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Lectura arrebatada o bi-alfabetización

Algunos estudios indican que cuando se lee en formatos digitales no se logra la misma profundidad de lectura que con el papel. Otros profesionales piensan que, por el contrario, son dos maneras distintas de ingreso de información

Maryanne Wolf es neurocientífica y se ha dedicado a investigar los trastornos de la lectura. Dirige el centro para la dislexia, alumnos diversos y justicia social de la Universidad de UCLA (Los Ángeles) y el centro para la adquisición de la lectura y el lenguaje de la Universidad Tufts (Boston). Según algunos artículos con resultados sus investigaciones sobre lectura en formatos digitales, se estaría imponiendo una manera de leer a los saltos, echando vistazos rápidos, pulsando enlaces, y según ella y otros expertos esto estaría limitando la capacidad para una lectura profunda.

Así planteado suena a una muy mala noticia, de hecho otro estudio realizado por Anne Mangen, de la Universidad de Stavanger (Noruega), mostró que los alumnos evaluados luego de leer en papel, tuvieron resultados más altos. Puntualmente se les pidió a 72 alumnos de 15 años, con habilidades lectoras similares, que leyesen un relato. La mitad lo hizo en papel; la otra mitad, en una pantalla. Luego les sometió a una batería de preguntas. Los que leyeron en papel puntuaron más alto.

Bien, entonces la mala noticia se confirma. Bajo la intención de ahondar en esta cuestión y hasta de buscar algunas herramientas para revertirlo, recurrí a la psicopedagoga y psicoanalista Mariela Cerioni (M.P.P. 250932) con años de experiencia en el trabajo escolar tanto desde la institución como desde su consultorio. “Yo tengo una mirada diferente”, me dijo cuando le mostré aquellos resultados.

Leer en pantallas, no significa una lectura menos profunda…

-Son dos ingreso de lectura diferentes, cuando uno interactúa con el material, interactúa de dos maneras diferentes, cuando tenés un libro de papel está la posibilidad de girar la hoja e interactuar con el objeto libro, esa es una forma, y la otra forma es en la pantalla que en algunas ocasiones se le asemeja mucho al libro.

-No podemos generalizar, los chicos de hoy tienen mucha habilidad y plasticidad con las pantallas, es más, hay estudios que dicen que los chicos leen más porque están mucho en contacto con el material que viene de la web, leen pantallas, porque la información viene por ahí. Es cierto que los chicos tienen en este momento un aprecio por todo lo que es acotado y rápido, donde la imagen es rápida y los texto son cortos, pero no es solo con la pantalla, vos le das un libro largo y pasa lo mismo, no es porque es por la pantalla son dos formas diferentes de interactuar con la lectura.

¿Cómo sería una lectura profunda en pantallas?

-Tenés la posibilidad de buscar información o ideas en un buscador, por ejemplo, conocer o identificar todas las veces que esa palabra o idea aparece en el texto, y esa posibilidad no la ofrece un libro o es mucho más difícil, a mí eso no me parece que sea poco profundo, por el contrario. No me parece superficial, te da una posibilidad de profundizar de una manera distinta, no sé si es mejor o peor, podes subrayar, podes escribir al costado. La mayoría de los libros digitales vienen en pdf, lo podes bajar, descargar y ahí podes interactuar como con cualquier procesador de texto, eso te lo digo como lectora digital.

Hablabas de la empatía de los chicos con lo acotado, para los adultos es igual…

-Exacto, la gente que te asesora en el contenido que vas a poner en tu sitio web o en lo que vayas a poner en redes, te sugiere que no escribas cosas tan largas, la gente no lo lee, hay una tendencia a que todo sea breve, acotado y que la información se exhiba en algo explícito y cortito. Un niño, si esta afectivamente y emocionalmente bien, lo cognitivo también va a funcionar bien, y va a poder aprender cualquier didáctica de cualquier línea pedagógica. Es importante saber desde qué línea teórica uno piensa la lectura y la escritura, desde una perspectiva más constructivista se piensa que la escritura es un aprendizaje que sigue el mismo camino y proceso que hizo el ser humano durante la historia de la filogenia, el niño empieza a hacer grafismos tal como el hombre lo hizo en las cavernas. La verdad es que el ser humano es muy activo en su aprendizaje.

Si nos vamos al aula, antes había que introducir las pantallas, ahora hay que volver a hacerlo con el papel y el lápiz…

-Me parece que es una práctica importante de conservar, el hecho de tomar un lápiz y asentarlo en una hoja es una habilidad que requiere motricidad fina pero es otro tipo de interacción. Es lo mismo que si yo te dijera, las mujeres nos tenemos que poner a amasar y a hacer fideos porque ahora vienen hechos, para no perder ese hábito; o que el hombre tenga que meter los bueyes al campo para ararlo.

-Hay cosas nuevas que vinieron para quedarse, no se va a cambiar esta realidad hay que incorporarla como algo bueno que nos va ayudar a construir muchas cosas nuevas. Es como que hay mucho temor a la tecnología, hay mucho temor a la virtualidad y no es la virtualidad en sí el problema sino como se la usa.

Ese miedo también esta signado por el tiempo que pasan ante videojuegos o juegos en red…

-De los videojuegos hay una tendencia a decir son malos, que tienen agresividad, que los atrapan a los chicos, que los perturban y la verdad es que es el adulto el que no se acerca a ver qué están haciendo dentro de un juego. Es lo mismo que cuando abrís la puerta del cuarto de tu hijo porque está encerrado y vas a ver qué está haciendo, o con qué está jugando cuando son chiquitos. Tenemos que abrir la puerta para ver qué hace el niño, la niña o el adolescente con el mundo virtual. Durante este tiempo con algunos pacientes me he encontrado por videollamada y por videojuegos, y ellos tienen un gran interés en contarte de qué se tratan, cómo se juega y qué pasa en ese entorno.

La propuesta sería entonces, apartar esos miedos a lo digital y reservar algún momento del día para la lectura lenta y placentera en cualquier formato, pero sin distracciones.

Por Fernanda Bireni