Sobre el río Paraná Miní, a dos horas en lancha colectiva desde la estación fluvial del Tigre, se encuentra el primer proyecto Passivhaus de Latinoamérica.
Con paneles SIP, construyeron la primera Passivhaus de Latinoamérica en el Tigre
El sistema Sipanel, que fabrica Wallpanel, fue implementado para certificar la primera "casa pasiva" en el Delta por recomendación del arquitecto cordobés Pedro Reyna. "Un 80% de las envolventes se hizo con este producto", dijo el profesional
Se trata de la primera “casa pasiva” (passivhaus) que certifica la normativa alemana y que fue proyectada por el reconocido estudio uruguayo MAPA, con el asesoramiento del arquitecto cordobés Pedro Reyna, quien es profesional diseñador del Instituto Latinoamericano de Passivhaus (ILAPAH).
Reyna tuvo bajo su responsabilidad la promoción de un riguroso estudio de la hermeticidad de la envolvente con el fin de reducir al mínimo la transferencia de calor entre el interior y el exterior, y con ello, disminuir el consumo energético durante las distintas estaciones del año.
Días atrás, el arquitecto cordobés visitó Río Cuarto acompañado por su socio, el arquitecto Gabriel Yurevich, con quien desde hace algunos años comparte el estudio PUMM (Por Un Mundo Mejor).
En diálogo con Puntal ADC, y ante referentes locales de la construcción, contó por qué optaron por el sistema de paneles SIP que produce Wallpanel bajo la marca comercial Sipanel (y que en Río Cuarto se comercializa como 4House) para materializar el 80 por ciento de las envolventes del primer proyecto Passivhaus de Latinoamérica y qué rol clave adquirió el material para alcanzar los estándares que exige la norma.
Los arquitectos explican que en el momento en el que se encontraban en la búsqueda del material apropiado para llevar al mínimo el consumo energético de la casa, en el mercado se proponía como alternativa al bloque de cerámico tradicional otro producto mampuesto conformado por arena, cemento, cal y un agente expansor, pero el hecho de necesitar un mortero de asiento ya implicaba un puente térmico entre el exterior y el interior.
“También estaban los paneles EPS o de telgopor, que mostraban una mejor prestación a nivel envolvente que los mampuestos”, recuerda Yurevich.
Otra alternativa estaba representada por el sistema SATE, que implica proporcionar un aislamiento térmico sobre el exterior de un muro ya construido, pero eso demandaba un doble costo constructivo.
¿Por qué Sipanel?
“Sipanel propone un sistema constructivo que tuvo origen en una patente norteamericana de los años ‘30 como paneles estructurales aislantes, es decir, que cumple con la doble función de portabilidad y aislación. Y por ser un sistema, implica que todo el recorrido de una pared, piso y techo, entre otros componentes, tienen una continuidad en cuanto a aislación, lo que para la eficiencia energética es muy importante”, señala el arquitecto Reyna.
Para agregar: “Cuando conocimos a la gente de Sipanel fue para nosotros un ‘momento Eureka’, porque dijimos: ‘qué bueno que en Argentina se fabrique esto’. Porque así se construye en Nueva Zelanda, Australia y California, y de repente nos encontramos que en Argentina hay una compañía altamente industrializada.. Lo que hizo esta empresa fue una inversión monstruosa en maquinarias y en industrialización para brindar precisión, por lo que vimos en Sipanel un kit perfecto en donde todo encaja y que con solo una máquina clavadora se podía montar una casa en muy poco tiempo”.
“El verdadero cambio es cultural”
Reyna y Yurevich admiten que el gran desafío de los nuevos sistemas constructivos que proponen un cambio en el modo de habitar es el cambio cultural.
Y en su objetivo, se embanderan detrás de las bondades de los materiales que conforman el sistema SIP, que si bien pueden resultar novedosos para el mercado latinoamericano, ya fueron probados con éxito en países del primer mundo durante las últimas décadas.
En ese sentido, destacan el potencial del poliuretano por sus propiedades de aislación y por la baja huella de carbono que implica su obtención como así también el de las placas de OSB, que se fabrican con desechos de madera. “Las maderas tienen consigo carbono embebido, lo que conlleva una huella de carbono invertida”, precisó Reyna.
A lo que Yurevich, añade: “La gente nos dice: ‘ustedes construyen con madera’, como si eso fuera un pecado, porque nos enseñaron que no se deben tocar los árboles. Pero nosotros reutilizamos desechos y tampoco nos enseñan cuánta energía se consume para construir un ladrillo o para producir el cemento”.
Por último, los profesionales concluyen que las bondades que presenta Sipanel frente al sistema constructivo con bloques de cerámico es de una relación de 5 a 1, en cualquier comparativa. Entienden que cuando se habla de sustentabilidad el vecino común cree que se logra dotando la construcción de paneles solares y de muros verdes, pero consideran que hay cuestiones que anteceden a ello, por ejemplo, la orientación y el diseño bioclimático de una casa que hacen realmente a la eficiencia. Y que también hay decisiones al momento de definir las envolventes con los materiales apropiados que quizás evitarán la necesidad luego de tener que sumar aquellos primeros componentes como los paneles solares, porque lo climático ya estará resuelto de entrada.
Cabe destacar que todos los servicios de análisis energético son ejecutados con un software específico de alta eficiencia, evaluando nuevas construcciones como así también analizando las existentes para mejorar su habitabilidad y el correspondiente ahorro energético. En Río Cuarto y región, dicho servicio se brinda a través de la firma 4House (www.4house.com.ar).
Javier Borghi