En tercer lugar hubo apenas “a vuelo de pájaro” alguna referencia sobre el proyecto de presupuesto 2025 que la Provincia enviará a la Unicameral a mitad del próximo mes. Los representantes del agro recogieron una frase del gobernador sobre que “sólo habrá actualización de los impuestos”. Eso implicaría que el ajuste irá en línea con la inflación del año. De todos modos, allí hay otros temas colaterales que se incorporan también como los fondos para los consorcios y el Fondo para el Desarrollo Agropecuario. También hubo alguna referencia a la implementación de Ingresos Brutos a “la mera compra” de productos agropecuarios, forestales y minerales, un tributo a los contribuyentes radicados fuera de Córdoba que compran esos productos dentro del territorio provincial. Allí el cuestionamiento de las entidades es que dado que es un impuesto trasladable su aplicación reduce el precio que perciben los productores cordobeses y genera que abonen el impuesto sobre los Ingresos Brutos cuando esa actividad se encuentra exenta. Afectaría, según estiman las entidades, a unos 2.600 productores cordobeses. Lo cierto es que ese régimen de percepción que la Provincia iba a implementar a partir del 1 de julio para productos agropecuarios, se pospuso al 1° de octubre y luego a mediados de septiembre se decidió prorrogar al 1° de enero de 2025.
Lo cierto es que no es la primera vez que los representantes del agro almuerzan con el gobernador por más de tres horas. Es más, son encuentros bastante habituales en los últimos meses. Y en ese plazo hay tiempo para tratar temas de diferente índole, comenzando por la economía siempre apremiante, la política y un punto recurrente que Llaryora lanza sobre la mesa: atraer más inversiones del sector agroindustrial a Córdoba. Es un tema sobre el cual el gobernador vuelve cada vez que puede.
Claro que en el encuentro hubo plena coincidencia en reclamar al gobierno nacional una baja gradual en las retenciones y una nueva ley de Biocombustibles. El gobernador y la Mesa de Enlace remarcaron que el proceso de baja de retenciones permitirá que ese dinero quede en mano de los productores, posibilitando generar más inversiones con la transformación de la materia prima y donde los biocombustibles juegan un papel central para agregar valor a la producción primaria.
“Vean lo que pasa con Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia. Tiempo atrás estos países estaban muy por debajo de Argentina en materia productiva. ¿Cuál fue el milagro ahí? Ninguno. Fue que la plata quedó en manos de los productores, y como no se vieron afectados por retenciones, la reinvirtieron”, remarcó el gobernador.
Asimismo, Llaryora expuso su posición ante la Mesa de Enlace en materia de biocombustibles donde reiteró la importancia de que el Congreso apruebe una nueva ley que eleve el corte y permita así incrementar el valor agregado a los granos en la provincia, especialmente al maíz con el etanol; aunque también a la soja con la producción de biodiésel.
“Hace pocos días estuve en Paraguay, donde el corte ya está en 25% (de etanol en naftas) y Brasil lo va a llevar al 32%. Sin dudas, elevar el corte hace que el grano no tenga que salir en camión, y haya empresas que lo haga producir, lo cual genera muchísimos puestos de trabajo”, explicó.
Llaryora recordó que Brasil ya está en el 60% de la industrialización de sus granos y Estados Unidos, el 80%. Argentina está apenas en el 20% y “si logramos que bajen las retenciones, ese dinero quedará en mano de los productores que sin dudas invertirán para generar más valor agregado”.
Desde 2001, años en que fueron creadas “temporariamente” las retenciones agropecuarias, este impuesto significó una verdadera exacción para las provincias productoras. En estos años, desde Córdoba ya se fueron más de 40 mil millones de dólares por este impuesto según los cálculos de la Provincia.
Las retenciones generan fuertes inequidades y transferencias de ingresos entre regiones, dado que el 90% de su recaudación se extrae de cinco provincias (Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, Santiago del Estero y Entre Ríos), cuando se trata de un tributo no coparticipable, de manera que el costo de este tributo para provincias como Córdoba o Santa Fe resulta muy superior al de otras jurisdicciones.
Por ello remarcaron, al término del encuentro, que el gobierno de Córdoba y la Mesa de Enlace se comprometen a trabajar juntas para lograr un proyecto de reducción gradual de las retenciones en la medida en que el superávit fiscal se vaya consolidando y se enciendan nuevas fuentes de ingresos de dólares a la argentina provenientes de otros sectores productivos.