Desde el puente peatonal ubicado en ruta 7 en la ciudad de Laboulaye, las familias de Joaquín Sperani, Álvaro Zarandón y Elías López Gil se convocaron ayer para movilizarse y pedir justicia por los homicidios de los jóvenes. Las madres de las víctimas, Mariela Flores, Sandra Zarandón y Miriam Gil, encabezaron la columna que se dirigió a la sede de Tribunales, donde reclamaron y dejaron carteles.
Allegados, vecinos y amigos de los chicos acompañaron la pacífica manifestación, que, según las propias mujeres, buscó visibilizar “la impunidad” y la falta de respuestas y celeridad para resolver las causas.
“Sentimos que las instituciones no se hacen cargo de nada, pareciera que ninguno de ellos tuvo hijos, hay una desidia y falta de empatía. Siento que se mira para otro lado. No se ponen en nuestro lugar. Por eso nos unimos, para que se vea lo que nos pasa, para evidenciar de boca nuestra ante la sociedad cada uno de los casos”, expresó la mamá de Joaquín en la convocatoria a la vera de ruta 7.
La mujer planteó nuevamente el impulso de la Ley Joaquín, que permita que los menores de 16 años que cometan un delito puedan ser juzgados. “Reclamamos que la Justicia sea equitativa tanto para los victimarios como para con las víctimas. Los derechos para nosotros parece que se terminaron cuando nuestros hijos dejaron de respirar”, expresó.
Por su parte, Sandra Zarandón, en diálogo con Puntal, comentó que la unión con las otras familias comenzó el mismo día de la desaparición de Joaquín, cuando Mariela pidió colaboración para encontrar a su hijo. “Yo me acerqué como mamá del dolor, porque en mi caso es algo que vengo atravesando con la pérdida de mi hijo ya hace 10 años, y me acerqué a acompañarla porque lo que sucedió fue algo aberrante, todos quedamos en shock. Desde ahí surge que se une otra mamá, que también su caso está en la impunidad, es Miriam Gil, su hijo murió en un accidente vial, por el cual lleva casi dos años de lucha y todo sigue sin respuestas. Nos unimos en un reclamo y en un solo grito por justicia”, aseguró la mamá de Álvaro, el joven que fue asesinado en medio de un operativo policial, al ser alcanzado por la bala de un arma de un efectivo.
Sandra vivió dos juicios por el homicidio de su hijo, uno celebrado en Laboulaye y otro en la ciudad de Río Cuarto; sin embargo, ninguno de los procesos encontró un culpable. “La Justicia no nos está haciendo justicia, nos deja con las manos vacías. Les da privilegio a los asesinos y a nosotros nos deja destrozados porque a nuestros hijos nunca más los vamos a ver, nunca más los vamos a tener. Tenemos que aprender a convivir con un dolor y viéndolos a los asesinos en libertad. En mi caso, veo al asesino de mi hijo caminar como si nada. Y aquellos 13 policías que siguen trabajando. Si bien en un momento habían parado, hoy siguen con el hostigamiento. Hoy me sigo encontrando sin respuestas”, fustigó la mujer.
Sobre su participación en la movilización ayer junto con las otras dos familias señaló: “Estoy peleando hoy y voy a seguir peleando hasta que Dios me dé vida, hasta que alcance la justicia para mi hijo. Él fue asesinado por la espalda. Fue declarado víctima de violencia institucional. Y no hay un solo uniformado detenido. Siento que se me siguen riendo. Saber que el arma de un policía le dio la muerte a mi hijo, le quitó la vida y no hay nadie detenido, me parece que es injusto”.
No obstante, acerca de la causa de Álvaro, Sandra adelantó que ya se comenzó a avanzar en una nueva investigación para determinar lo que ocurrió con su hijo. “Me recibieron en la Fiscalía de Laboulaye y me confirmaron que se investigará a varios uniformados por falso testimonio. Hubo gente que no recordaba nada y es imposible. Hubo gente que se confundió lo que dijo hace siete años, que es imposible que te olvides. Hubo muchas falencias y estamos esperando que se dé la orden para investigar a esa gente. Para esto intervendrá la Policía Científica de Córdoba”.
Por otro lado, la mujer opinó sobre el caso Sperani y apoyó la idea que planteó Mariela Flores, quien pidió bajar la edad de imputabilidad para que los menores de 16 años sean sometidos a juicio. “Esa mamá hoy está como yo con las manos vacías. El asesino de su hijo tiene privilegios, tiene libertad, está cuidado, está contenido por el Estado, que lo cuida para que la gente del pueblo no le haga nada”.
Finalmente, Sandra expresó que las tres familias eligieron esta fecha del 21 de septiembre para hacer la movilización porque tanto Joaquín (14) como Álvaro (16) y Elías (23) eran estudiantes, “y queremos recordarlos, visibilizar lo que pasó y que las autoridades se hagan eco. No queremos que nadie más siga pasando por este dolor, por este duelo que nunca termina”.
Las muertes de los tres jóvenes laboulayenses
- Álvaro Zarandón murió en febrero de 2013 al ser alcanzado por una bala policial, en medio de un operativo en el que participaron 13 agentes. En el año 2014, se realizó un primer juicio en la localidad de Laboulaye con jurados populares. En aquel momento, estaba imputado Maximiliano Celi, quien fue absuelto. La familia de la víctima apeló y más adelante el Tribunal Superior de Justicia consideró que las pruebas no habían sido bien analizadas y anuló el fallo. El órgano judicial determinó que se realizara un nuevo proceso en los Tribunales de Río Cuarto, que se hizo hace un año, el resultado fue el mismo, el agente volvió a ser absuelto. El homicidio quedó sin culpables, aunque ahora la Justicia llevará adelante una tercera investigación.
- Elías López Gil tenía 23 años, era estudiante de la UNC y falleció el 8 de octubre de 2021 cuando la moto en que se conducía fue embestida por una camioneta al mando de Maglio Roberto Barreta. El motociclista circulaba por la intersección de la calle Tucumán y Belgrano (Laboulaye), en la mano que tenía prioridad de paso, cuando el automovilista lo atropelló. Según la familia, la investigación judicial presentó muchas falencias y a casi dos años de lo ocurrido no hay respuestas.
- Joaquín Sperani desapareció el 29 de junio pasado cuando llegó al Ipem 278 “Malvinas Argentinas”, dejó la bicicleta en el patio del colegio y se retiró sin ingresar a clases. Tras la denuncia por su paradero, se produjo una intensa búsqueda encabezada por sus papás y acompañada por toda la comunidad. No obstante, el domingo 2 julio, el cuerpo del adolescente fue hallado por familiares en una vivienda abandonada ubicada a 100 metros de la escuela, tras lo cual fue detenido un amigo del joven. La autopsia determinó que la víctima tenía múltiples golpes en la cabeza que le ocasionaron politraumatismo de cráneo que derivó en su muerte. Al tener 14 años, el autor del homicidio es no punible y no habrá juicio. Será restituido a sus padres.