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Menos lluvias y más temperatura, el pronóstico que hay hasta octubre

La provincia se encuentra dentro de un escenario no tan adverso, según anticipa el Servicio Meteorológico Nacional, que sí muestra al este bonaerense con muy bajo aporte de precipitaciones en los próximos 90 días

El pronóstico para el trimestre agosto, septiembre y octubre ubica a Córdoba con un volumen de lluvias levemente por debajo de la media histórica en términos generales, más allá de las variaciones lógicas que en cada temporada se dan y que terminan generando matices de acuerdo con el departamento o incluso dentro de una misma jurisdicción. Mientras que, en términos de temperatura, la provincia estará un par de escalones por encima de los valores habituales.

Esa combinación, lógicamente, hace encender alarmas en los sectores productivos porque después de un otoño escaso en precipitaciones -ayer los valores fueron muy bajos- llega un invierno y comienzos de primavera con iguales características pero combinado con algunos grados por encima de la media, lo que pone en duda el recurso agua para el arranque de la campaña gruesa, al igual que para los lotes de trigo que están en crecimiento ya en los campos.

Las ciudades de Corrientes, Resistencia y Malargüe no registraron lluvias en todo el mes y marcaron un récord histórico para julio.

Son los principales datos que arroja el último informe difundido por el Servicio Meteorológico Nacional, que de todos modos ubica a Córdoba algo mejor que el este bonaerense o incluso la provincia de Entre Ríos en materia de lluvias. El oeste de Buenos Aires y La Pampa se ubicarían en el peor escenario de precipitaciones.

Hay en el ambiente productivo un temor por otro año con presencia de La Niña, que complique la próxima campaña. En ese sentido, el reporte advirtió sobre la probabilidad de que la primavera dé paso a una fase fría, conocida como el fenómeno de La Niña, que interfiera en la situación de las cuencas que sufren sequías.

En el país

El organismo informó, a través de un comunicado, que para los meses comprendidos entre agosto y octubre de 2021 se observa una mayor probabilidad de que la temperatura media sea, en promedio, más cálida en gran parte del país.

Las provincias con las mayores probabilidades de esta categoría (45%-50%) son San Luis, Córdoba, San Juan, Mendoza, Tierra del Fuego y todo el este patagónico. Por otro lado, para La Pampa, Santa Fe, Entre Ríos Santiago del Estero, Chaco, Formosa, oeste de Salta, oeste de Buenos Aires y el oeste patagónico se espera un trimestre de normal a superior de lo normal (40%-45%).

El resto de Argentina, que incluye las provincias de NEA, NOA y el este de Buenos Aires, tiene una mayor probabilidad de que los próximos meses se presenten, en promedio, con valores de temperatura típicos de esta época del año; mientras que sobre el centro y norte del país la amplitud térmica podría ser superior a la normal, con una mayor probabilidad de ocurrencia de temperaturas mínimas extremas.

Las lluvias

El pronóstico de precipitación muestra que el este bonaerense es la zona con mayores probabilidades (50%-55%) de tener un trimestre con menos lluvias que las habituales para la época; algo similar se espera en Entre Ríos, donde la posibilidad de esa categoría está entre el 45% y 50%.

En el resto del país se espera que, en promedio, las precipitaciones de los próximos 90 días sean de normal a inferior a lo normal; las excepciones son el sur de Santa Cruz, Tierra del Fuego, La Pampa y el oeste de Buenos Aires, donde se espera que el trimestre tenga lluvias normales, y las provincias del NOA, que continúan en la estación seca.

Las posibilidades de desarrollo de una nueva fase fría (La Niña) tienden a aumentar a partir de la primavera; el SMN señaló que, frente a este contexto, es fundamental el monitoreo y actualización de este fenómeno y de sus pronósticos por la relación entre las fases del mismo y la precipitación en las regiones que hoy experimentan graves sequías, como la Cuenca del Plata.

Dado que La Niña está asociada a condiciones secas en esa área, su eventual desarrollo podría agravar aún más la situación.

Lo más característico del mes de julio fueron las temperaturas anómalamente altas que se registraron en la Patagonia, a pesar de estar en pleno invierno.

En promedio, fueron entre 2 y 4 grados por encima de lo normal para la época. Además, la ciudad de Esquel registró la temperatura más alta para un mes de julio, con 19.8 grados, durante el día 29.

Por otro lado, una gran amplitud térmica dominó casi todo el centro y norte del país, con predominio de temperaturas mínimas por debajo de lo normal y temperaturas máximas por encima de la media.

En cuanto a eventos de menor escala, se destacó la única irrupción de aire muy frío del mes durante los últimos días de julio, que causó un abrupto descenso térmico que afectó mayormente al norte argentino y provocó heladas intensas, récord de frío en las provincias de Formosa, Chaco y Corrientes y nevadas históricas reportadas por los medios sobre el sur de Brasil.

En relación con las precipitaciones, julio tuvo un déficit de lluvias en gran parte del país que agravó las condiciones de sequía sobre el norte del Litoral y noroeste de la Patagonia.

Sin precipitaciones

Las ciudades de Corrientes, Resistencia y Malargüe no registraron lluvias en todo el mes y marcaron un récord histórico para julio.

La falta de nieve también es destacable en la zona cordillerana de Cuyo y norte de la Patagonia, situación totalmente opuesta a la que se registró el invierno pasado.

Sólo el extremo sudoeste de Patagonia vio nevadas destacadas como las registradas en las ciudades de El Calafate (11/7) y Ushuaia (13/7).