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Es de Alejo Ledesma y viajó a misionar a la Amazonía peruana

Se trata de Claudia Novarino, quien fue enviada desde la Diócesis de Río Cuarto. "Es una experiencia muy fuerte desde lo vocacional y requiere de muchas renuncias", aseguró

Claudia Novarino tiene 44 años, es de Alejo Ledesma y fue una de las seis elegidas por la Iglesia argentina para misionar en la Amazonía peruana, en el vicariato de Puerto Maldonado. La vecina de la región ya se encuentra en Cuzco, Perú, donde comienza esta experiencia que calificó como “única” y que la llevará a estar al menos dos años fuera de su hogar.

“Es muy fuerte desde lo vocacional y requiere de muchas renuncias, mucha entrega y mucho tiempo de discernimiento y oración para llegar a esta decisión”, afirmó en diálogo con Puntal.

Claudia es enfermera, con una trayectoria de más de 25 años. Trabajó 12 años en el Hospital de Alejo Ledesma y 15 en el nosocomio de Canals, por lo que además de su acompañamiento desde lo espiritual también pondrá a disposición sus conocimientos como personal de salud en este vasto territorio.

La vecina contó que esta tarea como misionera empezó desde hace algunos años tras su formación en el AG Región Centro de la Diócesis de Río Cuarto. “Yo he tenido esta vocación desde muy chica, empecé en los grupos de la parroquia. Me casé muy joven, a los 14 años, y tuve tres hijas. Cuando ellas comenzaron en el grupo juvenil en la adolescencia, retomé. Salió una misión en el norte del país y yo fui conduciendo un vehículo para que pudieran ir todos los jóvenes. Ahí me conecté de nuevo con la misión, y a su vez con mi profesión como enfermera. Así empecé a trabajar con el tema social, con todo lo bueno y lo malo del ser humano”, narró.

Asimismo, explicó que en el año 2017, cuando comenzó “el período de discernimiento en la formación, fue cuando salió este proyecto de la Amazonía tras la visita del papa Francisco a Puerto Maldonado en Perú”.

Señaló que la actividad estaba abierta para todos los misioneros argentinos por lo que luego de un tiempo de introspección y análisis, se decidió a participar. “Empecé a rezar mucho en 2020 para ver si Dios me quería en este proyecto, y recibí muchos signos y señales que me decían que sí”, afirmó.

Al tomar la determinación, Claudia debió dejar de lado su vida anterior para centrarse en este nuevo desafío. “Renuncié a mi trabajo en el Hospital después de 25 años, renuncié a todo lo que es la seguridad de un sueldo, del confort, y decidí embarcarme mar adentro como hicieron los discípulos cuando no podían pescar y Jesús les dijo: “Tiren las redes”. Hoy siento ese llamado”, enfatizó.

Acerca de la tarea en la Amazonía, puntualizó que los misioneros estarán distribuidos en diferentes comunidades y ella fue asignada a Mantaro. “El nombre significa manta o abrigo. Ahí vamos a tener 50 comunidades a cargo a lo largo de la selva y la montaña”, explicitó.

Claudia detalló que el trabajo implicará un gran reto “por el idioma, los dialectos, la comida y la cultura”. “Vamos a culturizarnos junto a ellos, no vamos a imponer ni a colonizar sino a ser parte de sus días y transmitirles el amor de Dios que yo he aprendido, que he recibido con tanta gracia, para ponerlo a disposición por esta bendición que tengo de conocerlo yo”, dijo.

Acerca de su estadía comentó que pidió la máxima, que es de 3 años; no obstante, luego de dos años deberá volver al país para después definir el retorno a Perú y así pasar el último año de misión con la comunidad asignada.

Si bien la vecina ledesmense tiene experiencia en otras misiones, ya que estuvo en el norte argentino, en las provincias de Misiones y Formosa y también en Paraguay, las mismas no superaron los 25 días. “Es la primera vez que voy tanto tiempo, además es el primer proyecto de la Iglesia argentina fundante en Perú, es un momento histórico. Y mientras nosotros estamos aquí, ya se están formando los nuevos misioneros que nos van a reemplazar”, señaló.

La semana pasada, el obispo Monseñor Adolfo Uriona presidió la misa de envío de Claudia a la misión, en la parroquia San José de Alejo Ledesma. Y el último domingo se realizó la misma ceremonia con todos los misioneros en la catedral metropolitana de Buenos Aires, y fue encabezada por el obispo de San Isidro y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, monseñor Oscar Ojea.

Además de la vecina de Alejo Ledesma, también forman parte de la misión: Alejandra Aqueveque, Néstor Edgardo Castro, la hermana Sara Dalzotto, Flavia Cuadro - oriunda de Córdoba- y María Celeste Pereyra.

Luciana Panella. Redacción Puntal