el 19 de junio de 2022, durante un ritual de iniciación desarrollado entre las 00.30 y las 6.30, según consta en el expediente al que tuvo acceso Télam.
Según la investigación, orientada por el fiscal federal Fabián Martínez, se pudo determinar que los subtenientes Chirino, Chaile y Meza debían presentarse y comenzar a prestar funciones, por orden del segundo jefe de la Unidad, a las 7.30 del día 20 de junio de 2022, pero finalmente por instrucción del subteniente Facundo Luis Acosta, debieron arribar antes de lo previsto, a las 20.15 horas del 18 de junio de 2022.
Entre el horario de ingreso y las 00.30 horas del 19 de junio de 2022, se constató que en el interior del quincho de oficiales y sus inmediaciones, en el marco del "bautismo", los acusados, ahora procesados, “prevaliéndose de la autoridad que tenían (…), en desprecio a la integridad física y moral de sus camaradas Matías Ezequiel Chirino, Jorge Manuel Chaile y Rufino Ezequiel Meza les impartieron órdenes arbitrarias y maltratos”, dice el expediente.
Detalla que los maltratos consistieron en “obligarlos a ejecutar diferentes tareas denigrantes, como ordenándoles previamente al arribo al cuartel que debían organizar una cena para ellos y durante la noche debieron comprar diferentes bebidas alcohólicas y gaseosas, cigarrillos y comida a pedido de los sindicados”.
Y que “luego, y con el estómago vacío, los conminaron a beber alcohol en exceso, extendiéndoles sus copas, una de ella conteniendo vino con abundante sal, bajo la orden ´tome, tome´ provocando que perdieran el conocimiento”.
También les exigieron que se colocaran la ropa de verano ante temperaturas de entre 4 y 2 grados y se sumergieran a la pileta del casino de oficiales cuya agua se encontraba sucia, por un tiempo de treinta segundos aproximadamente.
“Los obligaron a comprar, cocinar y servirles, les requirieron que cantaran y/o recitaran la oración del soldado, la reseña histórica de dicha Unidad, la misión del Ejército Argentino y cuando se equivocaban les ordenaban que corrieran alrededor del quincho y/o de hacer flexiones de brazos”, amplía la pieza judicial.
A medida que fueron perdiendo el conocimiento por la intoxicación alcohólica y las demás circunstancias de maltrato, los soldados fueron dejados sin asistencia sobre colchones en el piso, sin calefacción.
Según la autopsia, Chirino murió por broncoaspiración tras vomitar en estado de inconsciencia y estando acostado, mientras que se registró 1,45 gramos de alcohol por litro de sangre, indica la resolución.