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Exitoso lanzamiento de la nave Crew Dragon rumbo al espacio

Con dos astronautas a bordo, se trata de la primera misión tripulada norteamericana en casi diez años, con una inédita participación de una empresa privada junto a la Nasa.

La nave Crew Dragon, primera misión conjunta de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (Nasa) y la compañía SpaceX del magnate Elon Musk, fue lanzada ayer con éxito rumbo a la Estación Espacial Internacional (EEI), a las 16.22 hora de Argentina, en lo que se constituyó en el primer lanzamiento de un aparato tripulado en casi 10 años.

Cuatro minutos después, el cohete SpaceX Falcon 9 se separó de la cápsula y comenzó su regreso a tierra aterrizando en la cubierta de vuelo de un buque, aprovechando su diseño como propulsor reutilizable.

Se espera que hoy a las 14.29 GTM (11.29 de Argentina) la cápsula Crew Dragon, con los astronautas Bob Behnken y Doug Hurley, llegue a la EEI para acoplarse a ella, tras lo cual recibirán la bienvenida de la tripulación.

En un principio, el acontecimiento estaba previsto para el pasado miércoles, pero fue postergado por la Nasa hasta ayer debido a las malas condiciones climáticas.

Este es el vuelo de prueba final de SpaceX para el programa de tripulación comercial de la Nasa y proporcionará datos sobre el rendimiento del cohete Falcon 9, la nave espacial Crew Dragon y los sistemas terrestres, así como de operaciones en órbita, atraque y aterrizaje, informó la Nasa.

El vuelo de prueba también proporcionará datos valiosos para la certificación del sistema de transporte de la tripulación de SpaceX para vuelos regulares que transporten astronautas hacia y desde la Estación Espacial.

Se trata de un hecho histórico: la primera vez que una empresa privada, en cooperación con la Nasa, ha puesto en órbita a humanos.

Desde que el transbordador espacial fue retirado en 2011, la Nasa ha confiado en las naves espaciales rusas lanzadas desde Kazakhstán para llevar a los astronautas estadounidenses hacia y desde la Estación Espacial Internacional.

A pesar de que la Nasa pidió a la gente que siguiera las alternativas del lanzamiento desde sus casas, algunos veraneantes que se encontraban en playas cercanas se acercaron al lugar.

“Esto es historia, hombre. Tienes a dos estadounidenses lanzados desde Estados Unidos por primera vez desde 2011", expresó Michael Mathews, un veterano de la Marina de los Estados Unidos que se aproximó a la zona junto a otros diez familiares.

"Esta es la fuerza espacial. Este es el comienzo. Tienes a Elon Musk, un tipo brillante. Se está haciendo historia", dijo mientras sostenía una silla de playa.

El astronauta Doug Harley afirmó antes del lanzamiento que "es absolutamente un honor ser parte de este gran esfuerzo para que Estados Unidos vuelva al negocio de lanzamiento".

SpaceX actualmente está preparando el hardware para la primera misión de rotación de la tripulación de la EEl, lo que sucedería después de que se revisen los datos de este vuelo de prueba para su certificación.

Hurley y Behnken, los primeros astronautas de la Nasa en volar para una compañía privada, no han llegado hasta el cohete en el tradicional Astrovan, sino en un Tesla Model X realizado por la empresa de su jefe.

A través de una pasarela elevada a 70 metros del suelo, vestidos con sus trajes blancos diseñados por SpaceX, con logos de la Nasa, embarcaron en la cápsula Crew Dragon colocada encima del cohete Falcon 9, bautizado así en honor al Halcón Milenario de Han Solo.

La nave despegó desde la misma plataforma desde la que partió el Apollo 11 que llevó al hombre a la Luna.

El lanzamiento se produce en medio de la pandemia del coronavirus, cuando Estados Unidos ha rebasado ya la simbólica cifra de 100.000 fallecidos.

La Nasa decidió seguir adelante con el lanzamiento pese a todo.

El presidente Donald Trump y el vicepresidente Mike Pence estaban entre la reducidísima lista de invitados VIP para contemplar el despegue en directo.

“Puede que aquí haya una oportunidad para América de hacer quizás una pausa, y mirar arriba y ver un brillante, resplandeciente momento de esperanza sobre cómo se ve el futuro, y que Estados Unidos puede hacer cosas extraordinarias incluso en tiempos difíciles", dijo antes del lanzamiento Jim Bridenstine, titular de la Nasa, proponiendo una inyección de moral en un momento en el que el país se encuentra envuelto en las protestas raciales contra la violencia policial.